El Juego de Las Apuestas © [BORRADOR]

45. Todo lo que vivimos él y yo merece algo más original.

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45. Todo lo que vivimos él y yo merece algo más original. Algo como...una canción que formó parte de nuestras locuras.

1

—¿Qué?

Me agarro de lo primero que encuentro (el hombro de Dominic) e intento procesar la noticia.

Ella me toca la mano por encima de su hombro, —Sí, ellos ya no asistirán a este colegio por que según su padre serán el centro de burlas y eso...

—¿El señor Mackenzie ya salió libre? ¿Cómo fue que quedaron en quiebra? Explícame todo.

—Pues Michaell no fue tonto. ¿Recuerdas cuando dijo que Ryan le robó las cuentas a Shelsea? —Es cierto. ¿Cómo pude olvidarlo?. Asiento—. Pues le vació todo el dinero que tenía, dejándolo pobre y cuando Mackenzie cayó preso tuvo que pagar al mejor abogado del país así que vendió la mansión.

Abro la boca como una "O" enorme luego me la tapo. Michaell sí que ha destruido a esa familia de verdad. Y solo falta que los Collins estén creyendo que yo tuve algo que ver en ese plan.

Con solo pensarlo me desconcierto aún más de lo que estoy. Debo ir a hablar con los Collins ahora mismo.

—¿Dónde? —pregunto, frustrada—. ¿Dónde están viviendo ahora?

Dominic niega con la cabeza y se encoje de hombros, —No lo sé. Harry no me quiso decir. Dijo que se iba a contactar conmigo hasta que todo estuviera controlado. Tú sabes, los asuntos legales y todo eso.

—¿No te dijo nada de mí? ¿Sabes si cree que yo tuve que ver?

—De ti no me dijo nada, estaba llorando y casi no habló mucho —«¡Oh, Harry!»—, pero no creo que te crean culpable. Esa familia te quiere mucho.

El alivio regresa a mi cuerpo luego de escuchar a Dominic decir que ellos no son capaces de creerse el rumor de que yo soy culpable. Sólo espero que tenga razón.

Dominic me ve con una mirada de desconfianza. Puedo jurar que esconde algo más.

—Te lo diré por que debes saberlo —Se cruza de brazos, y yo me lleno de intriga—. Mackenzie te está odiando por lo que hiciste, en el juego, con Christian.

La noticia no me genera ni frío, ni calor. Era algo de esperarse. Además él es una persona muy mala y me dejó de agradar cuando me di cuenta cómo deterioró el autoestima de Christian.

Con tal de que los Collins sepan que soy inocente es suficiente. El señor Mackenzie me da igual.

En el trayecto a casa, me pongo a pensar: ¿En dónde estará él? ¿Estará bien? ¿Con vida? No puedo ni procesarlo muerto. ¡Christian! ¡Me dueles!

Siento como un par de lágrimas resbalan por mis mejillas. Y esas dos lágrimas las ha generado él. Lo extraño. Extraño sus dramas, su ira, su forma de ser, cómo lloraba por las madrugadas, y sobre todo cómo dejó que yo fuera la primera persona en descubrir su verdadera personalidad.

Fue magnífico cómo desnudo sus sentimientos tan cerrados frente a mí. Fui la primera y única persona que estuvo para él. Pero ya no estoy.

2

Una brisa helada se riega por toda la ciudad mientras transcurre la semana más dolorosa que jamás viví. Llega miércoles, luego Jueves y él sigue estando ausente.

Lo estará para siempre de ahora en adelante pero aún no puedo digerir cómo se ha ido de mi vida, ¿Podré sobrevivir sin él? ¿Hasta cuándo dejaré de recordarlo como si haya sido ayer que nos encontramos en ese baño?