Capítulo 25

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Un mes y medio había pasado,  Marco y yo ahora salíamos de manera oficial, me había pedido ser su novia, aún está fresco en mi memoria.

"Él estaba besándome tan suavemente que podría morir por una sobredosis, me había traído a un restaurante muy elegante a las afueras de la ciudad.

-Preciosa, necesito preguntarte algo

-¿Qué sucede lindo?-sonreí

-Lodovica , preciosa, tú ¿quieres ser mi novia?-mis ojos se iluminaron, esto era lo que necesitaba, felicidad

-Si lindo, si quiero ser tu novia-me besó"

Pero por alguna razón solo él y yo sabíamos que éramos novios, bueno además de Diego , a él le contaba mis cosas, a veces, no quería perder contacto con él así que éramos como amigos, aunque si alguien se acercara a nosotros podía sentir la tensión. Mi madre por otra parte creía que éramos muy buenos amigos, no dejaba que Marco me besara enfrente de ella. Había aceptado salir con Marco solo por dos razones, una, necesitaba ser feliz, creo que lo merezco, dos, quería olvidar a Diego , y lo había logrado.

Diego me había llamado diciendo que tendría que cubrir el turno de otro bombero así que no podríamos vernos, nos despedimos como siempre de forma empalagosa y cursi, el me hacía sentir así a veces. Busque entre mis cosas mi estuche de pinturas, Diego me iba a ayudar a reforzar una técnica nueva que no me salía muy bien, claro después de que el fuera a dejar a su "amante" a la casa de esta. No encontré mi estuche, luego recordé que se me había quedado en el departamento de Marco , tome las llaves que él me había dado en caso de emergencia y salí en su dirección, me tomo 15 minutos llegar a paso rápido, subí a su piso, abrí la puerta con cuidado, oí unas voces, Mierda, podían ser los padres de Marco y ellos aún no sabían de mí, ¿Qué les diría?, entre lentamente encontrándome con una agradable escena, una chica de cabello castaño estaba besando al que se supone que era mi novio, sentí que la historia volvía a repetirse.

-No sabes cuánto te amo-dijo ella, miro su mano y sonrió-no puedo creer que nos vayamos a casar bebé-esperen ¿qué? ¿Casarse?, sin querer se me soltó una carcajada, la pareja se giró hacia mí, Marco abrió sus ojos como platos-¿Quién eres?

-Lo siento-sonreí-me equivoque de apartamento, que tengan buena tarde-me despedí, salí corriendo de ahí, ¿acaso el amor no estaba de mi lado? ¿Que se supone que debo hacer ahora? ¿Llorar?, no esa no era una opción, lágrimas saltaron de mis ojos, no lloraba porque Marco me mintiera, no, es más eso se sintió como quitarme un peso de encima, lloraba porque de verdad soy ingenua, porque el amor no estaba de mi lado, está bien, soy pequeña pero, quien dice que sentir un poco de amor es malo.

Toque el timbre de la casa de Diego , me abrió y salté a sus brazos, lo apreté a mí, el envolvió sus brazos en mi cuerpo, me llevó hasta el sillón sin soltarme ni un segundo, acarició mi cabello.

-¿Qué sucede pequeña?-pequeña, hace tiempo no me decía así, lo miré con mi rostro bañado en lágrimas

-Descubrí a Marco , tenía otra mujer y se van a casar-sollocé

-Lo siento pequeña-beso mi frente

-No lo sientas, yo no lo hago-el frunció el ceño

-Entonces, ¿Por qué lloras?

-Porque creo que el amor no es mi amigo, ¡Dios!-exclamé-sé que solo tengo quince, bueno en una semana más dieciséis pero, solo quiero que alguien me ame-lágrimas rodaron por mis mejillas-pero nadie lo hace, Diego, creo que jamás alguien va a amarme

-No digas cosas sin saber-me miró fijamente-eres preciosa, la chica más tierna y dulce que jamás alguien haya conocido, ¿Cómo alguien no va a amarte?

-¿Tu aún lo haces?-solté, el suspiró y cerro sus ojos, se alejó de mi

-Tu sabes que si-susurró, mi corazón saltó de alegría, porque nunca debimos darnos tiempo, debimos luchar por lo que sentíamos, pero no lo habíamos hecho, aún no era tarde para volver a intentarlo. Me senté en su regazo, lo tomé de las mejillas y lo obligué a mirarme.

-Entonces bésame-dije

-No Lodovica , las cosas no son así-me cortó.

Y que importa la edad? Dievica HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora