CAPITULO 37 SORPRESA

508 66 0
                                    

Los señores Grey fueron por Ana y Christian al aeropuerto, parecían niños chiquitos contando las anécdotas de los lugares que visitaron, en casa observarían con detenimiento las fotografías y videos que grabaron, ya conocían sus gustos, sus enojos y su verdadero amor que alimentaba el matrimonio. 

Después de que Grace y Carrick observaran en la pantalla todos los lugares que recorrieron, cenaron ligero y al día siguiente tenían que cumplir con su deber.

Ana estaba conciente de levantarse temprano para desayunar con Christian, en el auto de Ana iría Grace a su lado y eso le llenaba de júbilo, no iría sola al trabajo, lo malo era que se tenían que despedir de la casa Christian y ella, esperando verse menos atareados en el hospital como en la clínica-hospital de Christian. Ana llegó con Grace y directamente fueron a tomar un café, Ana no perdona empezar a trabajar sin su cafeína, pero ahora lo hacía con José, Mía, Kate y Grace.

No hubo tiempo en la mañana en platicar sobre su luna de miel, ahora la que estaba más atareada era Kate por su próxima boda, las mujeres le dijeron que no se preocupara, para eso estaban ellas para apoyarla, si bien era cierto que entre Carla y la familia de Elliot, estaban organizando todo, Kate fue con Carla para escoger su vestido de novia, era sencillo pero elegante al igual sus zapatillas, Carla pagó todo, le dijo que era por no haber estado cuando se casó por el civil con su hijo.

Elliot le comentó a Kate que le tenía una gran sorpresa el día de su boda, Elliot se encariño con Theodoro y Raymond, al igual que sus padres, era algo hermoso como disfrutaban los adultos como los niños su nueva vida, que nuevamente tendrá que cambiar cuando se casen Elliot y Kate, apenas se estaban acostumbrando a su casa nueva en Georgia y se vinieron a Seattle, ahora, después de vivir con su Tía y su abuela, vivirán solo los cuatro en otra casa, que está adaptada para esa hermosa familia que se unirán más, después de la luna de miel de ellos dos.

Decidieron irse de luna de miel a Georgia, Kate le platicó a Elliot que era un lugar mágico, eso si, con mucho calor, lo llevaría a muchos lugares que no pudo recorrer con Ana, pero que ella y su hijos lo hicieron en su vacaciones de ella, además la gente es cordial y amable, no hacen distinción a los turistas y puedes caminar libre ya muy tarde por la noche, la delincuencia es mínima comparado a otras ciudades, además las playas son hermosas si se ven por la mañana, por la tarde o por la noche.

Les costó adaptarse ir y venir, Grace esperaba a Ana si tenía una urgencia o viceversa, además que tenían que verse Christian y ella para ir a casa de Carla los viernes, por lo que Ana hizo su itinerario para llevar a Grace a la casa, Ana hacer la pequeña maleta de ropa para los dos días que estuvieran con Carla, sería tres noches y dos días, viernes, sábado y domingo, el lunes se irían a sus trabajos desde la casa de Carla, ese sería el único día que Grace no se iría con Ana.

Todo iba como se había calculado, en casa de Carla convivían con los niños en la piscina, corrían, brincaban y hacían juegos infantiles para los niños, Elliot prácticamente vivía en esa casa, después del consultorio pasaba por Kate a la escuela del hospital y llegaban juntos, se quedaba a dormir con Kate para apoyarla llevar a los gemelos al Kinder, ya se estaban preparando para cuando vivieran solos.

Pasó el tiempo y venía lo mejor, Carla entraría a trabajar y casi no estaría en casa, como policía investigadora, tenía hora de entrada pero no de salida, por lo que muy amable la madre de Elliot se ofreció a ir por ellos al kínder y después pasarían por ellos Elliot y Kate, además estaba en puerta la boda de Kate y Elliot, más la luna de miel, esto quería decir que Christian no tendría tanto tiempo como lo venía haciendo.

Los peques volvieron estrenar trajes, los que les había comprado Kate para año nuevo y la boda de Ana, ya no les quedaban, se estaban desarrollando rápidamente y la ropa la dejaban casi nueva, Elliot estaba contemplando dentro de sus gastos la ropa para sus hijos como él les decía.

 El regalo de Ana y Christian fue cierta, el SPA para los futuros esposos, la boda fue igual que la de Ana, en el mismo salón, solo que ellos no tenían tantos invitados como Ana y Christian, a lo mucho eran cincuenta personas.

Kate saldría de la casa de Carla vestida de novia, Kate le pidió al padre de Elliot si la entregaba junto con Carla, para Kate era extraño el comportamiento de Carla el día de su boda, ya estaba arreglada y faltaba una hora para salir a la iglesia, fue entonces que Elliot le llamó por teléfono y le dijo:

— Amor, te pido de favor que aceptes el regalo de bodas, prométeme que lo harás.

— No te entiendo Elliot, porque lo siento más como ruego que como regalo.

— Porque sé que lo necesitaras, quiero que este día sea el más feliz de nuestro matrimonio.

— Por el amor, cariño y respeto que te tengo, recibo con alegría lo que me tengas que dar, te lo prometo.

— Me quedo satisfecho, te amo, haría cualquier cosa para hacerte feliz siempre, eso nunca lo dudes, te veo en la iglesia amor.

— Si, no sé qué sea, pero muchas gracias.

El teléfono fue colgado y de momento Carla le dijo a Kate:

— Kate, llegó tu regalo de bodas, puedes salir a recibirlo personalmente por favor.

— Si voy enseguida. — Kate quedó impresionada al ver su regalo, no lo podía creer, eran sus padres para llevarla al altar, sobre todo su padre, los tres se miraron sin saber qué hacer, los padres de Kate tenían lágrimas en los ojos, Kate se estaba aguantando para no estropear su maquillaje, pero su corazón latía a mil por hora, no creyendo lo que era el regalo.

— Nos dijo Elliot que podíamos venir acompañarte a tu boda, sentimos mucho haberte corrido de la casa cuando más nos necesitabas, pero ahora sin reproches, supimos realmente todo lo que pasaste y por qué huiste, pero si nos permites entrar nuevamente en tu vida, seremos los abuelos más consentidores de Theodoro y Raymond, que ya tenemos el gusto de conocerlos, gracias a Elliot.

— Kate abrazó a su padre llorando, su madre se unió al abrazo, aún no decía si los aceptaba o no, pero recordó la promesa que le hizo a Elliot y solo dijo Kate:

— Pasen por favor, pediré que retoquen mi maquillaje, no tardaré. — Kate los pasó a la estancia, Carla los recibió con agrado, entre Elliot y ella hicieron lo posible para ese acercamiento importante, sobre todo en la boda de Kate, al subir a la habitación, la chica que la estaba arreglando le pidió que se sentara nuevamente, le hecho gotas en los ojos para quitar la irritación de los ojos, solo tenía veinte minutos para dejarla como estaba antes de llorar.

Kate tomó su teléfono y marcó a Elliot, para darle las gracias por tan maravilloso regalo, solo se escuchó la palabra te amo, por parte de Elliot y colgaron, Kate había confesado a Elliot estar muy triste por no tener el apoyo de sus padres, sin embargo pensó que estuvo mejor que la corrieran de su casa, asì la usurpadora no les podía hacer daño, pero le hubiera gustado más escuchar de ellos, cuenta con nosotros tus padres, ahora es tiempo de perdonarlos y tenerlos cerca.

HASTA QUE TE CONOCIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora