Capitulo 17

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—¿Doctor Lee?- Llama la asistente del hombre algo dudosa. Se acerca hasta donde está él y trata de ver lo mismo que el hombre ya que tiene la mirada perdida en algún punto de la ventana, además de la sonrisa ilusionada en su rostro. Una de sus manos sostiene una carpeta de uno de los pacientes, pero está se encuentra al revés y no parece ser molesto para su jefe.

La señorita Kim se acerca un poco más algo confundida, rodea el escritorio hasta estar tras el hombre, llena sus pulmones de aire y procede esperando que no la despidan por eso.

—¡DOCTOR LEE!- Grita la asistente dejando caer sus delgadas manos sobre los anchos hombros del contrario, lo hace saltar y gritar del susto, los papeles que hace nada estaban en una de sus manos terminaron regados en el suelo, Hyukjae estaba de pie viéndola con los ojos abiertos de par en par, la sorpresa reflejada en cada centímetro de su rostro y la mano en su pecho.

—¿Que es lo que sucede? ¿Quieres matare?- Pregunta el mayor viendo con recelo a la pequeña mujer que trataba de no reírse por lo gracioso que fue ver a su jefe reaccionar tan despavorido.

—Claro que no, solo que lo he estado llamando y no responde. Comenzaba a asustarme...- Dijo la señorita Kim con una sonrisa que trataba de ser de disculpa pero el brillo travieso aún estaba en los enormes ojos castaños.

Hyukjae suspira y asiente. Acomoda su bata y pasa una de sus manos por sus cabellos castaños, recoge con tranquilidad las hojas volviendo a tomar asiento de la forma más digna posible. Se gira hacia su asistente quedando frente a frente ya que ella no parecía querer moverse de lugar.

—¿Y que es tan importante que justifique semejante...susto?- Cuestiona el doctor Lee aclarándose la garganta e irguiéndose en su silla.

—El doctor Bang está aquí, bueno afuera esperándolo para hablar sobre su traslado.- Informa la mujer sonriente. Hyukjae frunce el ceño y ladea la cabeza confuso.

—¿Trasladó? Yo no solicité un traslado.- Responde el hombre encogiéndose de hombros sin darle más importancia, se gira quedando tras su escritorio y empieza a leer los expedientes.

La señorita Kim lo ve confusa, su jefe no solía olvidar esas cosas aunque fue hace un tiempo. La mujer rodea el escritorio has estar frente al doctor y se aclara la garganta llamando la atención de éste.

—Usted.- Comienza ella, señalando a su jefe como si de un niño pequeño se tratase. —Pidió su traslado cuando la...cof, cof, innombrable, cof, cof.- Dice cubriéndose los labios dramáticamente como si tuviese un ataque de tos. —Le puso los...- La señorita Kim deja la frase a medias pero la acentúa haciendo los gestos de cuernos con la mano acompañado de un "mmm".

Hyukjae la ve con una ceja alzada, está a punto de decirle que puede decir las cosas como son pero no lo hace. Un "click" en su cerebro le recordó que él efectivamente pidió el cambio del hospital donde era voluntario, por lo que estaba fuera de sus manos o las de su padre la respuesta que le dieran a dar.

—¿Por qué no me lo recordaste?- Cuestiona el alfa poniéndose de pie, de pronto ansioso.

—Usted dijo "Kim, no digas ni "pío" sobre esto. ¿Oíste?"- Repite ella imitando la voz varonil no muy bien. —Y Kim obedeció.- Término la beta encogiéndose de hombros.

Hyukjae se quejó, dejándose caer en la silla con un dolor de cabeza empezando a molestar. Era verdad, le había dicho a su asistente que no dijera nada porque sus padres le darían un sermón sobre no huir de los recuerdos y bla, bla, bla. Cuando pidió su cambio estaba tan dolido que fue un impulso, después comenzó su actual suegra a seguirlo pidiendo que se comprometiera con su hijo y de pronto todo ese asunto quedó en un recuerdo.

—Dile al señor Bang que pase.- Dice mientras siente la presión en el pecho, el estómago revuelto y hormigueo en sus extremidades.

—De acuerdo, doctor.- Responde la asistente Kim saliendo fuera de su consultorio.

No podía simplemente aceptar un traslado, probablemente Donghae no querría irse, aun vive con su madre, bueno ya se está mudando con él pero aún así. Ha estado aquí toda su vida, está su escuela, la pastelería y su familia. No le podía pedir que hicieran las maletas y se fueran como si nada, a un lugar en medio de la nada.

Tal vez no tenía tan mala suerte, tal vez rechaza morón su petición de traslado, si debía tener esperanza ¿No? El sonido de la puerta abriéndose Llamó su atención, y ahí estaba el portador de su destino a punto de decírselo.

••••

Donghae abrió el armario de su prometido y pareja, lo recorrió con la mirada de arriba abajo y un puchero apareció en sus delgados labios. Se cruzó de brazos y se giró hacia su madre quien estaba sacando su ropa de una de las dice maletas que había llevado con él y aún faltaban.

—Su armario está ordenado.- Dice el pelinegro como si fuera lo peor del mundo.

—No veo el problema cariño, hay bastante espacio para tu ropa.- Dice ella con calma sacando los zapatos pulcramente guardados.

—Pero yo no soy así de ordenado ¿Ysi se enoja porque no mantengo las cosas así?- Cuestiona Donghae comenzando a titubear. El armario hasta estaba acomodado por color.

—No se enojó porque lo acosaste, te metiste a su casa y lo levantabas después de turnos dobles, no creo que un par de camisetas desdobladas lo hagan.- Explica con calma la mujer mientras saca los suéteres de otra maleta.

—¡Mamá!

La señora Lee volteó a ver a su hijo sorprendida. Debía admitir que su pequeño y dulce Donghae era dramático como el solo, pero cuando lo vio llorando, gruesas lágrimas caían por las rosadas mejillas mientras le temblaba el labio. La mujer dejó lo que hacía y envolvió a su pequeño en un abrazo, se sentía confundida ¿Acaso se perdió de algo?

—Cariño ¿Por qué lloras?- Cuestiono ella acariciando sus suaves cabellos oscuros.

—No se.- Respondió su hijo y de pronto algo en su mente hizo "click"

Dulce y Descarado [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora