Cap 72

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Nunca sabes con que día laboral puedes encontrarte, siendo una profesional de la salud especializada a la neurociencia, cada día es una desafío nuevo. Es cierto que a veces hay mucha tranquilidad en el piso, y otras que corremos por tantos pasillos de ese exageradamente gran edificio que puedes volverte un poco loca, el Dra Calle sonando por los parlantes para estar presente en varias habitaciones a la vez... es un poco aturdidor.
Aún recuerdo mi primer día, soy una persona que odia llegar tarde a los lugares y esa noche estaba tan entusiasmada que no había logrado pegar un ojo en toda la noche y entré al hospital con dos horas de anticipación y si, terminé llegando tarde, me perdí.

El caso Garzón, lamentablemente era más común de lo que parece, choques con grandes e importantes golpes en la cabeza que causan hemorragias, hematomas, fracturas entre otras llegaban muchos al hospital. Maria José había sido sometida a una operación de forma inmediata e hicimos todo lo posible, pero el daño era muy grande, ella cayó en un coma que duro más de un año, y pensamos que había mejorado, pero tuvimos que inducir un coma para poder controlarla y despertarla cuando viéramos resultados favorables. Con el tiempo de a poco fuimos disminuyendo la medicación con la esperanza de que despierte de la mejor manera.

Su familia era una de las pocas con las que tenía tanta relación, ya que muchas familias aparecen solo al principio, luego van desapareciendo y solo esperan el llamado desde su casa, era muy triste ciertamente, pero esta chica estaba llena de gente que realmente la amaba. Podía imaginar que para que esto sea así, esta paciente seguro era amorosa, amable, compañera y humilde. Así que siempre que ellos no podían venir, que a decir verdad eran muy pocos los días, pasaba yo a verla, simplemente la sentía parte de mi ya.
Cuando estaba a solas con ella podía sentir una paz increíble en la habitación, me sentaba junto a ella mirando la hermosa vista que tenia, solía leerle a diario, historias, cosas de mi persona favorita, hablarle y contarle como iban sus tratamientos. Muchas veces sentía que me escuchaba, aunque dado a los estudios solo era mi parecer. A menudo compartía largas charlas con Vale, si bien nos llevábamos varios años de diferencia era una mujercita super empática y era agradable conversar con ella, al igual que su madre.

Nadie se iba a esperar lo que pasó en el momento en que ella despertó. Si es cierto que todos lo esperábamos con ansias, incluso yo. Siempre que un paciente despierta te da una chispa de alegría en el corazón, esperanzas de que sus vidas puedan volver a lo que eran antes. Pero haber sido parte de su "sueño" me parece rarisimo, según yo, no nos conocíamos de antes, capaz en algún momento simplemente nos cruzamos y quedo mi rostro en su subconsciente, pero porque me dijo "mi amor" que fue lo que paso en su mente...?

Esa mañana me despertó el motivo de mi felicidad, ese pedacito de alegría por el que no puedo dejar de sonreír con tan solo verla. Mi vida cambio completamente desde que ella llegó, no pedía más nada. Admirarla con esa carita de dormida era mi cosa preferida. No podía pasar un día sin hablar sobre ella, un orgullo.

-Mami, la ía Lau etá acá y vosh sheguís en la cama jajaja -Esa sonrisita si que me volvía loca-
-Ya me levanto bebé, decile a la tía que me espere que me baño y salgo...

Laura era mi mejor amiga desde que tenia memoria, ella siempre me bancó en toda mi carrera y con todo esto de la maternidad, siempre supe que en ella había un interés más allá de la amistad, y es cierto que hemos tenido algunas citas o encuentros románticos, pero en este momento amo estar con Sara y trabajar para darnos nuestros gustos, así soy muy feliz y bueno como ella trabaja en el hospital de noche siempre cuidaba de Sara en las mañanas hasta que llega mi mamá.

Sara Antonia Calle, ella llegó a mi vida en el peor y mejor momento, podría decir. Juana, mi mejor amiga era su verdadera madre, ella tenía cancer y sabía que no iba a sobrevivir al parto, y por más de que la intentara convencer de que abortara a ese bebé y se cure ella, no quiso, la apoyé por más de que fuera lo mas doloroso para mi, y se fue, dejándome a mi como la tutora legal de su hija. Sus padres la abandonaron en cuanto se enteraron de su embarazo, y en un arranque de bronca firmaron papeles de acuerdo con mi futura maternidad, ellos decían no querer al fruto de una borrachera, jamás dejarían de ser sus abuelo, y eso siempre me daba miedo, miedo de que me la quitaran, aun que mis abogados dijeran que eso era imposible. Sara era mi responsabilidad desde antes de que la tuviera en mis brazos y desde que le prometí a mi mejor amiga que yo la cuidaría no dejo de hacerla feliz cada día. Hoy, ella tiene 4 años y sabe que soy su madre pero también sabe que tiene otra mami en el cielo que la ama y la cuida, todas las noches rezamos y mandamos amor a Juani.
No fue fácil cuidar a una bebé sola con 28 años, pero yo si tengo toda una familia que me apoya y que aman a Sara como si fuera realmente mía.
Todos saben de ella, cuando se queda en la guardería al recogerla siempre me hablan de lo educada y tierna que es, y eso es completamente cierto. Sara se ganaba a cualquier persona con solo mirarte a los ojos y sonreírte.

En ese momento, Sara desayunaba frutas mientras miraba los dibujitos y yo conversaba con Laura como siempre, ella me contaba como iban sus pacientes y yo los míos. Todos las mañanas eran igual, solo que a veces tomaba té, o que a veces Laura me robaba besos cuando me iba, con cuidado de que Sara no nos vea. Ella decía que me entendía, pero en realidad lo hacia?

Sali rumbo al trabajo como siempre con un poco de música para el camino, con tranquilidad fui a ver a todos mis pacientes, cuando veo a la madre de Poché salir a buscarme, Mi paciente favorita había despertado.
Empezó a decir muchas cosas, Valen le contó lo sucedido en el accidente bajo mis NO recomendaciones de hacerlo. Y ahí todo comenzó.

Luego de todo el alboroto, les pedí a todos que salgan quedándome con Poché y una enfermera, quería revisarla, estar al tanto de que esté bien. La noticia podría haberle impactada y estar un poco en shock, al igual que lo estaba yo.
Me acerque, apoye mi estetoscopio en su pecho, ella me miraba con tanta intensidad que me ponía un poco nerviosa a decir verdad.

-Sabes frutita, sos mas hermosa de médica.
-Levante la mirada y la tenia muy cerca o eso sentía yo- Dra Calle, Daniela como mucho - intente ser cortante, pero sus ojos verdes y esas sonrisa luego de lo que dije, flaquearon un poco mis piernas-
-Buen intento, pero tu rubor no se puede ocultar en ninguna de mis fantasías contigo.
-Deberías ser más respetuosa con tu doctora, sin contar de que usted y yo no nos conocemos. -Dije acomodando el elemento anteriormente usado sobre mi cuello para alejarme y anotar su palpitaciones sobre la historia clínica-
-Si supieras en realidad CUANTO nos conocemos, no me creerias. -Volví a levantar mis ojos en dirección a ella con asombro, maldita su sonrisa como si esto lo estuviera disfrutando-
-Recuerda que solo fue tu imaginación Maria José... -Digo para finalizar la conversación y ya dirigirme con la enfermera hacia la salida-
-Maldición Calle, me encantas. -No pude evitar sonreir al cruzar la puerta-

CORAZÓN LEALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora