Capitulo 35

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Epílogo

La pequeña Eunhee caminaba entre tropezones, se aferraba de la orilla del sofá antes de soltarse y avanzar hasta la mesilla, sus padres estaban cerca de ella cuidándola por si se cae pero sin sostenerla, dejándola que avance libremente. Los cabellos oscuros de la pequeña caían sueltos, llegándole hasta las mejillas regordetas y rosadas. Tenía la piel blanca como Hyukjae pero predominaban los rasgos de Donghae en el rostro de la bebe.

Eunhee avanzó desde la mesilla hasta el sofá y de ahí hasta el pasillo, se quedó quieta viendo al frente y se giró para mirar a sus padres de rodillas tras ella, a la pequeña le pareció divertido porque rio a carcajadas y cayó sentada en el suelo de madera. De sus labios salían balbuceos y palabras a medias, decía "Pa" continuamente y luchaba por hablar. Sílabas entrecortadas y gestos de sus manitas eran lo que hacía para comunicarse.

La bebe llevaba puesta un hermoso vestido blanco con rosa, pequeñas fresas estaban pintadas en la parte superior, traía unos zapatitos negros con calcetas altas de holanes. Donghae se adelantó y tomó a su dulce hija, la alzó mientras la felicitaba por haber avanzado tanto, Eunhee solo reía por la voz de su padre.

—Lo has hecho excelente, te daré una paleta de esas que tanto te gustan.- El pelinegro besa la mejilla de su hija, entusiasmado.

—Creí que habíamos llegado un acuerdo sobre consentirla.- Dice Hyukjae poniéndose de pie.- Sacude su pantalón y va tras su esposo quien ya estaba en la cocina.

—No puedes recriminarme, tu eres quien mas la consciente.- Se queja el castaño meciendo a la pequeña, toma un frasco de la alacena y lo abre, saca una paleta rosa, sabor fresa, le quita el envoltorio. La pequeña estira sus manitas y mueve los deditos, con los ojos negros brillantes de emoción.

—No la lleno de azúcar, es pequeña. Quedamos que serían dos golosinas a la semana hasta que cumpliera el año.- Hyukjae se cruza de brazos y Donghae le da la paleta a la bebe quien se la lleva a la boca, no sin antes llenarse las mejillas de dulce.

—Y es la segunda, vamos no le damos mucho.- El joven omega sonríe acercándose a su esposo, lo besa y le da a la bebe quien gustosa se va a los brazos de su padre.

—Eres una nena consentida ¿Cierto?- Dice Hyukjae apretando las mejillas de su hija, Eunhee ríe con fuerza, su dulce risa es melódica y rica como la de cualquier bebe. Llena de vida.

Donghae deja a los dos en la cocina y va a buscar el bendito portabebé, su madre los había invitado a cenar para celebrar el décimo mes de nacida de Eunhee, tenían tiempo para llegar pero debían irse pronto, en ocasiones el tráfico era demasiado pesado.

El moreno recorrió casi toda la casa sin éxito, rebuscó en cada habitación, en el pasillo, la biblioteca y hasta el Cierto de lavado pero no había nada, la cosa esa parecía haber desaparecido, salió al jardín, lo escaneo sin encontrarlo y se cruzó de brazos exasperado. El día de ayer lo habían usado para ir al mercado ¿Como lo habían perdido?

Entró de nuevo a la casa, esperaba que Hyukjae aún no estuviera listo, pero con lo metódico y organizado que era su esposo ya estaba sentado en el sofá, con la pataleta lista y los biberones dentro de ella, limpiaba con una toallita húmeda las mejillas pegajosas de Eunhee, con cuidado.

—¿Estas listo?- Pregunta el alfa viendo el reloj en su muñeca.

—Ya casi.- Responde sin más saliendo por la puerta lateral directo a la cochera. Se dirigía a encender el auto solo para ganar tiempo pero vio en el asiento trasero lo que tanto buscaba, la silla de la bebe estaba asegurada al sillón trasero, tal como debía.

Al parecer no la retiro después de venir del mercado, suspira aliviado al darse cuenta que no la había extraviado, que bueno que Hyukjae no se sabe la historia de la vez que la olvido en el autobús, lo colgaría vivo.

—¿Estas listo?- Pregunta por segunda vez su esposo, lo hace saltar en su usar asustado y lo ve con los ojos abiertos antes de sonreír nerviosamente, la sensación de que pueda leer sus pensamientos lo asusta.

—Por supuesto.- Sonríe nervioso, se pone de pie y besa a su esposo antes de que éste comenzara a acomodar a la bebé en el auto.

No importa cual desastre sea, Hyukjae siempre estará ahí para apoyarlo, para amarlo y cuidarlo, al igual qué siempre estaría para su hija. Quien diría que de un matrimonio arreglado terminarían amándose y convirtiéndose en una hermosa familia.

Quien diría que el recatado y serio doctor Lee se enamoraría del dulce y descarado omega que fue su prometido, y que tendrían una hermosa y perfecta hija. Quien diría que podrían ser tan felices. La familia Lee.

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Sorpresa, sorpresa. Espero les gustara la historia y el final. No quise largarla y arruinarla así que la dejé aquí antes de que algo sucediera.
Gracias por leer, por votar y a aquellos que comentan, muchísimas gracias siempre los leo (Siempre y cuando Wattpad me mande las notificaciones)

Besos y abrazos 💙

Dulce y Descarado [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora