capítulo 57

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Narra Lodovica

Recuesto mi cabeza y mis brazos en la mesa resignada, por más que lo intente no puedo entender estos jodidos ejercicios, y para rematar este ridículo episodio, mañana tengo el examen. Cierro mis ojos fuertemente, odio sentirme inútil, y cuando se trata de matemáticas regularmente me siento así.

Escucho la puerta abrirse y luego cerrarse, el tintineo de las llaves y luego su sonido en la mesa. Intento calmarme pero no puedo, su cálida mano acaricia mi espalda de arriba abajo, su cálido aliento roza mi oído, y tan solo eso es lo que necesito para calmarme.

-Hola cielo-sus labios rozan mi mejilla y van hacia abajo buscando mis labios pero no los encuentra.

-Hola-murmuro, sus labios se presionan en mi mejilla.

-¿Lodovica , qué sucede pequeña?-se que está torciendo sus labios, no necesito abrir los ojos para saberlo. Con mi mano estiro mi cuaderno, abro mis ojos esta vez, el se inclina sobre el cuaderno y frunce el ceño-Oh, ya entiendo-dice

-No entiendo y mañana es el examen-se me escapa un sollozo-Se suponía que Matt iba a venir a ayudarme, pero el muy idiota seguro se quedo follando el puto trasero de Finn- Diego suelta una carcajada, se sienta a mi lado.

-Tranquila cielo-su mano se posa en mi mentón y me hace ponerme erguida en la silla, sus labios se acercan a los míos, su perfume inunda mis fosas nasales haciendo que mis ojos se cierren y que cada fibra de mi ser lo anheleyo te ayudaré- sus labios se funden con los míos en un cálido beso.

-Gracias-miro directo a sus iris, justo donde a su alrededor la perfecta mezcla de café y miel explota para mantenerte atrapada.

-Por ti todo pequeña-me refugio en sus brazos un momento- Que te parece si yo hago preparo algo para que comas y tu vas arriba a que estudiemos, ¿te parece?-me mira

-Está bien-suspiro, el se levanta de la silla y yo de un salto hago lo mismo para colgarme de su cuello, y besarlo de manera apasionada- te amo-susurro.

-Te amo cielo, no lo dudes-besa mi frente y desaparece en la cocina.

Tomo mis cuadernos y mi lapicera para subir las escaleras. Pongo los cuadernos en la cama, me recuesto e intento resolver un nuevo ejercicio, pero como siempre es inútil. Borro lo que he desarrollado y vuelvo a comenzar una y otra vez.

-No frunzas el ceño-levanto mi vista hacia Diego , quien viene entrando a la habitación con una bandeja- Te he traído un sándwich, la cena esta puesta en el horno, estará lista para cuando terminemos.

-¿Cómo estás tan seguro de que terminaremos tan luego?-masajeo mis sienes- literalmente quiero pegarle un tiro a mi cuaderno y luego uno a mi-con mis manos hago como que me estuviera disparando.

-No seas exagerada-sus brazos se envuelven en mi cintura, siento su aliento en mi cuello y ahora me encuentro debatiendo entre reprobar el examen para que me haga el amor o dejar que me ayude-además, tengo mucha fe en ti.

Me giro en sus brazos y lo único que puedo mirar son sus perfectos labios que me gritan que los bese, así que no lo dudo ni un segundo antes de besarlo. Me responde de manera inmediata y apasionada. Lame mi labio inferior, en respuesta acaricio su lengua con la mía, no necesitamos más para profundizar nuestro beso.

-Sé lo que estás haciendo, Lodovica -su voz suena ronca, lo miro fingiendo ser inocente- ven-toma mi mano.

Nos recostamos en la cama, el me tiende el sándwich para luego tomar mi cuaderno entre sus manos para estudiar lo que está ahí.

Solo una hora me basto para entender lo que mi profesora en dos semanas no me hizo comprender. Termine de resolver los ejercicios que él me había hecho en una hoja aparte, luego de explicarme con paciencia todo lo que no entendía. El estaba en su tablet revisando no sé qué cosas, dejé el lápiz sobre la hoja.

Y que importa la edad? Dievica HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora