Capítulo 55

1.2K 50 4
                                    

Mis párpados revolotearon, un delicioso aroma inundó mis fosas nasales provocando que mi estómago rugiera, un risilla en el fondo hizo que despertara del todo. Su sonrisa instantáneamente implantó una en mi rostro.

-Hasta que al fin despiertas-dice

-¿Qué paso?-pregunto llevándome la mano a la cabeza

-Solo fue un desmayo, me has asustado pero el doctor ha venido de inmediato para asegurarme que solo había sido una reacción debido al examen-dice

-Lo bueno es que ya no veré esas agujas y maquinitas de mierda-suelto

-No digas tacos-me reprende

-Lo siento, pero eso me alegra como la mier..-me callo-lo siento-se me escapa un risilla- he olido algo.

-Así es-dice, toma la bandeja de la mesita de noche y como si de un resorte se tratase me siento de un salto en la cama, el se ríe al ver, de seguro, mi expresión- Ten.

-Gracias- me inclino para besar sus labios- me estas malcriando-muerdo un trozo de mi sándwich-cuando vuelva a la escuela esta semana extrañare que me hagas el almuerzo y esas cosas.

-¿Así que solo me quieres por la comida?-asiento, el suelta una sonora carcajada- veré que puedo hacer para que no extrañes mi comida.

-De paso pon un mini Diego es mi bolso para que me de unos besitos en los recesos-acoto

-Esos puedo dártelos yo cuando llegue a casa-se inclina para besarme.

-¡Ahhhhhhhhhhh!-Diego llega en menos de un segundo a la habitación, agitado y con una cara de espanto.

-Lodovica ? ¿Qué sucede?-dice sin aliento

-¡Mátala!-apunto hacia esa enorme cosa en la esquina de nuestra habitación, que me mira con esos feos ojos y amenaza con las ocho patas- ¡Se movió!- me aferro a su cuerpo- ¡mátala, mátala!-lo siento suspirar a mi lado, se suelta de mi agarre y con gran pericia aplasta a la araña, suspiro aliviada- Gracias-lo abrazo.

-Pensé que era algo importante, me has preocupado mucho-me abraza

-¿Cómo que no era importante? ¡Casi muero! Era enorme-me estremezco

-Lodovica -ríe-era la araña más pequeña que jamás haya visto-dice sin poder contener la risa, hundo mi rostro en su pecho mientras siento mis mejillas arder.

-No te rías de mí-digo contra su pecho

-Lo siento-dice más serio, pero su pecho no deja de subir y bajar por la risa que está conteniendo.

-¡Oye!-aprieto su trasero- será mejor que vayamos a comprar las cosas para el colegio.

-Está bien-dice, camino hacia la puerta-cuidado con la araña Lodovica -ríe

-Ja-ja Idiota-le enseño la lengua antes de salir.

Caminábamos tomados de la mano por el centro comercial, ya tenía la mayoría de las cosas, y Diego también había comprado un par de cosas para su escuela.

-¿Dónde estaba esta tienda de las cosas para niñas?-le pregunto

-En la segunda planta ¿Vas a comprar algo para Jess?-me mira

-Y algo para Saafa, ambas habían estado hablando de un muñeca-acaricio su mano con nuestros dedos enlazados

-Vamos entonces-sonríe.

La verdad es que la tienda está repleta de muñecas y cosas rosa, pero de inmediato reconozco lo que mi cuñada y hermana quieren. Cogemos dos de esas muñecas y otros regalos para las pequeñas, cuando vamos a la caja registradora mientras busco unos billetes en el fondo de mi “organizado” bolso, Diego ya ha extendido su tarjeta de crédito haciéndome fruncir el ceño, el se encoge de hombros.

Y que importa la edad? Dievica HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora