La noche de la bestia (Libro 1)

Cap 32: Herida abierta

-Lo suponía

-¿Por qué lo preguntas? ¿creías que iba a dejar que Nadia te cortase el cuello delante de mí y que yo no iba a hacer nada?-ironizó medio sonriéndo-

-No, es que... ya sabes, simple curiosidad -dijo cruzándose de brazos- parecías tan... "tranquilo" que pensaba que no te importaba lo que pasase

-Ese es el estilo de los cazadores, no el mío así que no intentes compararme con uno de ellos-dio un paso hacia ella, cosa que a Amber le sorprendió- Ahora, déjame a mí hacerte una pregunta.

Si hubiera querido quitarte de en medio ¿por qué no habría dejado que lo hiciesen ellos por mí las otras veces?

-No... no lo sé, nunca sé en qué estás pensando. Quizá es por lo que dijiste-parecía no recordarlo, Amber tragó saliva- por... la chica a la que dices que te recuerdo.

Su expresión cambió de golpe al escuchar aquello.

-Es tarde, será mejor que me vaya-dijo alejándose de forma repentina de ella, estaba prácticamente huyendo de Amber-.

-Eh, ¿a que viene eso?- replicó dando un paso hacia él- Derek, ¡eh! ¿por qué cada vez que te hablo sobre ella intentas salir corriendo?

-Porque no quiero hablar de Nina

-Pues yo sí-protestó poniéndose en medio de su camino-.

-Aparta

-No-él trató de pasar pero ella apoyó el brazo en el marco cerrándole el paso- Derek, vas a escucharme. He soñado con Nina sin conocerla ni saber su nombre, no sé si tiene que ver con que soy una Huésped ni sé como me relaciona a mí con todo esto pero eso significa algo y no pienso esperar a que esos cazadores psicóticos vengan a por mí otra vez solo porque tú no quieras hablar de eso-suspiró-No puedes culparme por tener preguntas.

-Amber, aparta de mi camino, no quiero hacerte daño-dijo tensando la mandíbula-.

¿Otra vez amenazas? ¿Así es como va a ser siempre que intente hablar con él?

-¡Me da igual que me hagas daño! ¿entiendes?-gritó con lágrimas en los ojos, la expresión de Derek pareció relajarse un poco- Necesito saberlo. Necesito saber quién es Nina y porqué cada vez que la nombro te pones así. No puedo seguir de esta forma ¿vale?

Hubo un segundo se silencio.

-Amber, yo no puedo...no puedo darte las respuestas que buscas, es lo que quiero que entiendas. Solo... confía en mí

-¡No puedo confiar en ti, ese es precisamente el problema, Derek. NUNCA he sentido que pueda hacerlo!-suspiró tratando de calmarse, le quemaban las mejillas y las lágrimas se derramaban por su cara, incapaz de contenerlas más tiempo en sus ojos-.

¿Sabes qué? Adelante, vete. Ya no voy a impedírtelo, puedes hacer lo que te dé la gana.

Ella se apartó de su camino y se colocó detrás de él, Derek giró la cabeza hacia Amber con cierto pesar, subió a su ventana y de un salto bajó a la calle.

Amber se echó de golpe en la cama, suspiró y cerró por un segundo los ojos tratando de volver a respirar con normalidad.

¿Por qué hacía eso? ¿Por qué no dejaba que ambos se ayudasen mutuamente? Y más preocupante aún, ¿por qué sus palabras parecían dolerle tanto? Apenas se conocían.

Tenía la sensación de que algo le estaba taladrando el pecho desde dentro y no sabía como hacer que parase.

Se incorporó y miró la pantalla de su móvil, no había mensajes ni llamadas perdidas de Ethan.