Cap 35: Al borde del abismo

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Derek se giró hacia ella y se quedó observándola un segundo, parecía tan tranquila, tan inocente, tan vulnerable... lo único que pudo hacer fue sonreírse así mismo.

Ella comenzó a moverse pegándose un poco más a él, su pelo le hacía cosquillas en el cuello y el hombro y su corazón latía a una velocidad lenta casi relajante. Trató de quitársela de encima sin que se diese cuenta pero solo consiguió despertarla.

Amber miró a Derek, quien se encontraba a escasa distancia.

-Hola-susurró esperando a que sus ojos se acostumbrasen a la luz-.

-¿No vas a intentar huir como la última vez?-preguntó Derek un poco sorprendido-.

- Ya he dormido más de una vez en tu casa, ¿por qué iba a hacerlo?-dijo con una débil sonrisa retirándose hacia su lado de la cama-¿Qué haces despierto tan temprano?

-No podía dormir-contestó dándole la espalda-.

En aquel momento había parecido un niño pequeño intentando esconderse, lo que hizo que ella comenzase a reirse internamente.

-Tu también tienes pesadillas, ¿verdad?-dijo en voz baja, él no le respondió-Quizá es por el vinculo del que habla Deaton. Puede que nuestras pesadillas estén relacionadas o tengan algo que ver... aun sigo sin entender en que consiste el vínculo

Amber comenzó a seguir con la yema de los dedos el tatuaje de su espalda

-Algún día tienes que decirme lo que significa esta espiral de tres brazos.

-Deja de hacer eso-y al instante ella paró-.

Hubo un segundo de silencio.

-¿Por qué me has hecho caso?-preguntó girándose hacia ella-.

-Quería que al menos una de nuestras conversaciones no fuese una discusión en la que alguien saliese perjudicado -sus ojos fueron cerrándose poco a poco-.

-Es un triskel-pero no alcanzó a oirlo antes de que se quedase dormida-.

Horas después ella se despertó, a su lado ya no había nadie y Derek no estaba en la habitación.

Se levantó y se acercó al gran ventanal que había enfrente. Aún le resultaba raro estar en casa de Derek, era como estar en ninguna parte, como si el tiempo no pasase en aquel lugar.

Anduvo por todo el apartamento sin saber muy bien que hacer hasta que le oyó bajar por las escaleras

-¿Sigues aquí?

-He dicho que no iba a intentar escapar y no lo haré -dijo dando un par de pasos hacia él y observando su hombro, recordaba lo que había tenido que hacer para que ella pudiese tomar el cuerpo de Will- no ahora que empiezo a conocerte.

-Sinceramente, Amber, no creo que sea alguien a quien quieras conocer realmente.

Ella sonrió y extendió el brazo para ver su hombro pero como siempre, agarró su muñeca antes de que pudiese acercarse lo suficiente.

-Déjame verlo-susurró con voz tranquila sin apartar la mirada de él-Por favor, solo quiero comprobar que todo está bien.

-¿Por qué sigues haciendo eso?

-¿Haciendo el qué?

-Preocuparte por mí ¿por qué lo haces?

-Quizá es porque soy la responsable de lo que te pasa. Siempre estás salvándome de cosas que desconozco, arriesgando tu vida por la mia, creo que eso es una buena razón para que lo haga ¿no te parece?

La noche de la bestia (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora