CAPÍTULO 3 SENTIMIENTOS.

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A una semana de los acontecimientos del accidente de Christian Grey, e incidente de la doctora Treyvelan, Ana se sentía muy atraída por esa familia, algo estaba pasando en su interior, ya conocía a la doctora Treyvelan en el hospital, sin embargo, tenía mucha atracción por saber el estado de salud de la doctora Treyvelan ya que estuvo hospitalizada una semana,  le otorgaron una semana más para descansar después del atentado, la doctora Treyvelan le pidió a la doctora Steele, que cuidara personalmente de su hijo, si su hijo preguntaba por ella, le pidió que le dijera que estaba en un simposium. El señor Carrick dormía a su lado para cuidarla, durante el día trabajaba y en las tardes cuidaba de su esposa e hijo.

FLASHBACK

— Buenos días joven Grey ¿Cómo se siente hoy?

— Buenos días ¿Estoy en el cielo?

— No joven, usted está en el Hospital General de Seattle

— No recuerdo nada ¿Qué me pasó?

— Déjeme presentarme, soy la doctora Anastasia Steele a sus órdenes, usted tuvo un accidente automovilístico hace una semanas, desafortunadamente su acompañante murió ese mismo día.

— ¡Ahhhhh! Me duele mucho el pecho y no puedo pararme.

— Así va a permanecer varias semanas, le recomiendo que no trate de moverse, como ha notado, las enfermeras o enfermeros lo asisten cuando va hacer sus necesidades, aquí lo principal es que usted no se mueva.

— Disculpe ¿Me ha dicho que Leila a muerto?

— Si, ella tuvo enfisema subcutáneo, dificultad para respirar, además tuvo ahogamiento de su propia sangre. Su cuerpo fue entregado a sus familiares varios días después, pues al tratarse de un accidente automovilístico, se procede a la averiguación correspondiente.

— Disculpe ¿Mis padres han venido a verme? No recuerdo que hayan estado aquí cuando estoy despierto.

— Bueno, tu madre la doctora Treyvelan, fue a un simposium sobre medicina alternativa para niños, tu padre viene por las noches, es cuando te suministran el medicamento para que puedas dormir sin dolores. Además comentó que tendría algunas audiencias por el día, pero en verdad el vela sus sueños, me imagino que cuando terminen esas audiencias el vendrá durante el día.

— Disculpe, le pregunté si estaba en el cielo, además de hermosa, usted es un ángel cómo me trata.

— Nunca he estado en el cielo, a menos que usted si y haya regresado del más allá.

— Jaja ¡Ahhhhhh! No puedo reírme, a este paso me voy a volver muy quejumbroso.

— Lo dudo, pero lo están atendiendo los mejores especialistas del hospital, el fisioterapeuta John Flinn y no se diga del ortopedista el doctor Jason Taylor.

— Faltó mencionarse usted, medicina de urgencias supongo.

— Si, tres años hice la especialidad, después de medicina general por lo regular domino algunos métodos y técnicas preventivas, diagnósticas y terapéuticas ante casos de urgencia, queda en buenas manos joven Grey, cualquier cosa que necesite, están aquí las enfermeras o enfermeros, tengo el mejor equipo de mi turno, antes de irme paso a revisarlo, que tenga buen día joven Grey.

FIN DEL FLASHBACK

Desde ese día la doctora Steele, se sentía atraída por visitar al joven Grey, en algunas ocasiones de lejos suspiraba solo de verlo descansar, cuando sabía que estaba dormido se paraba atrás del vidrio para mirarlo dormir, era como una paz para ella el verlo tranquilo, cuando pasaba su última ronda antes de irse a su casa, ya no lo veía despierto, solo en las mañanas y tardes cuando lo disfrutaba despabilado, el auscultarlo la hacía sentir vibraciones en su cuerpo, sudoraciones y algunos pensamientos eróticos con él, suspiraba por los pasillos, ella decía que era de cansancio pero su cuerpo y corazón le decían otras cosas.

Al llegar a su casa la doctora Steele, de inmediato subía a ver a su padre, él la abrazaba por mucho tiempo, la hacía llorar diciéndole que lo abrazara así, ya que no sabía si sería el último abrazo que le daría, su enfermedad cada día lo mataba más, pero Anastasia no quería que se fuera, cuando le diagnosticaron a su padre el Cáncer de próstata, ella lo tuvo internado por unos meses en el hospital, como ya lo habían operado de la próstata, el cáncer dañó otros órganos, en su casa le administraba las quimioterapias y radioterapias, prácticamente la recámara de su padre estaba diseñada como una sala hospitalaria, se sentía egoísta por mantenerlo en ese estado.

Ya que le practicaba todo lo necesario médicamente, se sentaban a platicar, él le preguntó:

— Te noto diferente hija, esa mirada tuya me indica que estás enamorada.

— Ideas tuyas padre, ni siquiera tengo novio, cómo quieres que esté enamorada, no padre, sabes que estoy casada con mi profesión.

— Mal hecho hija, cómo me hubiera gustado antes de partir de este mundo, verte casada y realizada con una hermosa familia, con mis nietos brincando en mi cama.

— Ese es mi miedo padre, que haría si no te tuviera a mi lado, los dos estamos para acompañarnos, aunque siento alejarme por mi trabajo, pero es muy necesario, se cómo cuidarte, consentirte, amarte cuando estoy a tu lado, y saber que estas tranquilo padre.

— Por eso más me preocupo hija, debes buscar una pareja que te quiera, desde la muerte de tu hermano y tu madre nos abandonó, tú te has hecho cargo de mí, no es tu obligación.

— ¡Claro que es mi obligación! Quien jugó, cuidó, educó a esta niña que tienes en frente ¿tú crees que no debo cuidarte y protegerte, después de que tú me has dato tu tiempo y cuidados desde niña?

— También tu madre te cuidó, no lo olvides.

— No padre, no lo olvido, nunca nos quejamos mi hermano y yo, pero ella no estaba en casa por su profesión, al único que ayudaba a sus tareas era a mi hermano, yo siempre estudiaba sola, cuando mamá salía del cuarto de mi hermano no quería que lo molestara, porque decía que tenía que descansar, no justifico que se haya ido de nuestro lado, no me pesa cuidarte y lo sabes bien, por eso estudié medicina.

— Sé que está con otro hombre, no me preocupa, sabes que mi amigo José Rodríguez me informa.

HASTA QUE TE CONOCIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora