Cap 17: Todas las cosas malas tienen un lado bueno

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-¡Corred!-consiguió decir entre alaridos Scott-¡No puede perseguíos a todos!

-Lo distraeré para que podáis huir-miró a Ethan-Tú, asegúrate de que Amber te sigue en todo momento y si no, llévatela a la fuerza ¿entendido?

-¡Pero..! ¿¡Tú que vas a hacer!?-gritó Amber girándose con la respiración acelerada-.

-Estaré bien, yo me encargo de él, ¡marchaos ya!

Y seguidamente, Ethan agarró a Amber del brazo y comenzó a correr hacia la salida de emergencia, cogiendo las llaves del suelo.

Ahora que ya habían abandonado la habitación, Derek y él podían luchar como lo que realmente eran, hombres lobo que luchaban con un objetivo pero Alfa se las había arreglado para mantener bajo el dominio sobre su Beta y eso entorpecía bastante.

Los ojos de Scott se habían adquirido un color dorado y de su boca ahora asomaban afilados colmillos, estaba bajo el control de Alfa, quería que se uniese a su manada pero antes, tendría que deshacerse de todos los demás, tenía que matarlos a todos: Ethan, Amber, a sus otros amigos pero lo más inquietante es que quería hacerlo, quería matarlos.

Derek y Alfa peleaban ferozmente entre rugidos, violentos zarpazos y alaridos de dolor más por parte suya que de su contrincante.

-¡Reacciona!-rugió Derek girándose por un segundo hacia Scott-¡Despierta de una vez!

Un último rugido de dolor salió de Derek cuando Alfa se le acercó por detrás y le clavó una de las garras en la espalda, levantándole un par de centímetros sobre el suelo y haciendo que de su boca saliese sangre a borbotones.

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-¡No te pares!-exclamó Ethan tomándole la delantera a Amber-¡Vamos, sigue corriendo!

Todo aquello parecía una pesadilla hecha realidad, un monstruo les perseguía, Derek y Scott se habían quedado solos con él y no sabían que hacer o que pensar.

El tiempo pasaba a cámara lenta a su alrededor, cada segundo, cada minuto allí le hacía sentir como si estuviese en una caja que cada vez se iba haciendo más pequeña, ellos eran las presas y aquel monstruo iba a cazarles uno a uno y matarlos sin piedad, sin contemplaciones, sin compasión, nada. Solo con rabia y por simple sed de sangre.

¿Qué estaba pasando? ¿Y por qué allí?

Sabía que algo extraño estaba pasando desde que se mudó, pero no sabía qué, solo ellos dos: Scott y Derek.

-¡No puedo!-gritó desde lejos parándose en medio del pasillo y apoyándose en las rodillas con los ojos llenos de lágrimas-.

Ethan corrió de nuevo hacia ella para tratar de tranquilizarla.

-Qué tontería es esa, claro que puedes-insistió suavizando su voz y poniéndole una mano en el hombro-Yo también estoy asustado ¿vale? Es normal...

-No es eso, Ethan. ¡No entiendo por qué está pasando esto! Desde que estoy aquí, nada tiene sentido. Todo empezó aquella noche, luego apareció Derek, desde entonces Scott no nos cuenta la verdad y se comporta de forma rara, eso nos quiere matar...

-Tranquila, ¿vale? Todo va a salir bien-alguien se acercaba- Mierda, vamos, entra aquí.

Cogió a Amber del brazo y los dos se metieron en un cuarto cerrando la puerta y poniendo el pestillo. Una sombra se colaba por debajo de la puerta, había alguien ahí fuera y parecía que había encontrado algo puesto que no se movía, estaba intentando rastrear el olor.

La noche de la bestia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora