La noche de la bestia (Libro 1)

Cap 20: En busca y captura

Ethan condujo rápidamente hasta casa de Amber, le ayudó a subir arriba y la sentó en la tapa del baño, todavía estaba sangrando. Ella se quitó la chaqueta y la dejó en el suelo con un pequeño quejido.

-Espérame en mi cuarto, en seguida salgo.

-No, voy a quedarme aquí. ¿Y si te da un chungo o algo así y te caes? Definitivamente me quedo-protestó cruzándose de brazos y apoyándose en la pared-.

-Ni de coña, no voy a empezar a quitarme la ropa contigo en un rincón mirando como un búho, así que o sales o me desangro ¿que prefieres?-replicó girándose de mala manera hacia él-.

-Vale-suspiró- pero como tardes mucho, entraré tan rápido que ni siquiera me verás venir

-No, como entres por esa puerta, el que va a terminar sangrando vas a ser tú-replicó empujándole fuera del cuarto-¡Fuera de aquí!

-Cuando salgas, vamos a hablar de esto-protestó Ethan resistiéndose a ser arrastrado, pero como era de esperar terminó la conversación hablando con una puerta cerrada- ¿Lo sabes, verdad?

Y cuando por fin estuvo sola en la habitación, comenzó a quitarse la camiseta y a deshacer el vendaje, una vuelta, dos vueltas, tres, parecía que estaba quitándose parte de un disfraz de momia pero la gracia desapareció cuando dejó al descubierto su costado.

Estaba rodeado por un difuminado círculo de tonalidades de morado y rojo y justo en medio una marca de lo que parecía una mano, sin duda obra de Derek gracias a la discusión que tuvieron por la mañana.

Cogió un par de gasas del armario y las mojó en agua fría, apretó un poco y esperó unos minutos allí sentada hasta que la herida dejase de sangrar, se secó la zona con cuidado y tomó otro par de gasas esta vez poniéndoles un poco de esparadrapo por encima.

Recogió la venda y la guardó en el armario, saliendo después por la puerta de camino a su habitación, donde estaba sentado Ethan.

-Levanta, por favor-dijo intentando ser amable por un segundo, él le cedió su sitio y ella se metió a la cama con un pequeño quejido-Gracias

-¿Fue ese animal?-preguntó sentándose a los pies de su cama-¿Fue el animal que nos atacó en el instituto?

-Sí

-Te llevaste la peor parte ¿eh?, por suerte para mi solo tengo un par de moretones en la espalda. ¿Me dejas ver lo tuyo?-preguntó acercando su mano a la camiseta de Amber pero ella le dio un golpe a modo de protesta-.

-No, ya es tarde ¿por qué no te vas a casa? Estaré bien.

-Porque te has puesto a sangrar en medio de la carretera y porque estás empezando a ponerme nervioso al no querer enseñarme tu...-de repente le levantó parte de la camiseta-.

-¿¡Otra vez!? ¡He dicho que pares!

-Madre mía, ¿que llevas ahí?-gritó al tiempo que ella le daba un empujón hacia el lado contrario de la habitación-.

-Un moretón enorme, solo eso.

-No, no, no vale que es gigantesco, pero yo me refiero a las marcas que llevas encima. ¿Quién te ha echo eso?-ella abrió la boca para contestar-Y ni se te ocurra mentirme diciendo que fue ese bicho porque es obvio que él no tiene dedos.

Cerró la boca de nuevo y suspiró pesadamente.

-Da igual quien lo haya hecho, lo que importa es que todos estamos bien y que no va a pasar nada a partir de ahora.

-No me vengas con esas, Amber ¿quien ha sido?-replicó con un tono de voz más serio-

-Da igual