Pídemelo

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*Calle*

Escuché desde la cocina, en donde estaba escondida, como Poché entraba a la casa muy lentamente, la vi caminar hasta la pieza guiada por los pétalos de rosas y agarrarla foto y la carta, ese fue el momento en que decidí acercarme, con cuidado de no hacer ruido, para que no se viera interrumpida su lectura, vi como secaba sus lágrimas y decidí decirle...

-Debo decir también, que te ves demasiado hermosa hoy.

Empece a caminar hacia ella, no sabia como iba a reaccionar ya que la veía llorando, pero de un momento a otro corrió a mi y junto sus labios con los míos, Dios como extrañaba estos labios, y mas cuando estaban pegados a los míos, su lengua me pidió permiso para danzar libremente con la mía, y acepté mas que gustosa, era un beso necesitado, lleno de amor y deseo que se fue intensificando poco a poco, lamí sus labios con mi lengua para luego seguir jugando con la suya.

Fui bajando mas mi mano, de su cintura al limite de su blusa, y me tome el atrevimiento de meterla debajo de esta para tocar su piel, tan suave y tibia, fui levantándola lentamente, quería que esto fuera puro amor, darle a entender que no es un juguete para mi, una vez que saque su blusa me quede mirándola, llevaba un corpiño de encaje negro muy lindo, pude escuchar una sonrisita de parte de ella y continue con mis besos en su cuello mientras mis manos acariciaban su espalda, buscando la manera de deshacerse del bello corpiño, fui empujando despacio a Poché sobre la cama hasta que quedé encima de ella, admirando ya sus hermosos pechos al descubierto, pegué mi nariz a su cuello e inhalé su delicioso perfume, bese y lamí esta zona, notando como ella se tensaba a mi tacto, baje para saborear su exquisita piel, sus pechos tan perfectos, chupe y mordí suavemente su pezon, causando que ella gimiera y cerrara los ojos a la vez que con mi otra mano me dedicaba a prestarle atención al pecho libre, succionaba su pezon ya erecto mientras Poché gemían y se agarraba de las sabanas con fuerza, sentí su mano querer levantar mi remera y terminé por sacármelas junto a mi brasier, los ojos de Poché eran dos bolas de fuego.

Sus manos empezaron a masajearme los pechos, esto me excitaba de sobremanera, me dió vuelta para ahora ella jugar con mis pezones, no perdí tiempo y desabroche su short con el poco poder que tenia en este momento a causa de la excitación, metí mi mano dentro del short y pude notar lo mojada que ya se encontraba Poché, estaba preparada para mi, volví a tomar el control, sacándole el short y su diminuta tanga, que hacia una perfecta combinación con su brasier, mis besos bajaron de su vientre tan plano a su intimidad, recorrí mi lengua por toda su entrada, de arriba hacia abajo, jugando con mi lengua sobre su clítoris, la mordí suavemente y Poché gimió tan fuerte de placer que de solo escucharla sentía que iba a acabar.

-Vamos Poché, pídemelo...
- Necesito sentirte dentro Ya, por favor...
-Tus deseos son ordenes princesa.

Metí dos dedos dentro de ella bruscamente, los sacaba y los metía con rapidez, mientras ella se encorvaba del placer, subí mi boca a sus pechos, mientras mis dedos hacían su trabajo, agregaba otro, sentía a Poché clavarme sus uñas en la espalda y las paredes de su tan rica vagina apretarse contra mis dedos.

-Aah Calle... -Decía con su respiración muy agitada- Me voy a venir.
-Vente amor, vente para mi...

Sentí como se vino para mi y se relajó contra las sábanas, saqué mis dedos de su ya muy mojada intimidad y me los lleve a la boca para lamerlos mientras ella me miraba.

-Sos tan deliciosa bebé...
-Vos sos lo mejor que me paso -dijo y empezó a besarme quedando encima mío-

*Poché*

Me desperté y sentí un viento fresco proveniente de la ventana por la cual ya entraba bastante sol, miré a mi costado, y estaba la octava maravilla del mundo a mi lado desnuda, lo que me hacia acordar a la maravillosa noche que tuvimos, no puedo dejar de pensar en que hizo todo esto para mi, simplemente para que la perdonara, mi corazón estaba tan enamorado de Calle ya, que dudaba que en algún momento la deje ir.

Me levanté despacio, fui al baño y me dirigí al placard, vi que estaba toda mi ropa, que hacia esto acá? Me preguntaba, agarré mi remeron de Batman que me llegaba por debajo de mi cola, me acerque a la ventana y guau que esto era realmente bello, estábamos tan cerca del mar que se me erizaba la piel, el sol brillaba mucho, me quedé admirando esta belleza cuando sentí unos brazos rodear mi cintura.

-Amor, amo verte desnuda pero te vas a enfermar, esta fresco...
-Y yo amo cuando me decis amor...
-Amor, amor, amor
-Te comería esa boquita tan linda que tenes...
-Y que estas esperando?

Sentí sus labios sobre los míos, y tengo que decirlo, Calle vestida es mi debilidad pero desnuda, Oh my Dios.

CORAZÓN LEALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora