Capitulo 23

2.2K 234 84
                                    

Donghae avanzaba con lentitud hacia la cocina, le dolía cada centímetro de su cuerpo debido a su alfa y su gran energía para joderlo, literalmente. Cada paso que daba era un punzada que le atravesaba, sus nalgas se encontraban demasiado sensibles y tenía sueño pero también hambre. Así que debatió por cuál de los dos era más fuerte, su sueño o hambre, ganó la última.

Abrió el refrigerador sin encontrar mucho, desde la visita de su cuñada no había ido al mercado así que con más pesar fue hasta la mesilla en la sala y tomó el teléfono para ordenar una pizza. Después de pedirla, colgó. Se estiró todo lo que pudo sintiendo su cuerpo reclamar por eso, movió la cabeza y bostezo tratando de desperezarse pero no lo logro. Se talló los ojos y decidió subir nuevamente a su habitación en lo que llegaba su comida.

Había comenzado a hacer maletas, no había desempacado del todo así que lo suyo estaba listo. Se encontraba ahora con la ropa de su casi esposo, pero aún seguía agotado, el pelinegro tomó su teléfono y se dejó caer boca abajo en la cama con un quejido de dolor. Marcó el número de Hyukjae y espero pacientemente, sabía que era probable que estuviera ateniendo o almorzando así que no insistiría mucho, o quizá solo un poquito.

—¡Hyukkie!- Llamó él omega cuando la voz de su alfa le respondió.

—Mi pequeño perezoso ¿Acabas de despertar dulzura?- Cuestiona el castaño desde el otro lado de la línea, se escuchaba silencio, probablemente éste en su consultorio.

—Yo no soy perezoso, es tu culpa. Me duele cada parte de mi hermoso ser, especialmente mi culo.- Dice Donghae con un puchero en los labios mientras hundía la cara en la almohada.

—Y yo adoro especialmente tú culo, me gusta cuando está de un bonito rosado.- Le dice el mayor en un tono divertido.

—¡Hyukkie! Quiero que me mimes.- Pide él omega cerrando los ojos y absorbiendo el olor de su alfa de las sábanas, siente la calma inundar su cuerpo y un cosquilleo en la piel.

—¿No te mime lo suficiente anoche? Estabas tan mojado y dilatado, después de cierto tiempo resbala también dentro de tu pequeño y apretado agujero.- La voz ronca del mayor le dio un escalofrío al omega. Trago duro mientras su corazón se aceleraba y otra parte de su anatomía iba reaccionar.

—¡Hyuk...!- Suspira Donghae enterrando la cara en la colcha, siente como empieza a ponerse erecto y a humedecerse.

—¿Sabes? Cundo te conocí me pareciste tan hermoso y decidido que me cautivaste, pero tú hermoso rostro y tus descaradas insinuaciones me seguían hasta los sueños, cada que cerraba los párpados miraba tu sonrisa descarada en tu dulce rostro, mi mente empezaba a perderse. ¿Sabes cuantas veces me desperté con un problema en mis pantalones? Y tú solo seguías coqueteando tan sensualmente mientras sufría y me moría de vergüenza por los pensamientos que tenía de un chico tan joven e inocente.- La voz del alfa es calmada y grave. Hace que se relaje pero sin poderse dormir del todo.

—Yo...

—Pero ahora eres mío, mi novio, mi prometido, mi pareja y mi omega. Mi compañero, así que no debo sentirme mal por querer estar dentro de ti todo el tiempo. En estos momentos quiere verte con las piernas abiertas, goteando de placer mientras me deseas ansioso. Quiero meter mi lengua en tu apretada entrada y saborearte, quiero llenarte de mi semilla hasta que estés regordete por los cachorros que llevas.- La voz de Hyukjae se vuelve grabe. Casi un gruñido que solo logra que el más joven suelte suaves gemidos. Donghae sigue en la cama, boca abajo pero ahora mueve las caderas contra el colchón como un perro-puberto.

—Hyukkie...- Susurra lleno de necesidad.

—Quiero verte, ahora.- Ordena el alfa haciendo estremecer al pelinegro. Se pone de pie y camina hasta el baño, donde un espejo de cuerpo completo se encuentra colgado a lo largo de la pared.

—Voy...- Responde mientras se baja los pantalones de la pijama. Su pene se puede ver con claridad a través de la delgada ropa interior, toma la camiseta y la sube hasta dejar todo su abdomen al descubierto. Sale de la llamada y abre la cámara, su cabello está revuelto y las mejillas coloreadas de rosa.

Separa los labios y saca la lengua deslizándola por el labio superior, levanta un poco la cabeza dejando a la vista su cuello y la marca, pone el temporizador y cierra los ojos, escucha el click y al abrirlos ve la imagen demasiado obscena en la pantalla ¿Realmente es el? Envía la fotografía a su prometido y regresa a la llamada esperando, no se escucha nada, de pronto la mezcla de un gruñido y un gemido lo hacen saltar.

Escucha una silla moverse, pasos apresurados y una puerta abrirse y cerrarse. El movimiento de la ropa y después le llegó un mensaje. Al abrirlo ve la ropa interior de Hyukjae su erección cubierta por la ropa interior y su mano dentro. Siente como comienza a salivar, se remueve aún de pie y respira con irregularidad.

—Hyukjae.- Llama sin poder apartar la vista.

—Quiero que cuando llegue a casa, alrededor de las nueve. Estés en la cama, desnudó y preparado porque te tomaré hasta que pierdas la conciencia. Empezaste a jugar conmigo y provocarme desde que nos conocimos, así que atente a las consecuencias.- Donghae camina hasta recargarse en la pared, se siente débil y necesitado.

—Te quiero ahora.- Pide él omega, suena como un niño pequeño apuntó de hacer un berrinche.

—Me he terminado mis cápsulas y no tengo condones así que debes esperar hasta que salga.- Explica el castaño mientras se masturba imaginando a su dulce prometido.

—Yo tengo cápsulas para mi.- Dice Donghae casi con súplica, está tan húmedo, se masturba sintiendo escalofríos y solo logrando humedecerse más. Su cuerpo cree que se está preparando para recibir a su alfa cuando en realidad trata de terminar.

—No es suficiente, existe la probabilidad de que...quedes en cinta...- La voz del alfa se escapa en suspiros.

—No me importa, por favor...- Ruega Donghae con la vista nublada y la necesidad.

—Debes ser un chico paciente.- Dice el alfa mientras sigue masturbandose. Ambos se tocan y se dan placer a si mismos hasta que llegan al orgasmo. Donghae termina sentado en el suelo con las piernas extendidas, le duelen los glúteos pero lo ignora lo mejor que puede, llenando el suelo de fluidos, su alfa le dice que lo ama, le manda besos y se despide porque a un paciente se le ocurrió chocar y desangrarse en urgencias.

Y justo cuando Donghae cuelga y trata de estabilizarse el timbre de la casa suena. Su almuerzo había llegado.

Dulce y Descarado [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora