36. No merece que le esté mintiendo.
1
La cara se me ilumina con una gran sonrisa. Enseguida le doy un beso en la mejilla a Christian, rodeándolo con mis brazos.
Ya no se verá más con Steph por que ha recogido las evidencias suficientes para ganar el Juego. Estaba deseando con ansias que eso llegara pronto.
Lo que sigue ahora es cuidarme de Steph, por que va querer atacarme otra vez.—¿Qué le dijiste a ella?
—Que nos diéramos un tiempo mientras pensaba bien las cosas —responde, encogiéndose de hombros. Entrecierro los ojos—, obviamente le estoy mintiendo.
—¿Y qué vas a hacer cuando se dé cuenta que le estás mintiendo, que ya no estarás más con ella por que sólo era parte de un juego?
—Ya habíamos hablado de eso, le diré que si sigue metiendo con nosotros la acusaré con la policía. Ella le tiene pavor a la cárcel, y es fácil de engañar.
Niego con la cabeza, desconcertada. Me ve con cara de "¿Qué pasa?", —Jamás me agradó la idea de que estuvieras jugando con ella por muy mala persona que sea.
—Lo hice por que necesito quitarme de encima a mi padre, necesito entrar a la universidad este año, y ser más independiente —habla en tono de anhelo. Yo arrugo la boca por que aún así no me convence—. Además, Steph siempre se ha portado mal contigo, y sus demás amigas, y ya no es tu amiga así que no debes sentirte mal por ella.
—Ya no es mi amiga pero que un chico juegue con los sentimientos de otra chica no se lo deseo a nadie —Enarco las cejas, se cruza de brazos, soltando aire con cansancio—, pero ya, no hablemos más de este tema. De todas maneras, ya está por terminar y luego seremos completamente feliz.
Me reincorporo para abrazarlo fuerte.
—Sí, Alice. Completamente felices —lo dice sonriendo y de forma lenta.
2
En el comedor nos sentamos en una mesa los dos, sin compañía de nadie más. Lucy no viene a comer hoy y Harry, y Dominic deciden sentarse en otra. Supongo que para tener privacidad. Los veo haciéndose caricias en la cara, luego se besan.
Me siento feliz por ambos, bueno, más por Harry por que él anhelaba ser novio de esa chica y enhorabuena se le ha cumplido el deseo. Hasta siento que lo he perdido como amigo por que ya no tenemos espacio para hablar, pero no lo culpo. Yo también fui igual cuando empecé a andar con Christian.
Volteo a la mesa de Johana, Hanzel y Argell. Michaell está junto a ellos, y a todos los encuentro viéndonos con una mirada extraña, como si me amenazaran con ella, entonces mi frustración aparece.
No sé cómo librarme de ellos, cómo hacer que me dejen en paz. ¿Qué les he hecho yo para que me odien tanto? Trato de entenderlo pero no puedo.
De pronto Michaell se reincorpora. Las chicas del comedor no dejan de verlo, camina a esta mesa y para nuestra desgracia se sienta en ella.
—¿Qué haces tú aquí? —le bufa Christian, reincorporándose de golpe.
Michaell se toca el mentón viéndolo muy tranquilo, y yo me reincorporo también, disgustada. Seguro fue mandado por Johana y su grupo para fastidiarnos.
—Contesta, Michaell —le exijo entre dientes—. ¿Qué haces aquí?
Sonríe con malicia viendo a Christian, —Vengo a sentarme con Alice, recuerda que es muy amiga mía . ¿Cierto Alice que somos amigos?
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El Juego de Las Apuestas © [BORRADOR]
JugendliteraturLA EDICION MEJORADA DE ESTE LIBRO ESTÁ DISPONIBLE EN FISICO Y EN DIGITAL POR AMAZON COMO: «EL JUEGO DE LAS APUESTAS: UNA COMEDIA ROMANTICA» ESTE ES SOLO UN BORRADOR. Alice y Christian se enfrentarán a su peor año en el libertino Elit High College. C...