4. Hoy es Christian quien termina con la cara roja y exhibido ante el público.

4.6K 708 452
                                    

Sin editar
4. Hoy es Christian quien termina con la cara roja y exhibido ante el público.

1

—¡Steph! ¡Steph! ¡Steph! —grito adentro del baño.

Camino hasta el fondo, y la encuentro tirada en el suelo, golpeando su cabeza contra la pared.

—¡Soy fea! ¡Nadie me quiere! —llora.

—No eras fea —le hablo. Vengo a "consolarla".

Voltea hacia mí, —Tu misma lo dijiste: no era fea pero ahora sí lo soy.

—Creo que tienes razón —le digo. Me ve furiosa—. Ahora lo eres por que estás usando una uniforme ancho; has exagerado con tu maquillaje; y ni hablar de tus filosos tacones.

—¡Ya cállate, estúpida! —chilla.

—Aun no me has entendido —digo—. Te he dicho que ahora te ves fea por que quisiste cambiar de imagen, entonces en tu versión de antes eras bonita.

—¿Crees que soy bonita? —pregunta emocionada.

Asiento.

—Pero... —Se reincorpora de un brinco—. Ojalá no me envidies por eso.

Me río de su comentario, aunque lo haya dicho muy en serio. 

—Las amigas no se envidian —Guiño el ojo.

Limpia sus lágrimas.

—¡Gracias amiga!

—Bien pero, ¿vas a seguir?...tu sabes...emm..

Blanquea los ojos, —¡Dilo ya!

—¿Obsesionada con Christian?  —Tapo mi boca luego de preguntarlo.

Me ve pensativa. 

—¡Christian que se pudra! —exclama con odio.

«¡Sí!»

2

Luego de hacerme amiga de Steph otra vez, voy a limpiar la biblioteca con mi modo sumisa activado.

—Hola —lo saludo. Está ordenando los libros de un estante. 

—Veo que mi castigo no es limpiar la biblioteca precisamente. Mi castigo es verte todos los días —me dice.

—¿Qué debo hacer para que deje de ser un castigo verme? —cuestiono.

—¡Esfumarte! —responde con odio.

«¡Hoy no vas a llorar Alice! ¡Hoy no vas a llorar!»

Camina hacia el otro estante. Yo lo sigo.L

—¿Por qué me odias?

—Por que te me volviste alguien insoportable —contesta con indiferencia.

—¿Y si cambiara por ti? —«me siento como Steph»

—Para que quedes como Steph —Se ríe con ironía—. No, gracias.

«¡Incómodo!»

—Me refiero a mi forma de ser —También a lo otro.

—Aunque cambies tu forma de ser, tu físico se queda contigo.

—¿Y si me quitara los frenos, los lentes y me arreglara? —pregunto—. Pero no como Steph.

Suelta una carcajada.

—Tal vez.

Sigue indiferente. Mi modo sumisa de hoy no está haciendo efecto.

El Juego de Las Apuestas © [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora