CAPÍTULO 4 RUMORES

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Han pasado tres semanas que el joven Grey está en el hospital, el regreso de la doctora Treyvelan a sus actividades ha tranquilizado más a su hijo, además porque su padre también lo ha visto despierto, no pasó desapercibido por Christian que muchos de los enfermeros y enfermeras o médicos, le preguntaban a la doctora Treyvelan como se sentía, veía que su madre se ponía nerviosa ante esos comentarios, siempre su salvadora era la doctora Steele.

También le extrañó que sus padres no hablaran sobre Leila y el accidente, solo su padre le contó la verdad del video interior y exterior de su cámara de seguridad, ahí se pudo comprobar que Leila iba ir a la cárcel si salía del hospital, ya que se demostró que ella fue la que provocó el accidente, sus padres trataron de ser muy cautos en lo que le decían, Christian se sentía a gusto con sus padres a su lado.

Christian agradecía por los cuidados a su persona, si bien era cierto era hijo de una gran doctora de ese hospital, sin embargo, antes de que quedara dormido por las noches, oía platicas de las enfermeras y enfermeros que le cambiaban el suero. No sabía a ciencia cierta si era sueño o eran rumores lo que platican las enfermeras durante sus guardias, mientras realizaban su trabajo, no podía preguntar a sus padres si tuvo ese sueño o rumor que escucho, sobre todo de que a su madre, la doctora Treyvelan la quisieron matar en el hospital, sonaba a películas de suspenso y terror, pero también escuchaba rumores sobre la doctora Steele.

De ella escuchó o soñó, que nunca se le había visto más contenta de lo que era normalmente, sobre todo después de su visita a todos los pacientes incluyéndolo a él. Otro rumor era que la doctora Steele venía a observar al hijo de la doctora Treyvelan por ratos, igual era porque su madre se lo encargaba cuando ella ya no estaba en el hospital. Deseaba que no le suministraran el medicamento a las siete de la noche, pues a las seis y media le llevaban la cena, el desayuno era a las ocho de la mañana en punto y la comida a las dos de la tarde, no le ponía peros a la comida, hasta algunas veces sentía que era demasiado para cenar, un guisado, licuado, jugo, fruta y un pan, sin contar la jarra de agua que siempre tenía en su mesa de noche.

Algunos rumores los confirmó Christian en su cuarta semana en el hospital, le quedaban dos semanas para terminar sus fisioterapias, ya le habían quitado el yeso, le colocaron vendajes especiales, ya no dormía tanto y notó que también las visitas de la doctora Steele habían disminuido, solo tuvo que fingir en una tarde que estaba dormido, sabía que lo despertarían para el medicamento, bañarlo y cenar, por lo que no se movió para nada, ya conocía quienes podían entrar a cuidarlo y entonces escuchó una plática de unas enfermeras.

— ¿Ya terminaste de checar la presión a todos los pacientes Susi?

— Si, entra la guardia y voy a dejar todo listo, sabes que la doctora Steele es buena persona, pero en el trabajo es muy especial y no quiero tener un regaño de ella.

— Eso sí, es muy linda con todos, jamás no ha llamado la atención y con los permisos nunca nos dice que no.

— Oye Susi, a veces me preocupa la doctora Steele, llega toda decaída y triste por lo de su padre.

— Ella es una excelente doctora, cuida a su padre desde hace dos años, no quiero ni pensar el día que muera el señor, que va ser de ella.

— Ni siquiera tiene novio, solo se dedica al hospital y su casa, pero hay un rumor que todos dicen, que le gusta mucho el hijo de la doctora Treyvelan, checa su estado de ánimo después de que pasa a la revisión de él, su cara es más alegre y nunca pasaba por esta área, a menos que tuvieran que poner un catéter especial, también la han observado mirarlo por minutos y suspira por los pasillos.

— El hombre está bien bueno Susi, yo también suspiro por él sobre todo cuando lo baño, tiene un cuerpo de Dios Griego, el problema es que él ni siquiera la mira como mujer, solo como doctora, nunca ha tenido novio y pues no creo que ella se haga ilusiones, además ya sabemos que lo darán de alta en dos semanas, yo creo que por eso tampoco ella se hace a la idea que haya algo más.

— ¿Te enteraste del incidente que tuvo la doctora Treyvelan?

— No mucho, ya vez que la doctora Steele es muy reservada para esos asuntos, tampoco Aníbal quiso explicarnos mucho, solo dijo que una señora trató de matar a la doctora Treyvelan, fue por eso que estuvo hospitalizada una semana aquí en el piso VIP, después le dieron una semana de descanso, pero regresó mucho mejor y sigue igual de responsable como siempre.

— También me enteré que el doctor Jack Hyde está enamorado de la doctora Steele, ayer que cubrí guardia por la noche, él estaba hablando con el doctor Ethan y le decía que ella será suya a como dé lugar, no sé qué esté planeando, pero esto que te digo se lo conté a la doctora Treyvelan y a José Rodríguez, para que le digan que se cuide del doctor Jack.

— ¿Qué ese hombre no entiende que no puede tener a una mujer a la fuerza? Ha de estar encaprichado con ella, sé que son vecinos y que se conocen por eso, fueron a la misma universidad, pero ella nunca le hizo caso.

— Él es muy mujeriego, ha andado con muchas de las doctoras de otras especialidades del hospital, ¿te acuerdas de la doctora Elizabeth, la anestesióloga?

— Si, una de las doctoras muy atractivas del hospital, muy linda con todos ¿Qué tiene que ver ella con Jack?

— Wally era su enfermera de planta, ella la veía llegar golpeada, ella me contó que ese hombre es muy salvaje cuando tienen relaciones sexuales, las golpea, además ella tiene un hijo del doctor, según Wally, ella se negaba a salir con él y un día le trajo un café, ya sabes para firmar la pipa de la paz, pero la drogó y en el consultorio de ella la violó, me dijo Wally que ella vió el registro de la violación que le hicieron los médicos que la auxiliaron, pero ella dijo que no sabía quién había sido, ya que estaba vendada de los ojos, y atada de manos.

— ¿Esto se lo comentaste también a la doctora Treyvelan y a su amigo José Rodríguez? Puede hacerle lo mismo, ya vez que la doctora Steele le agrada mucho el café.

— Si, pero ella solo toma del que se prepara ella misma, nunca acepta de un desconocido, lo que no se si ella está enterada del caso de la doctora Elizabeth.

— Pues paremos el chisme y darle duro con los pacientes amiga, para entregar la guardia temprano e irnos, hoy tengo que llevar a mi mamá a la consulta de su migraña.

Las enfermera despertaron supuestamente a Christian, le dieron el medicamento, lo bañaron ahí mismo como siempre en la cama, ya que tenía por prescripción no levantarse ni para ir al baño por sí solo, por los vendajes especiales que tenía, con apoyo de unos camilleros lo pasaron a una camilla, en lo que cambiaban las sabanas y cobertor del paciente, tomaron sus demás signos y anotarlos en sus bitácoras, sabía que no tardaba en pasar la doctora Steele, para su último recorrido del día.

HASTA QUE TE CONOCIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora