CAPÌTULO 9 REENCUENTRO

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Ana iba en primera clase rumbo a Georgia, no conocía a nadie en ese lugar, pero en algunos de sus sueños veía las hermosas playas, caminaba sola y a veces oía unas voces, no distinguía quienes eran, pero no le daba miedo, al contrario, las risas y las voces eran conocidas sin distinguir de quien eran realmente. 

Además iba con otra aptitud, tenía novio y se sentía diferente, también en su mente seguía el último relato de su padre, como si lo hubiera grabado en su mente, la voz pausada de su padre era como si estuviera viendo una película y la relatara, después le venían las imágenes de su hermano acaecido en los jardines de la universidad, todavía con su toga y birrete puestos, no faltaba mucho para que terminara el convivio, su padre poseía orgulloso los documentos de terminación de estudios.

No pasaba desapercibido para Anastasia que por la profesión de su madre, le daba miedo que algún día la llamaran para decirle que murió en cumplimiento de su deber, la comprendía hasta cierto punto, una profesión que amas nunca la abandonas, ¿Pero porque del abandono de irse de su casa? nunca entenderá a su madre tomar esa decisión, sobre todo que su padre no hubiera hecho nada por retenerla, también vino a su mente que su madre casi no estaba con ellos, recordó que había días que su madre no llegaba por la noche, su excusa eran sus guardias, e igual en vacaciones. 

Sus seis horas y media de vuelo fueron con todos esos pensamientos, sin embargo su vida tendrá otro sentido después de este viaje.

Pidió al taxista que la llevara al Hotel Savannah Marriot, tenía dinero suficiente para darse algunos lujos, sobre todo en vacaciones, así su padre le enseñó ahorrar para disfrutar sus días de asueto, sobre todo tener dinero ahorrado para contingencias fuertes, le decía que si trabajaba con ahínco y ahorraba parte de ese fruto, era bueno planificar un futuro. 

Se instaló y de inmediato llamó de primera mano a su novio que había llegado con bien a su destino, le dio por menores del hotel y el número de habitación, dejando saludos para sus suegros, duraron una media hora platicando, al colgar la llamada para su novio, llamó a sus queridos amigos José y Mía, les platicó que el joven Grey ya era su novio, con alegría le dijeron que en cuanto regrese, festejarían los cuatro el evento.

Al día siguiente, bajó a desayunar al restaurante del hotel, no quería desayunar en su habitación, se levantó a las nueve de la mañana, esos días no tenía que madrugar, trataría de descansar y olvidar su profesión por todos esos días. Lo que no sabía Anastasia antes de pedir su desayuno, era que se iba a topar con alguien muy importante en la vida de ella y su familia.

— Buenos días señorita, soy Eréndira López quien la va atender en su estancia.

— ¿Eréndira López? ¿Tú no eres Katherine Wonder?

— No señorita, me ha de estar confundiendo con alguien más.

— No, tu voz es reconocible, eras la novia de mi hermano, no puede haber error.

— No señorita, yo no tengo novio.

— Por favor Kate, dime a que estás jugando, por favor confía en mí.

— Por favor no me delates con nadie, aquí estoy bien Anastasia, júrame que no le dirás a nadie que me has visto, por la memoria de Alan, por favor.

— Siempre y cuando me digas que haces aquí y de mesera, eres un gran médico, deberías de trabajar en un hospital.

— ¿Vienes sola o con tus padres?

— Vengo sola Kate, mi padre acaba de fallecer hace una semana, pedí vacaciones para pensar que va hacer de mi vida.

— ¿Tu madre viene contigo?

— ¿Por qué ese terror a mi madre, Kate?

— Mira, pide tu desayuno, mi turno termina a las dos de la tarde, después puedes ir a visitarme donde vivo, siempre y cuando tu madre no se entere, júrame que tu madre no debe saber dónde estoy.

— ¿Qué tiene que ver mi madre que tu estés en este lugar? Mi madre nos abandonó a mi padre y a mi desde que murió Alan, me estas poniendo nerviosa, ¿Qué te hizo mi madre?

— Yo sé entonces porque tu madre los abandonó, juró matarme si yo les decía algo, por eso me alejé de ella, sobre todo por....... Pide por favor, no quiero que me llamen la atención.

— Antes que otra cosa suceda, anótame tu dirección y anota la habitación donde me estoy quedando, no me agrada tu cara de terror al mencionar a mi madre, pero te juro que si te hizo daño pagará por ello, eso a nombre de Alan y mío.

Anastasia desayuno no muy a gusto, ¿Qué era lo que tenía que decirle su ex cuñada? sabía que su hermano y ella se iban a casar después de la graduación, pondrían un consultorio juntos, pero como llegó la notificación que habían acreditado el exámen para trabajar en el hospital de Seattle, se pusieron más contentos, de hecho Kate viviría en casa de los Steele, en lo que ahorraban para comprar su propia casa, su padre se los había ofrecido. 

Ana estuvo en el gimnasio del hotel y en la alberca en los que llegaba la hora de verse con su ex cuñada, nerviosa por saber lo que le diría su ex cuñada, Ana preguntó por dónde salían los empleados del hotel, ya que quería darle una propina a Eréndira por sus servicios.

Kate se sorprendió al ver a Anastasia fuera del área de servicios, Ana supo componer él porque estaba ahí, Ana le pidió a Eréndira si le podría recomendar lugares de ese lugar, ya que es nueva en la ciudad, Kate le dijo que la siguiera y ella la llevaría al módulo de turistas. Al salir del área del hotel, Kate abrazó a Anastasia, lloró delante de ella, Ana sobó su espalda acuñándola entre sus brazos.

— Ana, te tengo una gran sorpresa, espero entiendas por qué vivo en anonimato ¿tú madre sigue trabajando de policía?

— Si, no sé todavía que te hizo, pero por el terror en tu voz y mirada, no es nada bueno, además, por lo menos ya tengo un pretexto para venir a Savannah a saludarte, tú hiciste a mi hermano feliz y eso para mí es una gran deuda contigo, sé que a mi hermano no le agradaría verte de mesera, mención honorifica en medicina, por Dios Kate, ni yo lo comprendo todavía.

— La vida no es como la vemos, es como la vivimos, tú no te imaginas quien es realmente tu madre, perdona que hable así de ella, cuando te platique lo que hizo, sé que tú no la querrás igual, solo puedo decirte por el momento que le hizo mucho daño a tu hermano, y lo que te diga te lo dejo a tu criterio, espero no me juzgues por vivir como lo estoy haciendo, es un lugar muy hermoso y tengo lo necesario, además que hoy me has dado una gran alegría.

— ¿Prometes decirme realmente quien es mi madre? Porque la que conozco solo es de nombre, tú sabes que ella y yo casi no hablamos, nunca tuve una plática de madre e hija.

HASTA QUE TE CONOCIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora