HASTA QUE TE CONOCI

CAPÌTULO 27 DIAS DE VISITAS

Después del cementerio, Carla volvió a su casa que estaba en el centro de Seattle, normalmente salìa a comer en la plaza comercial, notó con una sonrisa que más delante de la plaza había un consultorio médico, al ver quienes eran los médicos pediatras, suspiró, su yerno estaba en letras grandes, Christian Grey Treyvelan, pero también viò el nombre de Elliot King Salt, los padres de Elliot eran sus grandes amigos, si los hubiera visitado después del fallecimiento apócrifo de su familia, se hubiera dado cuenta de la impostora, ahora sería bueno ir a visitarlos, ya no había nada que le impidiera visitar a la familia King.

Al llegar Carla a la casa de los King, la recibieron con alegría, tenía mucho tiempo de no visitarlos, ella contó a grandes rasgos lo que estuvo haciendo fuera del país, sin embargo los señores King le comentaron que la vieron en los sepelios de Alan y Raymond, ella les confesó que no era ella, y detalló quien era la usurpadora, que de echo Ana su hija no sabe de su existencia, conoce a otra Carla y por ello pidió apoyo a la familia de su novio, los Grey.

Mientras charlaban llegó Elliot, le agradó ver a la señora May, sabía que era policía pero verla de civil era diferente, salió a la plática si se había casado, Elliot le dijo que todavía había tiempo para casarse.

— Carla, ¿recuerdas a mi vecina Katherine Wonder?

— Si, apenas me enteré que esa chica es mi nuera, bueno la viuda de mi hijo y tengo dos nietos.

— No entiendo señora Carla, ¿Cómo que apenas se enteró que es viuda y tiene dos nietos? Usted convivió con ella y su hijo hasta que el falleció, o de que me perdí, sus caras son de desconcierto, pero realmente el desconcertado soy yo.

— Tus padres te explicarán con detalle más tarde de todo, pero dime Elliot ¿Qué tiene que ver mi nuera que no te hayas casado?

— Porque mi hijo siempre ha estado enamorado de ella, por eso no se ha casado, ya le dije que la olvide, hay chicas hermosas e inteligentes que andan detrás de él, pero es bien testarudo.

— No la conozco personalmente, sé que fue novia de mi hijo, se casaron escondidas por la situación que le platiqué a tus padres, y ahora está escondida por miedo a mí, más bien a la otra Carla.

Después de aclararle a Elliot la situación actual de la familia Steele, su corazón tenía una esperanza de reconquistar a Katherine, no le importaba si tenía gemelos, le agradaban los niños por eso era pediatra, solo esperaba que ella quisiera corresponderle, si recordaba la promesa que le dio en matrimonio simbólico con los anillos.

Carla salió de noche de casa de los King, se fue a descansar, se respiraba tranquilidad y a la vez zozobra, necesitaba que su hija y nuera supieran la verdad, se levantó a las diez de la mañana, se bañó y volvió ir a la plaza a desayunar, ese día se propuso hablar con la familia Grey, tranquila entró al baño del restaurant para lavarse la boca, ya no podía estar lejos de su hija y que supiera la verdad, fue directamente al despacho del abogado Grey.

— Buenos días señorita Angélica ¿Estará desocupado el abogado Grey?

— Perdón ¿La conozco?

— Si, solo por vía telefónica, soy la verdadera Carla May Wilkes.

— Mucho gusto señora, permítame, está en una llamada con su esposa, este foquito me indicará cuando haya terminado la llamada y la comunico, en estos momentos no tiene audiencias hasta la tarde, creo que no hay problema para recibirla.

— Que amable, espero.

— Puede pasar a la sala de espera, hay televisor por si gusta verla, o estéreo si desea música, ¿le ofrezco café, té, agua?

— No gracias, acabo de desayunar, prefiero escuchar música gracias.

Carla no tardó mucho la espera, la secretaria le informó que pasara, Carla apagó el estéreo y de inmediato entró al despacho.

— Un gusto conocerla colega, gracias por su apoyo para que el caso de su hija tuviera un final positivo.

— Mucho gusto en conocerle y agradecer el apoyo a mi hija, sin ella y usted no hubiera existido la posibilidad de saber lo que estaba sucediendo en mi familia.

— Sé que esto no fue fácil para usted y su hija, y eso que todavía Ana no sabe de usted.

— Cuando su investigador me mandó el WhatsApp, pensé que era una broma, es un gran abogado e investigador, al leer y oír las grabaciones me quedé en shock, no le miento, leí, oí todo como cinco veces, pero lo que más me destruyó por completo y eso no perdoné, fue que mi propio hijo me acusaba de incesto y violación, la substitución de esa mujer me quitó todo realmente, el estar con mi esposo sus últimos días de vida, mi podre hija sola sin que nadie la apoyara, bueno, tengo entendido que José y Mía, siempre han estado a su lado y se los agradezco, pero ya no existe esa Carla May Wilkes, ya no nos hará daño nunca más, mucho menos a mi nuera y nietos.

Abogado, vengo a implorar su valioso apoyo, necesito que hable con mi hija y nuera y les cuente la verdad, quiero que ellas estén en año nuevo conmigo, quiero convivir con mi hija y mis nietos, ya no puedo vivir sin ellos y pensar que me tienen miedo, no puedo con esto por favor, ayúdeme.

— Si gusta puedo hacer la llamada en este momento, explicarle a Ana como terminó todo el caso y poder demostrar que su verdadera madre sigue viva, no sabemos cómo reciban la noticia que usted está viva, Ana no es ingenua, ella supo desde que fue a Georgia y encontró a su nuera ahí escondida con otro nombre, que la mujer que decía ser su madre no lo era, por ello se puso grave cuando fue a la comandancia a buscar a su supuesta madre, ya que le pedí una identificación para hacer valer el testamento, ese tema también ya está en sus manos, le dijeron que usted se fue a trabajar a la cárcel de California hace más de diez años, por lo cual no había registro de otra persona con su homónimo, en ninguna comandancia del país, entro en crisis y se puso muy grave su hija.

— ¿Cómo que se puso grave? De eso no me enteré, no aparecen en ninguno de los reportes que me entregaron de mi hija.

— No era necesario comentarlo, pero a Ana le dio una crisis nerviosa que la llevó a una hipotensión, si ella no le hubiera hablado a su compañero José, nunca nos hubiéramos enterado de su existencia y ella hubiera muerto.