CAPITULO 33 DECLARACIÒN

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Elliot preparó panqueques, jugo de naranja y partió una manzana en cuadros, afortunadamente no estuvo solo en la cocina, Carla bajó con los niños después de que Ana entró a su recámara a darle un beso, antes de partir a trabajar, ella despertó con una gran sonrisa y abrazó a su hija con mucho cariño, además Ana le comentó a su mamá que Elliot estaba esperando a Kate, asimismo, le indicó que Kate estaba bañando a los niños y después ella se arreglaría para salir.

Los niños saludaron respetuosamente a Elliot, no había duda, esos niños eran unos galanes, Carla los colocó en la estancia con juegos que no se podían ensuciar, además que están muy pequeños para estar en la cocina, si Carla supiera que Kate los tenía en su pequeña cocina, a veces les pasaba los platos pequeños de plástico para que pusieran la mesa, los manteles, etc. ellos sabían ayudar en algunas labores de la casa.

Carla estaba al pendiente de los niños, necesitaba convivir con ellos, además no pensó en comprar sillas para los niños, esos asientos que van en el auto, por lo tanto tenía muchas cosas en mente antes de entrar a trabajar, cuando bajó Kate de su recámara, Elliot y Carla quedaron maravillados, Kate utilizó otro de los vestidos que le había regalado Ana, uno rojo que era el que más le agradaba, Elliot con voz temblorosa le dijo que se sentara a desayunar.

Carla le pidió a Kate que le dejara a los niños, tenía que ir hacer algunas compras, sobre todo las sillas para el auto, ya que ayer los traían en sus piernas, además Carla lo hacía con otra intención, que Elliot y Kate disfrutaran un día juntos, ...

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Carla le pidió a Kate que le dejara a los niños, tenía que ir hacer algunas compras, sobre todo las sillas para el auto, ya que ayer los traían en sus piernas, además Carla lo hacía con otra intención, que Elliot y Kate disfrutaran un día juntos, con gran pesar Kate aceptó que sus hijos se quedaran, estaba acostumbrada a salir con ellos después de un gran día de trabajo, Elliot de inmediato se diò cuenta, diciéndole que no se tardarían y pasarían los cuatro más tiempo juntos.

Al subir al auto de Elliot, ella sintió una gran emoción, los recuerdos de él antes de verlo la última vez.

— ¿Por qué nunca me declaraste tu amor, Elliot?

— Pensé que eran muy obvias mis atenciones contigo, sobre todo cuando te entregue el anillo.

— Mira, no me arrepiento de haber amado a Alan, jamás lo haré sabes, sin embargo, te voy a ser sincera como lo fui con Ana, mi embarazo no lo disfruté como me lo había imaginado, al lado del padre de mis hijos, tenía muchas pesadillas donde me encontraba la usurpadora, no sé si ya estas enterado de la situación.

— Si, la misma Carla nos platicó todo el día que fue a la casa, en verdad lamento todo lo que sufrió tu esposo con esa señora, creo que tomaste la mejor decisión en tu vida, no soy nadie para juzgarte, al contrario y te lo repito Kate, estoy aquí para que cuentes con mi apoyo, sobre todo con los niños.

— No sé qué decir Elliot, sigues siendo una persona muy noble, ayer le comentaba a mi suegra y Ana que en verdad amé mucho a mi esposo, pero también les dije que te quería mucho, tú fuiste mi primer amor y tengo muchos recuerdos bonitos contigo, desafortunadamente con Alan siempre nos teníamos que cuidar de la usurpadora, no entendía el porqué, pero cuando lo descubrí, mi temor al estar al lado de Alan era a veces estresante, ambos estábamos estresados todo el tiempo.

— Pero que bellos hijos procrearon, eso si que es algo maravilloso, lástima que él ni su abuelo los hayan conocido, no me lo tomes a mal Kate, pero dicen que por algo suceden las cosas, yo estoy aquí desde este momento para reconquistarte, no sufrirás a mi lado y los niños tendrán una figura paterna conmigo, esta oportunidad que me das de tratarte nuevamente asì la tomo.

Elliot estacionó el auto, se quitó el cinturón de seguridad y besó a Kate, ella se sintió protegida y correspondió el beso, ahora que estaba conciente de que la iba a reconquistar, dedicaría sus vacaciones para pedirle lo que no hizo anteriormente, su corazón latía como nada, Elliot estaba muy conciente de que esa mujer iba ser su esposa, sus hijos verían en él el padre que no tienen, más los que Dios les de, él quisiera tener dos más con la mujer que ama.

— Señorita Katherine Wonder ¿quiere ser mi novia?

— ¿En verdad quieres que sea tu novia con dos hijos?

— Quiero que seas mi esposa, pero tengo que empezar con ser tu novio primero, después serás mi prometida y por último tu esposo hasta que la muerte nos separa.

— Te acepto, solo que no vuelvas a decir esa frase, se que cuando nos casemos la tenemos que decir, pero no ahora por favor.

— ¿Cuál frase amor?

— Hasta que la muerte nos separe, eso me lo dijo Alan y ya no lo volví a tener a mi lado.

— Bueno, pensaremos en una frase no tan emotiva, te prometo que buscaré la más adecuada, no pienses en eso ahora, concentrémonos en nuestro noviazgo.

— Claro, te quiero mucho Elliot.

— Esperaré el tiempo suficiente para que me digas que me amas, no llevo prisa, porque a partir de ahora señorita Kate, estoy y estaré a su lado y la de sus hijos.

Elliot llevó a Kate a cuatro de las guarderías cercanas en tiempos, tanto de hospitales como de casa, después fueron al hospital donde estaba Ana, hablaron con el director del hospital, para ver si todavía había alguna vacante como la de hace cuatro años. 

Para su sorpresa, el director le dijo que si, aunque no tenía experiencia como medico, la dejaría como pasante ante la enseñanza del personal de urgencias.

Kate le indicó que tenía dos bebés y que los inscribiría en la guardería que tenían cerca, el director le dijo que la Institución les daba guardería a los médicos, pasantes. Internistas y enfermeras, además la enviaría a los cursos de diplomados, maestrías y doctorados durante el servicio. 

Por lo menos ya tenía empleo, el director le pidió pasar al área de personal, para que le dieran la alta y le daba cinco días para arreglar toda su documentación y la de sus hijos, eso quería decir que a partir del 11 de enero ella se tenía que presentar a trabajar.

Antes de llegar a la casa, Elliot le pidió que fueran a una tienda departamental, no sabía para qué, pero al ver que se dirigía al área de bebés, ella movió la cabeza, estaba comprando dos sillas para bebé que van en los autos, él le dijo que los llevaría a los tres a tomarse las fotografías que necesitaban, y asì lo hicieron.

Carla ya había comprado las de su auto, contrató el servicio para que arreglaran una recámara, en ella estarían las cosas de su hijo, no quería vivir en la anterior casa, solo de pensar que en esa recámara una pedófila había mancillado a su propio hijo, también le llamó a Ana, todas sus cosas fueron trasladadas a la casa nueva, hasta su auto, donó la ropa de su esposo a un asilo de ancianos, sus joyas estaban bien guardadas.

También colocó una que se encontró entre las cosas de su esposo, era la fotografía de la generación de sus hijos, esa donde todavía no lo mataban.

HASTA QUE TE CONOCIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora