Cap 13: Una media despedida

2.9K 183 8
                                    

Apareció por el pasillo ya enseñando los colmillos y colgándose del marco de la puerta con tanta rapidez que al hombre más veterano no le dio tiempo de reaccionar, le empujó con las piernas en el pecho haciendo que se golpease con la pared del antiguo cuarto de estar mientras la mujer sonreía socarronamente sin inmutarse.

-Ven, lobito, lobito-se burló escondiendo detrás de ella una pistola eléctrica- tengo una cosita para ti... Lástima que Laura no pueda disfrutarlo

Derek gruñó fuertemente sin dejar de enseñar sus afilados colmillos y corrió hacia ella con intención de hacer lo mismo que había hecho con los hombres que la habían acompañado.

¡Qué diablos! No quería noquearla, quería matarla, quería desgarrarle la garganta y dejarla caer tendida en el suelo hasta que muriese desangrada.

Saltó sobre la cazadora sin que ella ni siquiera se moviese, siempre sonriendo y en el último momento sacó su as de la manga y lo golpeó en el costado al tiempo que se oía un pequeño chisporroteo eléctrico haciendo que Derek cayese al suelo con un pequeño gemido de dolor.

-Vaya... te has convertido en un buen chucho-dijo dando un par de pasos hacia él mientras observaba como temblaba por el impacto de las descargas-Ahora no se si matarlo o... quedármelo

Él la miró con odio ya sin colmillos a la vista y comenzó a arrastrarse hacia el sofá que había a la entrada de la habitación, buscando un apoyo para levantarse mientras la cazadora encendía y apagaba ese arma acercandola y alejándola de forma burlona a medida que él se movía.

Llegó al sofá, la miró por un segundo y de nuevo se propuso atacarla, pero de nuevo le golpeó con esa pistola eléctrica, esta vez en el pecho haciendo que en un acto reflejo su cuerpo le impulsase hacia atrás, justo detrás del sofá y continuase teniendo pequeños espasmos. Esa situación era como un deja vú, como una repetición del día en que sacrificaron a su manada.

Ella se rio animadamente, más bien como una psicópata subiendo la pistola eléctrica y observando como pequeños rayos violetas recorrían la superficie de la punta.

-Novecientos mil voltios-suspiró satisfecha- nunca te has llevado demasiado bien con la electricidad, ni con el fuego. Por eso voy a contarte un pequeño secreto y puede...-dijo apoyándose en el brazo del sofá- que nos ayudemos mutuamente.

Sí, a tu hermana la cortaron en dos y la usaron para poder cazarte. Desagradable, y francamente demasiado a lo matanza de Texas para mi gusto, pero eficaz.

Él de nuevo buscó alguna superficie para apoyarse, una especie de ventana, no dijo nada al respecto pero su mirada lo decía todo: Odio, ira, rabia... todo concentrado en una mirada que pretendía atravesarla.

-Ahora, viene la parte que realmente te tocará las pelotas-le sonrió- nosotros no la matamos.

Por la inexpresiva cara de Derek era más que evidente que no le creía una sola palabra y ella sabía cómo interpretarla.

-¿Crees que miento?

-No sería la primera vez

-Ohm, cariño-puso cara de cachorrito abandonado dando un par de pasos hacia él y poniéndose a su altura- bueno, ¿por qué no me escuchas el corazón y me dices si miento? ¿Vale?

Nosotros... no... matamos... a... tu hermana-susurró en su oreja y luego volvió a alejarse de él- ¿Me has oído? Un ritmo cardíaco constante, es el latido de la fría y cruel realidad.

Se levantó

-Encontraron mordeduras en el cuerpo de tu hermana ¿quién crees que lo hizo?-se rio guardando la pistola de golpe- ¿un león de montaña? ¿Porque no nos ayudamos? Admite que es lo que sospechaste al principio, que Alfa mató a tu hermana. Lo único que tienes que decirnos es quien es, nosotros nos encargamos y problema solucionado. Y todo el mundo feliz

La noche de la bestia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora