Rosalie aún alucinaba con las historias que su hermana inventaba desde hacía dos años. Si en otra ocasión le hubieran preguntado si al estar expuesto a tormentas eléctricas se podría desarrollar una enfermedad como la de creerse sus propias mentiras, o soñar con universos o reinos o mundos alternativos... En otra ocasión habría dicho que no. Pero ahora empezaba a dudar... Su hermana era prueba de ello. Dos años hacía que inventó la primera historia sobre un dios del trueno rubio de ojos azules que encontró en medio de su investigación sobre tormentas. Después vino su desaparición, nadie sabía dónde estaba. Se realizaron búsquedas y rastreos de trata de blancas... durante más de dos meses, Rosalie lloró todo aquél tiempo, creyendo a su hermana muerta. Para que luego apareciera sorprendentemente, más feliz que una perdiz. En aquél momento Rosalie juró que la mataría con sus propias manos, la encerraría en el sótano más profundo y no la dejaría salir en lo que le quedaba de vida. Ahora tendría que enfrentarse a esas "personas" que salían de la mente de su hermana pequeña...y afrontar una vida que en absoluto creía que pudiera vivir... Y lo intentó. Bien sabe Dios que lo intentó...