☔︎Capítulo 3☔︎
Era jueves e ir a la escuela no estaba en mis planes, luego de escuchar la alarma y frotar mis ojos, abrí mis párpados y me acomodé nuevamente, estaba lista para dormir cuando escuché que alguien entraba a mi habitación.
—Jade, ¿no irás a la escuela? —preguntó mi tío.
—No.
—No vamos a presionarte, sabemos que esto es duro para ti. Pero si necesitas algo o alguien sabes que todos estaremos aquí para ti. —Informó con una leve sonrisa.
Asentí.
Él se retiró, y yo seguí durmiendo. Desperté a las doce del mediodía y no tenía apetito, tampoco sentía la necesidad de ponerme de pie y hacer algo divertido, así que tomé mi celular para escuchar música. Tenía una llamada perdida. Cuando me dirigí hacia la barra de notificaciones para ver quién había estado llamándome, sentí como mi cara de dormida pasó a sorprendida en menos de dos segundos. La llamada era de Adrián y junto a ella tenía un mensaje de texto.
Adrián.
"Iré a tu casa después de clases." 11:00 am
No dude en devolverle la llamada, pero no contestó, marque de nuevo y respondió uno de sus amigos.
— ¿Jade? Adrián no está por aquí ahora.
—Hola Roy, ¿no está cerca?
—Sí, pero esta algo ocupado con Melissa.
— ¿Con Melissa?
—Sí, ¿Quieres que le diga algo?
—No, no le digas nada. —Colgué.
¿Qué hacía Adrián con Melissa? Bueno, eso no era de mi incumbencia . Volví a dormirme.
⁂Narra Adrián. ⁂
Estaba con mis amigos, Bratt, John y Roy, hablando y bromeando, cuando Melissa se acercó a mí y me pidió que habláramos. Me aleje un poco de los chicos y la escuché, minutos después escuché mi celular tocar la melodía que indicaba una llamada y pedí a Roy que contestara aún sin saber quién era.
—Es que no sabes cuánto me gustas.
—Lo nuestro solo era pasarla bien, eso acordamos, Melissa.
—Sí, pero... —La interrumpí antes de que pudiera decir cualquier cosa.
—Pero nada, si no tienes más nada que decir me voy. —Me di vuelta y caminé hacía donde estaba anteriormente con mis amigos.
— ¿Quién estaba llamando? —pregunté a Roy.
—Era Jade.
— ¿No dejó algún mensaje?
—Recuerda porque te acercaste a ella, no te enamores.
—Lo tengo claro Roy, sé lo que estoy haciendo.
—Bueno.
Rato después sonó el timbre y entramos al aula.
Al terminar me dirigí a la casa de Jade. Cuando llegué toqué la puerta, Valentina abrió y me hizo saber que Jade estaba dormida en su habitación, me dejó pasar. Yo subí las escaleras y me encontré con dos puertas, no sabía cuál era la habitación de Jade, pero un cartel que decía "No molestar" me hizo creer que esa era.
La abrí levemente y encontré un largo cabello lacio y negro, sus ojos estaban cerrados y una sábana arropaba su cuerpo, por lo que no podía saber que ropa traía, entré y me acerqué un poco hacia ella para despertarla, pero antes de hacerlo pude notar en su cara las huellas que dejan las lágrimas al secarse.
—Jade. —La llamé con voz suave mientras quitaba el cabello de su cara.
Abrió los ojos con un poco de susto, y llevo una mano a su cara.
— ¿Cómo estás?
—Estoy bien. —Aseguró, pero sabía que mentía.
—No tienes por qué mentir, somos amigos.
—No tienes que actuar como el mejor amigo del mundo ¿sabes?
Tomo una sudadera negra y se la puso arriba de la franela blanca que tenía puesta, mientras la observé, con unos jeans negros ajustados, su cabello cayendo por sus hombros y una pulsera en su mano, es muy linda. La vi ponerse una media y luego unos tenis para luego invitarme a caminar. Salió de la habitación, la seguí. Que quisiera salir me parecía una buena idea para despejar su mente.
Llegamos a un parque donde solo había árboles y bancos. Ella miraba detenidamente cada árbol mientras caminaba y yo la miraba a ella. Aparte la mirada cuando pensé que me miraría para que no se diera cuenta.
— ¿Por qué llorabas?
Ella enfocó su mirada al frente.
—Y aquí vamos de nuevo. —Dijo luciendo fastidiada.
—Sé que sí.
—Si ya sabes que si ¿por qué me preguntas? —Respondió enojada.
—Porque quiero que me lo digas. No tienes por qué guardarte las cosas y querer cargar con todo sola.
—No sabes que pasa en mi vida para exigir que te lo cuente todo, ni siquiera sé porque te interesa tanto saber, no debe importarte lo que pase conmigo.
No sabía porque le preguntaba, no me acerqué a ella para ser su amigo. Pero ahí estábamos, frente a frente, sus ojos mirando los míos.
⁂Narra jade. ⁂
Estaba enojada pero no con Adrián, y cuando expresó que podía contar con él las palabras salieron de mi boca sin pensarlas. Me miró fijamente por algunos segundos, no desvié la mirada y la tensión se hizo presente entre nosotros, el dio un paso adelante sin dejar de verme. Me arrepentí de inmediato de haber dejado que llegáramos a ese punto de cercanía. Por eso, di un paso atrás y le dije que ya quería irme a casa, y nos devolvimos. El no entro, se excusó con que tenía que volver a su casa a terminar algo.
*
Cuando me siento mal o solo quiero olvidarlo todo escucho música, eso me relaja y me aleja del mundo exterior. Así que al llegar a casa saque mis audífonos y me lance a la cama. Minutos más tarde sentí como alguien quitaba los audífonos de mis oídos, giré la cabeza y encontré a Valentina de brazos cruzados mirándome, esperando una explicación.
— ¿Qué pasa? —Pregunté a Valentina.
—Sales con mi cuñado, vuelves en menos de media hora, te trancas en tu habitación a escuchar música y me preguntas a mí que pasa. Te conozco Jade, y sé que pasa algo de lo que no sabes cómo hablar, pero está ahí.
—Es Adrián.
— ¿Qué pasa con él?
—Es que... —Dudé en contarle a Valentina lo que había pasado, no quería que pensara cosas que no son, pero igual necesito hablar de lo que siento con alguien —No sé, hoy las cosas estuvieron tensas entre nosotros.
—¿Él no te gusta?
—No sé si quiero permitirme sentirme así, Adrián se comporta así con todas, y su único objetivo es conseguir una tras otra. Como si de un trofeo se tratase.
— Tienes que darte una nueva oportunidad, no puedes cohibir tus sentimientos así.
—Sí, supongo.
—Bueno, cuentas conmigo para lo que sea ¿lo sabes no?
—Lo sé, mi copito versión femenina y de carne y hueso. —Confesé divertida.
En la vieja película "Juego de gemelas" que tanto me encanta, el muñeco de Anne que nombró "copito" estaba con ella a pesar de todo, era como su único y más leal amigo. Por eso al escuchar las palabras de Vale me sentí así.
—Es lo más lindo que me has dicho en seis años. También eres mi copita —dijo, se veía a kilómetros que las lágrimas querían salir de sus ojos.
—Ya, mucho cariño por hoy. —Sin importar mi aviso se lanzó hacia mí y me abrazó.
—Te quiero.
—Yo también, pero ya basta.
—Bueno ya, me voy a mi habitación. —Informó mientras se ponía de pie. —Por cierto, mis papás nos quieren decir algo a la hora de la cena, dijeron que es una noticia importante para nosotras, suena serio. — Y salió de mi habitación.
Cuando mi celular sonó. Era un número que no tenía agendado en mis contactos. Contesté y esperé a que la otra persona hablará.
—Hola Jade. —Habló una voz masculina que me pareció vagamente familiar.
— ¿Hola? —conteste confundida.
—Soy Jonathan, nuestros tíos me dieron tu número de celular. Pero estaba dudando en hablarte. ¿Cómo estás?
Mi cara cambió inmediatamente al escuchar su nombre, jamás imaginé que me llamaría.
—Oh, hola, Jonathan. Estoy bien ¿y tú? Lamento no haberte contactado antes es que aún estoy procesando esto.
—No te preocupes no hay problema, entiendo. ¿Quieres hacer algo mañana?
—Si, eso suena bien.
— ¿Cine?
—Pero no veré ninguna película romántica o de acción.
—Gracias al cielo, a mí tampoco me gustan las cursilerías. —Dijo mientras reía.
—¿Mañana a las 5:00?
—Sí, yo paso por ti.
—Me parece bien, adiós.
—Adiós, Jade.
Colgué el teléfono y me dirigí al baño para darme una ducha y luego dormir un poco. Hasta que Valentina me despertó unas horas más tarde. Trataba de abrir los ojos y entender con claridad lo que me decía Vale, la miré y me levanté para bajar a la cocina donde estaban mis tíos. Sus caras serias me hacían creer que me iban a regañar. Al tomar asiento se miraron el uno al otro, y luego nos miraron a mí y a Vale.
—Hay algo que deben saber. Su tía y yo nos iremos de viaje dos años a París.
Valentina y yo nos miramos impactadas
— ¿Cómo que se van de viaje por dos años a París? — habló Valentina algo enojada.
—Asuntos de trabajo, al principio no aceptamos, pero ustedes ya son grandes y creemos que pueden estar bien sin nosotros. Esto nos conviene y vamos a enviarles dinero semanalmente para los gastos suyos y de la casa. ¿Están de acuerdo?
Yo sí, pero Valentina no estaba convencida de que sea una buena idea. Aunque ellos insistían en que estaríamos bien y nos hablarían día por día. Llegó el momento donde se abrazan, dicen que se aman y yo, que era la peor persona para eso, pues odiaba esos momentos, me quedé en mi asiento observando un pedazo de bizcocho de chocolate que estaba sobre la mesa. Sabían mi intención e insistieron por un abrazo.
—Tengo algo que hacer, buenas noches. —dije rápidamente mientras me ponía de pie para ir a mi habitación. Al subir dos escalones pude escucharlos reír. Me giré y mi mirada encontró un retrato que me gustó haber visto. Mis tíos abrazaban a Valentina, en sus ojos se reflejaba el amor que sentían por ella. Jonathan y yo jamás tuvimos eso. Me puse sensible y seguí el camino a mi habitación. Cuando recordé que no había comido supe que no podía dormir así, me dirigí nuevamente a la cocina, me serví en un plato y busqué soda en la nevera.
—Segura ¿que no quieres acompañarnos?
—Segura, que descansen, adiós.
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Bajo la misma tormenta [✔]
RomantizmAbandonada, maltratada, cansada de la vida y los demonios sobrevivientes de su pasado, Jade es una chica encerrada en su propia burbuja, en su propio mundo. Adrián es todo lo contrario, popular en la secundaria, guapo y una sonrisa encantadora. ¿Qu...