Capítulo 50

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Lo mire fijamente por un momento, ¿de verdad él haría eso por mi? No puedo creerlo, el se arriesgaría por mí, lo veía en sus ojos, él estaba decidido.

El doctor se levanto y pidió a una enfermera, la cual había aparecido de la nada, que le tomara los exámenes que aparecían en la orden que el mismo se había encargado de redactar. Salimos a la pequeña sala de espera que había,

Dios, esto iba realmente en serio. No podía quedarme aquí mismo esperando, necesitaba despejarme antes de ir y abofetear a Diego , ya estaba aceptando que iba a dejar todo esto y ahora aparece como el súper héroe dueño de mi corazón para salvar a la chica. Es como Superman salvando a Lois Lane, pero en versión calva y enferma.

Fui por un café a la cafetería, en estos momentos me importa la reverenda nada consumir cafeína. Me dirigí hacia el ala de neonatología, donde los hombres salen con lágrimas en los ojos, olvidando lo machos que son, solo por ver la hermosura de un pequeño bebé. Me acerque al cristal grande que se encontraba en la pared haciendo visible el otro lado, unos cuantos pequeños bebés se encontraban en sus cunas, esperando por crecer y disfrutar de las maravillas de la vida.

Una joven doctora se acercó y deposito un pequeño bebé en su cuna, seguro había nacido recientemente por qué un par de enfermeras se acercaron para chequearlo. A mi lado se paró una mujer joven con los ojos llenos de lágrimas, puso la mano sobre el cristal y sonrió.

-Es hermoso-susurro, yo asentí aunque la chica no se dirigiera a mi-He esperado tanto por esto-dijo

-¿Es tu hermano?-me atreví a preguntar, ella ensanchó aun más su sonrisa

-Es mi hijo-dijo, la observe lentamente, ¿no se supone que cuando uno tiene un bebé queda agotada? Ella se fijo en que la estaba observando.

-Lo siento-me sonrojé.

-No te preocupes-hizo un gesto con la mano restándole importancia- sé lo que te estás preguntando, no puedo tener hijos-su rostro se volvió triste por un momento- pero una chica ha decidido darme a su bebé en adopción, ella es realmente joven y no quiere lidiar con esto-asiento en modo de comprensión fue como una luz en mi oscuro camino, ahora tengo un hijo-volvió a sonreír.

-Felicitaciones-le sonrío, estrecho mi mano pero ella me envuelve en un abrazo debido a su emoción.

-Gracias-dice

-Señorita Rose-dice la doctora desde la puerta- ¿desea usted pasar a conocer a su bebé?-la chica asiente rápidamente, se acerca a la puerta y luego se vuelve hacia mí.

-¿Quieres entrar tú…?-se detiene al no saber mi nombre

-Lodovica - digo

-Lodovica , entonces ¿entras?-agradezco su amabilidad, pero me niego, entonces ella tira de mi brazo y me hace entrar.

Entro tímidamente a la sala llena de bebés, nos hacen mantener silencio ya que muchos de ellos están durmiendo. La doctora le entrega el bebé a Rose, a quien de inmediato se le inundan los ojos de lágrimas.

-Hola pequeño, soy tu madre-dice de manera arrulladora- acércate-me dice, hago lo que me dice y observo el pequeño rostro del bebé.

-Es hermoso-susurro, con la punta de mi dedo acaricio la suave piel de su diminuta mano, sus finos dedos se aferran de forma instintiva a mi dedo, sonrío encantada.

-Parece que le has caído bien-dice Rose- es tan diminuto-ella lo admira.

El pequeño bebé se remueve un poco y frunce sus rubias cejas para ponerse a llorar, recuerdo lo que le hacia mi madre a Jess y le acaricia el ceño suavemente mientras lo arrullo, el pequeño se queda en silencio y olvida su llanto. Me fijo en Rose que me mira expectante.

Y que importa la edad? Dievica HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora