Cap 8: Sombras difusas

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Rebeka le enseñó el instituto de punta a punta sin permitirle ni un momento soltarse de su brazo, más que parecer que le estuviese enseñando el instituto parecía que la estaba castigando retorciéndole el brazo y tirando de él de aquí para allá.

-Rebeka, no quiero que te lo tomes a mal pero te veo excesivamente emocionada con esto de enseñármelo todo y si vuelves a tirar así de mi brazo, vas a escuchar un sonido muy feo que a mí no me entusiasma que oigas-se quejó intentando dejar su brazo libre-.

-Ops, sí perdona-se disculpó soltándole el brazo- La verdad es que estoy un poco emocionada de tener a una chica nueva en el instituto, hacía años que nadie se mudaba a la ciudad.

-Pues se te nota bastante así que relajate un poco, por favor

¿Oye, por qué estamos en el comedor? Ya me lo has enseñado-preguntó frotándose el brazo un par de veces y bajándose las mangas para que nadie viese sus marcas-.

-Porque ahora voy a presentarte a mis amigas ¡ven!-y de nuevo la arrastró detrás de ella hasta una de las mesas en la que habían cuatro chicas, una de ellas resaltaba entre la multitud con su pelo rubio-.

-Hola Rebeka, ¿quien es la chica que viene contigo?-preguntó la morena más bajita con una sonrisa-.

-A eso voy, es Amber, se ha mudado hace poco y va a estudiar aquí. Amber, ella es Rachel-sonrió-la rubia de ojazos grises es Jade y esta es su hermana Layla-le presentó al tiempo que cada una de las chicas le daba un beso en la mejilla a modo de bienvenida-.

-Encantadas de conocerte, Amber

Después de esa cálida bienvenida se sentaron en la mesa con ellas.

-¿Se te ha llevado a rastras, verdad?-susurró Rachel acercándose un poco a ella con una pequeña sonrisa-.

-Como lo sabes... un poco más y casi me arranca el brazo- se rio entre dientes-.

-Lo hace con todas las nuevas, no te preocupes cuando lleves aquí una semana volverá a ser la misma otra vez.

-Eh, ¿Qué estais cuchicheando vosotras dos?-preguntó Jade apoyando el codo en la mesa-¿Rachel? ¿Quieres ilustrarnos?

-Nada, solo le preguntaba cosas sobre ella.

-Pero eso puede contarnoslo a todas, no acapares toda la información-bromeó Layla sonriendo a su compañera- ¿De dónde eres?

-De Detroit aunque en un pricipio viví aquí cuando era pequeña, siempre estoy viajando a cualquier parte del mundo por el trabajo de mi padre, creo que cuatro meses es lo máximo que he estado en un mismo sitio

-Debe de ser guay estar un día en un sitio y al siguiente en otro totalmente diferente ¿de qué trabaja tu padre para viajar tanto?-preguntó Rachel de repente muy interesada-.

-Es abogado

-¿Y tu madre?

Otra vez la misma pregunta, ¿por qué todo el mundo le preguntaba por su madre? ¿por qué no podían preguntarle cualquier otra cosa? Parecía que el universo se estaba burlando de ella.

-Mi madre... murió hace unos meses en un accidente-fue lo único que pudo decir-.

Todas se pusieron la mano en la boca horrorizadas.

-¡Oh, Dios! ¡Lo siento mucho!-exclamó Rachel-No lo sabía, si lo hubiese... de verdad que lo siento, Amber.

-Que puntería -replicó Jade-.

-Tranquila, no pasa nada.

-Oye, quiero compensarte por haber metido la pata ¿por qué no vienes con nosotras a ver el entrenamiento de lacrosse después de comer?

La noche de la bestia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora