CAPÍTULO 8 AMISTAD

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Pensando bien las cosas, la doctora Steele no iba dejar pasar esa oportunidad de convivir con el joven Grey, era poca ropa obscura la que tenía en su closet, sin embargo toda era de buen gusto, el atuendo que utilizó en el funeral y sepelio de su padre, no era nada comparado con lo que iba llevar puesto, quería llamar la atención del joven aunque fuera por un día, eso no cambiaba sus planes de irse de vacaciones, de todos los sitios que vio para descansar, uno en especial le llamó la atención, ¿Por qué? Ni ella lo supo, solo sintió esa corazonada de asistir a ese lugar de vacaciones.

Christian estaba desesperado, ya habían llegado varios de los invitados, entre ellos el director del hospital, los doctores y sus esposas, José Rodríguez, John Flinn, Jason Taylor, su amigo y socio Elliot, los enfermeros Aníbal, Susana, Wally, pero faltaba la principal que él quería ver, ya tenía movilidad e iba a trabajar sin excederse de hacer esfuerzos físicos, como cargar a los niños para pesarlos, Christian pensaba que ya no iba a llegar. 

En el gran jardín de la casa de sus padres donde él también vivía, llamaron para pasar a comer, en la cabecera estaban el señor Carrick, a su derecha su esposa Grace y a la izquierda Christian, con esperanza de que llegara, dejó un lugar solo a su lado, los demás se colocaron con sus respectivas parejas y los que no tenían parejas.

Ya que estaban sentados, la imagen de una Anastasia aun no recuperada, pero hermosa como era, interrumpió a todos al lado de la ama de llaves.

— Buenas tardes a todos ¿puedo acompañarlos?

El primero en pararse e ir por ella fue Christian, se supone que no debe de hacer movimientos bruscos, pero eso no impidió llegar hasta ella, e invitarla a sentar a su lado, todos con una rápida palabra de bienvenida volvieron a tomar asiento, ya que los caballeros se pararon al verla, todos sin excepción descubrieron que esa pareja estaba enamorada, sobre todo por la mirada, Ana al saludar y preguntar si los acompañaba, sus ojos fueron directos a Christian, el movimiento zagas y el semblante del anfitrión, no pasó desapercibido, sobre todo al ver a la doctora Steele vestida de negro pero provocativa.

Después de comer, todos sin excepción pasaron a una gran sala para tomar el café o té, la mayoría saludó a la doctora Steele para darle ánimos, nuevamente fue notorio como Christian la acaparó después de que la saludaron, sobre todo los señores Treyvelan, las miradas entre los dos era mágica y parecía que no existían nadie más, Anastasia se sentía cómoda en ese lugar, a pesar de su dolor visto por todos. 

Christian le dio el pésame por lo de su padre, la quería abrazar pero se vería más elocuente, solo le tomó su mano y la besó en la mejilla, esa carga eléctrica entre ellos quedaría en sus corazones, después hablaron de todo un poco, Ana le informó que se irá de vacaciones a Georgia, sentía que era conveniente para ella, él todavía no le decía en que trabajaba y ella pensó, que Christian se escaparía con ella como lo soñó tantas veces.

También hubo interrupciones de sus compañeros de trabajo, Christian no se molestaba, al contrario, quería conocer a la doctora Steele fuera del hospital, sin dar órdenes e ir y venir para todos lados, vió con agrado que José y su esposa la querían como hermanos, por lo menos sabía que él en parte la protegería, sobre todo que estaba al tanto de lo que el doctor Jack quería hacer, lo que no sabía Christian ni mucha gente, era de la restricción en cualquier ámbito que estuvieran Anastasia y Jack, Anastasia estaba conciente de lo que Jack siempre ha querido con ella.

Así pues todos pasaron una tarde y noche fabulosa, los anfitriones fueron espléndidos y muy amables, pero todo tiene un fin y llegó la hora de despedirse, era lo que menos querían Ana y Christian, todos dieron las gracias y se fueron yendo, Ana con pena al ver que era la última y que sus amigos le desearon suerte con Christian, se despidió de la Doctora Treyvelan y familia, Christian se apuntó a llevarla a su casa, pero ella traía automóvil, se proporcionaron sus números telefónicos, sobre todo para que Christian se acomidiera llevarla al aeropuerto.

Los señores Treyvelan los dejaron solos, él la acompaño del otro lado de su casa, donde dejaron los autos estacionados, al llegar al auto de Ana, ella accionó el control y él abrió la puerta, fue tal su acercamiento que sus labios casi rosan, solo se oyó por parte de los dos un gemido, cerraron los ojos automáticamente, al abrir sus ojos azul y gris se dijeron con la mirada lo que querían, acercaron sus labios y el beso fue lento, después abrieron más sus bocas para que sus lenguas bailaran al mismo ritmo, se separaron por falta de aire, confirmaron por lo menos que se gustaban y atraían, Christian pidió disculpas por el beso, ella sonrojada también pidió disculpas, para salir del apuro, Christian se ofreció a llevarla el día siguiente al aeropuerto.

Los padres de Christian le preguntaron si ya eran novios, esto por el beso que se dieron, pero él con tristeza les dijo que solo fue el impulso de estar los dos muy cerca, les comentó que fue muy correspondido, lo felicitaron por escoger a una gran mujer, pero que le recordara que ella no era solo para jugar con sus sentimientos, si en verdad sentía algo por ella, lo mejor era expresarlo mañana que la llevara al aeropuerto.

Al día siguiente Christian pudo ver que Ana vivía en una casa modesta, pasó a la sala en lo que ella bajaba su maleta, ella no tardó en bajar, su maleta no era muy pesada, Christian se la quitó de las manos, salieron de la casa, Ana cerró bien con seguro, ya había revisado puertas y ventanas bien selladas. En el auto de Christian, iban tomados de la mano, para Ana era mágico ya que de momento venían imágenes que así lo había soñado despierta.

En cuanto llegaron a la sala de espera, Christian no aguantó las ganas de besarla, por lo que antes de que ella se sentara a esperar su vuelo, él la tomó de la cintura y la besó, al separarse había una sonrisa en el rostro de la doctora, aunque todavía en su rostro había mucha tristeza.

— Doctora Steele, más bien Anastasia Steele ¿quiere ser mi novia?

— Acepto ser tu novia, tú eres mi primer novio.

— Eso ha de ser una gran mentira señorita Steele, eres muy guapa y atractiva como para que nadie te pidiera ser su novia.

— Yo no dije que nadie se me había declarado, simplemente nadie era el adecuado, HASTA QUE TE CONOCI.

— Yo tampoco tuve novias, mi carrera, los deportes y mis padres eran todo para mí.

— Y la señorita Leila.

— Ella era mi amiga, casi mi hermana, pero cuando me fui a la universidad y regresé, ella ya no era la misma Leila que conocí, jamás la juzgué, cada quien hace de su vida lo que cree que es lo correcto, ella eligió lo tóxico, sin embargo nuestra amistad seguía, salíamos a divertirnos como siempre, pero ya querer matarme no lo acepto, me duele su muerte porque vivimos muchas cosas juntos, además me enteré que su madre casi mata a mi mamá, hizo bien el director del hospital en poner la demanda por intento de homicidio y lesiones, en verdad te creí que mi madre estaba en un simposium, no podía desconfiar de una persona que cuidó de mi salud.

— Te puedo asegurar que se hizo todo lo posible por salvar a tu amiga, pero se ahogó con su propia sangre, ella llegó más grave que tú.

HASTA QUE TE CONOCIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora