La noche de la bestia (Libro 1)

Cap 15: Terror

No pudo evitar sonreírse a sí misma, cuando volvió a leer la nota " Considera esto un regalo, ahora ya no tienes ninguna excusa para acercarte", no sonaba precisamente bien pero eso era mejor que nada y al fin y al cabo era justo lo que quería ¿no? recuperar su colgante.

Ahora se sentía mal por haberle dicho a Scott que Derek era una mala persona, seguía enfadada con él por no contarle la verdad de lo que estaba pasando pero digamos que ese pequeño detalle hizo que el día fuese un poco más alegre para ella.

Llegó al instituto, donde se encontró con Ethan y Scott esperándola como el día anterior aunque podía notarse que Scott no estaba cómodo con aquella situación.

-Buenos días chicos-saludó de forma desenfadada-¿Qué tal el castigo, Ethan?

-Un coñazo, sentado en una silla incomodísima durante una hora sin poder hacer nada, ni levantarse, pasear, silbar...-dijo pasándole el brazo por encima del hombro mientras caminaban dentro del edificio-.

-O sea, lo típico de un castigo-contestó retirando el brazo de Ethan, ya que sabía que no le gustaban los gestos cariñosos en público, bueno en general- A, casi se me olvida, Rachel me dijo que quería verte ayer, será mejor que hables con ella, dijo que te esperaría en el comedor.

-¿Rachel? ¿La morena bajita tan quisquillosa?-ironizó acomodándose la mochila y dirigiéndose al comedor-¿Qué querrá ahora?

-Me voy a clase, Scott ¿quieres acompañarme? Tengo que hablar contigo.

-Oye, sé que las cosas están siendo muy raras y es injusto que no quiera darte una explicación pero...

-Tranquilo, no pasa nada, cada uno tiene sus propios problemas. Si tú necesitas su ayuda, por mi bien aunque sigo sin entender en que te puede ayudar...

Hubo un momento de silencio ¿qué había acabado de pasar?, para nada se esperaba esa reacción de Amber, pensaba que no le hablaría si quiera o que le ataría a un poste tal y como hizo con Ryan pero nunca se la había imaginado tan... ¿contenta?

-¿Ya no estás enfadada?

-Claro que estoy enfadada pero, me gustaría que me hicieses un pequeño favor, si quieres claro-insinuó retirándose un mechón de pelo detrás de la oreja-.

-Si eso va a ayudar que me perdones entonces sí-suspiró rodando los ojos-.

-Gracias

-¿Y en qué consiste exactamente ese favor si puede saberse?-preguntó cruzándose de brazos-.

-Quiero hablar con Derek

-¿¡Qué?!-protestó casi gritando en medio del pasillo- Emm... pero si ayer mismo dijiste que no lo soportabas y que estaba a punto de volverte loca

-Ya, pero... -hizo una pausa pero la verdad es que no sabía que decirle que fuese convincente- Agg ¿¡Quieres hacerme el favor o no!?

-Sí que quiero pero no sé por qué algo me dice que no es una buena idea, ¿Por qué quieres hablar con él así tan de repente?

-Es complicado, no lo entenderías- recitó con cierto tono burlón- Después de las clases, en el campo de lacrosse.

-Touché

-¿Me harás el favor?

-Supongo...

-¡Genial! Por cierto ¿qué te pasó el otro día en el entrenamiento de lacrosse?

Se había puesto nervioso pero tampoco se le notaba demasiado, no tuvo más remedio que mentir, ella no podía saber lo que realmente estaba pasando.