Capítulo 42

1.4K 53 6
                                    

No puedo dormir, mi respiración es irregular y estoy empapada de sudor. Solo puedo mirar el cielo de mi habitación intentando luchar contra el pánico, ha sido otro estúpido sueño no puedo controlarlos, bueno, he podido hacerlo.

Supe que mandaron a ese idiota a la cárcel hasta que se pudra y solo sea huesos tirados en el suelo.

Mi madre y Diego se han vuelto completamente sobreprotectores estas últimas semanas, se han negado completamente a dejarme ir a la escuela, ¡Dios! Es mi último año antes de entrar a la universidad, ya tengo 16, y que tenga sueños tormentosos no significa que no pueda salir de casa.

Bien, la verdad sigo siendo una niña chica asustadiza, había logrado controlar mis sueños, pero, por el solo hecho de que cuando despertaba tenía esos reconfortantes brazos para calmarme, ahora Diego se había ido hace 2 días a una exposición de arte. Se había negado rotundamente a ir, pero lo obligue diciéndole que estaría bien, y pues, las pesadillas han vuelto.

Tal era el caso de su sobreprotección que había decidido cancelar el viaje por su cumpleaños, que por cierto es pasado mañana, lo convencí diciéndole que me había esforzado por comprarle esos pasajes de regalo en la navidad, también le comente que me quitaría el dije que él me dio, así que sin opciones accedió.

Miré la hora en mi celular, 4:30am, si dormía otra vez tendría pesadillas, así que me levanté y comencé a hacer mi maleta para cuando Diego llegara, ya estuviera lista.

Mi cuerpo se levantó del suelo, me aferre al calor y la comodidad, abrí mis ojos y me encontré con ese familiar color marrón y pestañas oscuramente largas, una sonrisa se formó en mi rostro, me recostó en mi cama junto a él.

-Llegaste-murmuré- ¿Cómo te a ido?

-¿Qué hacías durmiendo en el suelo?

-Estaba haciendo mi maleta-me acurruco en su pecho- ya quiero que estemos los dos solos.

-Yo también quiero eso pequeña traviesa, pero si tenías sueño debías subir a la cama-dice lo último en tono de regaño

-Solo no me he dado cuenta-aspiro su rico aroma y me dejo embriagar

-En todo caso ¿Por qué hacías tu maleta a esta hora? Son recién las 6:00am

-He estado teniendo pesadillas-confieso, suspira fuertemente y sus brazos me sostienen fuerte contra su pecho. Él ha estado regañándose todas estas semanas referente a que es su culpa de que me hayan disparado, aunque no es así, el simplemente se siente culpable.

-No debí haberme ido-susurra

-Basta con eso-me enderezo un poco y tomo su rostro entre mis manos para que me mire- déjalo Diego

-Lodovica ...

-Déjalo, tema acabado, ahora cuéntame cómo ha ido todo.

-He ganado-dice mientras una sonrisa tira de sus labios.

-Felicidades amor-beso sus labios suavemente, pero con tan solo un pequeño roce he despertado su libido.

Me toma por los muslos, sentándome a horcajadas sobre él mientras tormentosamente devora mis labios, arde como fuego en las partes que me toca.

-Te he extrañado-tira de mi labio inferior

-Yo también y mucho-admito

Me deshago de su chaqueta, paso mis manos por su pecho disfrutando de su calor. Tira de mi camisa de dormir, dejándome expuesta, tan solo con unas bragas y cada de poro de mi piel rogando por su tacto. Sus labios bajan por mi cuello suavemente mientras mis dedos con velocidad abren su camisa.

Y que importa la edad? Dievica HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora