Capítulo 22

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Luego de una charla reconfortante con mi madre, subí a mi habitación para cambiarme de ropa y salir, necesitaba un poco de aire fresco para calmarme y pensar un poco. Mi celular sonó en mi cama, contesté sin siquiera mirar el número, seguro era Daisy o James.

-Diga

-¿Lodovica ?

-¿Marco , eres tú?-sonreí instintivamente

-Preciosa, ¿Cómo estás?

-Excelente, tiempo sin hablarnos caballero-me lancé en la cama, gire un mechón de cabello entre mis dedos

-Ciertamente, por eso me preguntaba si querías salir conmigo-preguntó

-¡Sí! Digo, si-escuché una pequeña risa de su parte

-Bien, podría pasar por ti en unos 10 minutos

-Okey, nos vemos

-Nos vemos preciosa-colgó, salte de mi cama y baje donde mi madre que estaba horneando un par de galletas

-Madre-dije con voz dulce, ella se volteó, me miro con una ceja alzada y una sonrisa en sus labios

-¿Qué quieres?-bufó

-Marco pasará por mí en 10 minutos será que puedo salir con él-le dedique mi mejor cara de niña buena

-No lo sé-hizo una mueca

-Vamos mamá, por fav...-el timbre sonó, corrí a abrir, un chico de cabello castaño y sonrisa tierna estaba parado en mi puerta- Marco -lo abracé

-Hola Lodovica me correspondió el abrazo, me separé de él y vi un pequeño ramo de margaritas en sus manos

-¿Son para mí?-pregunte ilusionada

-La verdad es que no, son para tu madre-sonrió-es para que me deje salir contigo-susurró

-Pasa-bufé, él se dirigió directamente a la cocina

-Hola señora Comello-saludó Marco , mi madre se giró hacia él y lo abrazo, él le entregó el ramo de margaritas

-¿Para mí?-mi madre lo miro sorprendida, él asintió-Gracias Marco , son preciosas, pero no porque me traigas flores te dejaré salir con mi pequeña-solté una carcajada, Marco puso su mejor cara-No me mires así-ella frunció el ceño-Ya, está bien, pero la quiero temprano de vuelta, tengo ojos en todas parte-lo miró fijamente, Marco la miro un poco asustado-es broma, solo la quiero temprano aquí-besé la mejilla de mi madre y enganche mi brazo al de Marco

-Vámonos hombre-tiré de él, tome mi bolso del perchero y salimos-¿así que a mi madre le traes flores y a mi nada?-golpeé su hombro-eres una mala persona

-Siempre puedes conformarte con unos de mis besos-me tomó de la cintura

-Ridículo-sonreí, el cerro sus ojos y estiro sus labios de forma graciosa

-Vamos Lodovica , bésame, yo sé que tú quieres-intenté zafarme de sus brazos

-Agh suéltame-dije poniendo cara de asco, tomó mi rostro, beso sonoramente mi mejilla y me soltó

-Hay está tu regalo preciosa-sonrió satisfecho

-Es el regalo más asqueroso de toda mi vida-camine, exclamando exageradamente, enlazo nuestras manos para caminar a mi lado

-Sabes perfectamente que en la noche soñarás conmigo-me guiñó un ojo, mi celular vibró en mi bolsillo, era un mensaje de Diego diciéndome que se iba por dos días a Londres por una presentación de sus pinturas, revisé mis otros mensajes, además de 3 mensajes de Daisy nada más. Marco me llevó al parque, compramos unos helados y nos acostamos en la hierba, recosté mi cabeza en su pecho, se sentía bien, estar con Marco, él era tan cálido y tierno, sexy, sí, condenadamente sexy pero sobre todo tierno, lo mire.

-Marco, ¿alguna vez te has enamorado?-el siguió acariciando mi cabello

-Solo una vez-sonrió- fue lindo pero a la vez doloroso, dicen que el primer amor siempre es así, y tú ¿te has enamorado ya pequeña?

-¿La verdad?-suspiré-aún no me he enamorado, he querido a personas mucho, bueno, solo a una persona la he querido hasta que duela, pero no podría decir que me he enamorado-mentirosa.

-Y ¿Cómo quisieras que fuera tu primer amor?

-No sé-sonreí-quizás, que cuando este a su lado sienta que estoy volando, cuando el me toque mi cuerpo entero se estremezca, derretirme entre sus brazos, cuando el me besé-mordí mi labio-sea como en paraíso, eso quiero sentir-ya lo has sentido, dijo mi mente

-Eso suena maravillosamente intenso-Marco me tomo entre sus brazos y me acurrucó a su lado-¿?

-Sí-lo mire, acarició suavemente mi cara, se acercó lentamente a mí, miré sus labios, paso su lengua por esos gruesos y deseables labios, me tenía cautivada

-Si yo te besara-mi corazón comenzó a latir rápidamente-¿tú te negarías?-no respondí, mi respiración se agito mientras él se acercaba, nuestros labios se rozaron, cerré mis ojos, sus labios atraparon los míos tierna y lentamente, suspiré sobre sus labios, pase mis manos por su cuello y lo atraje a mí, miles de mariposas estallaron en mi estómago, su lengua exploró mi boca tal como la mía hizo con la suya, una sensación desconocida me tenía sobre cogida

(clarita este capítulo es para vos que tanto querías que subiera)

Y que importa la edad? Dievica HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora