Love of my life •Frerard•

Capítulo 11

Gerard sentía la necesidad de pasarle su número de teléfono a Frank, porque ya no lo odiaba como antes, es decir, pensaba en que podían ser amigos y llevarse muy bien. Sabía que su relación no había terminado del todo bien, pero eso ahora había quedado atrás.

No le dijo nada a su hermano Mikey sobre que le pasó su número de teléfono a su ex esposo, no lo veía del todo conveniente. Pasó una semana, y en ese tiempo Frank y él hablaron por mensajes, se preguntaban qué tal estaban y qué cosas hacían, se mandaban memes, fotos sobre lo que comían, Gee le mandaba fotos de sus dibujos y Frankie lo felicitaba y mandaba emojis de una carita enamorada, también se mandaban audios largos contando cómo estuvo su día... Y fue justo ayer en la noche que a Frank se le ocurrió invitar a Gee a su casa para cenar, obviamente aceptó, no veía nada de malo en eso.

— Wow, Gee. Te ves muy bien, ¿Acaso saldrás con Bert?— Le preguntó Mikey con una sonrisa en sus labios, ya que vió muy arreglado a su hermano mayor, quien sonrió tímido, no le diría a dónde iría, eso no.

— S-Si — Mintió algo nervioso, jamás había sido muy bueno para mentir.

— ¿De verdad?, ¿A dónde irán?

— No me dijo, me quiere llevar a cenar por ahí — Tomó su teléfono celular y su billetera algo rápido para poder irse.

— ¿Te viene a buscar?

— N-No, me lo encuentro a un par de calles. Adiós, Mikey — Se despidió bastante rápido.

Mikey notó extraño a su hermano, aún así no dijo nada porque pensó que estaba llegando tarde a su cita, así que lo mejor era dejarlo ir sin hacer tantas preguntas.

Gerard salió lo más rápido posible de la casa, dirigiéndose a la de Frank que no quedaba tan lejos, sólo algunas calles. Con cada paso que daba se arrepentía, no sabía si hacer esto era lo correcto... No sabía si estaba bien ver a su ex esposo después de lo que le había hecho. Pero el pelinegro había escuchado por ahí que perdonar aliviaba tu alma. Ya no podía arrepentirse, estaba caminando hacia la casa del hombre que era el amor de su vida.

— ¿Por qué, Gee? — Le preguntó su hermano menor bastante preocupado, no quería que Gerard se vaya a otra ciudad así de la nada por un tipo que conocía hace meses.

— Papá y mamá no me aceptan como soy. No tengo otra opción, debo irme y hacer mi vida — Explicó bastante triste tomando su ropa y guardando ésta en su maleta. Sus padres se habían enojado mucho cuando les dijo que le gustaban los hombres y estaba de novio con uno, se pusieron locos, así que la única solución a este problema era irse con su amor, quien le propuso ir a Nueva Jersey para tener una vida mejor.

— P-pero no puedes dejarme... — Dijo Mikey apunto de llorar, realmente no quería que su mejor amigo se vaya de su lado por culpa de sus padres, a quienes les importaba un carajo lo que ellos hicieran de ahora en adelante.

— Mikey... — Dejó lo que estaba haciendo y se acercó a su hermano menor, el joven de dieciséis años estaba al borde de las lágrimas, y Gee también — Quiero que vengas conmigo.

— No... No puedo dejarlos, no puedo.

— Pero podemos vivir en casas diferentes si no quieres estar junto a Frank, yo pagaré tus gastos y... podrás terminar la secundaria.

— ¡No, Gee!, ¡Vete y no vuelvas! — Gritó muy enojado con lágrimas en sus verdes ojos, se sentía terriblemente mal por todo lo que estaba pasando. Salió corriendo de allí, dejando a Gerard con el corazón roto en mil pedazos por el mal que le estaba haciendo a su hermanito menor...