El Juego de Las Apuestas © [BORRADOR]

27. No puedo con tantas emociones encontradas.

27. No puedo con tantas emociones encontradas.

1

—Este es mi lugar favorito —Deja escapar un suspiro cuando llegamos a la terraza del piso más alto de la mansión. La vista a la ciudad es increíble desde este punto—. ¿Sabes por qué?

Me encojo de hombros, silenciosa, —Por que aquí puedo ver las estrellas —M e toma de la mano, yo presiono la de él, esperando con ansias que este sea el momento en el que me diga toda la verdad—, y lo mejor de todo es que puedo estar contigo.

Suspiramos al mismo tiempo, vemos el cielo estrellado, después un viento fresco nos golpea la cara, y yo decido hablar, —¿El motivo de esta cita era para traerme a ver las estrellas?

—Sí —me asiente manteniendo la mirada en el cielo.

¿Que? ¿Solamente para eso?

Me desanimo de golpe, y me zafo de su mano. En verdad fui muy estúpida al creer que esta cita era para decirme la verdad.

—¿Qué sucede? —Frunce el ceño, viéndome. Sus ojos tienen un color azul oscuro.

—Yo no puedo seguir a tu lado —Siento que una lágrima recorre mi mejilla, y él me la limpia con su suave mano—. Por culpa de tu traición he quedado rota.

—Yo nunca te he traicionado —afirma viéndome a los ojos, y siento que con ellos me quiere decir algo, no puedo con esto—. ¡Créeme por favor, Alice!

—¿Nunca me has traicionado? ¿Entonces qué fue lo que vi en la biblioteca?

—A una chica confundida besando a un loco enamorado de otra chica —¿Qué?—. ¿Me entiendes?

—¿Qué debo entender? No hay nada mas claro que lo que vi —le digo con decepción. Me alejo unos pasos de él, y quedo en el extremo de la baranda de la terraza—. Ni siquiera te atreves a aceptar lo que hiciste, y tan siquiera pedirme perdón.

—Es que yo no he hecho nada que te perjudicara —afirma con seriedad. Lo veo, angustiada. Es imposible soportar la forma tan perfecta con la que monta sus falsedades—. ¿Por qué no me crees?

—¡No es la única vez que te he visto junto a ella! —suelto sin pensarlo dos veces.

Su expresión se ensombrece y enseguida mis lágrimas ascienden. Este momento tenía que llegar, debía llegar por que yo ya no podía soportar guardarlo únicamente para mí.

Tengo qué saber qué opina al respecto, ¿qué será de nosotros luego de que ya sabe que yo sé toda la verdad?

Se acerca a mí, viéndome con nerviosismo, —¿Cuándo nos viste juntos aparte de la biblioteca?

Quizás ya sospecha que es aves fue el día de su cumpleaños, —¿Acaso eso importa? El problema aquí es que me traicionaste y jugaste conmigo.

—¿Jugar contigo? —Su respiración se acelera. Es obvio que está alterado por que con eso de que "jugaste conmigo" ha entendido al instante a qué me refiero—. ¿Qué estás insinuando?

—Sabes muy bien a lo que me refiero. Luego de que te entregué lo mejor de mí, el mundo se me cayó a los pies cuando me di cuenta que lo nuestro era sólo una farsa, Christian.

—Alice, yo... —Ha comenzado a llorar. No puedo creerlo. ¿Acaso está arrepentido? — yo puedo explicarte todo, no es lo que tú piensas y...

Niego con la cabeza, y siento un nudo enorme en la garganta. Entonces mis lágrimas reaparecen, —Ni siquiera puedes excusarte ¡Di algo ya maldita sea!