Capitulo 9.

185 9 0
                                    

Sábado.

Ya llegó el sábado, son las diez de la mañana, aproveché para venir al hospital ya que a las tres entreno con Jasy y luego vienen los chicos a casa para ir a la fiesta en la noche.

- ¿Cómo te encuentras mami?- Pregunté.

- Bien cariño, hoy me levanté de maravilla- Dijo sonriendo.

- No sabes cuanto me alegro- Sonreí- ¿Te gustaría salir al parque a beber algo? Hay un sol hermoso.

- Está bien amor.

Salí de la habitación y volví a entrar con la enfermera de turno, sentamos a mi madre en la silla de ruedas y sin mas comenzamos a andar hacia el ascensor, una vez arriba presioné el botón y al llegar a la planta baja nos encaminamos al patio.

Acomodé a mi madre en la mesa y yo me senté en la banca de su lado.

- ¿Qué quieres beber mami?

- Quiero un batido de frutilla- Dijo sonriendo.

- Espérame, ya te lo traigo.

Me encaminé a uno de los puestos, esperé en la cola y pedí un batido de frutilla para mi madre y uno de chocolate y café para mi.

Le pagué a la chica del carrito de batidos y me encamine a la mesa encontrándome con lo que no quería y menos esperaba.

Caminé rápidamente hacía la mesa interponiendo mi cuerpo entre mi madre y Dominic.

- ¿Qué demonios haces Dominic?- Hablé furiosa dejando los batidos en la mesa.

- Cielo, tranquila, el levantó mi anillo del suelo.

- ¿Ya tienes tu anillo?- Pregunté a mi madre.

- Si amor, no seas grosera.

- No lo conoces madre- Dije aún mas furiosa- Si ya le diste el anillo puedes irte por donde viniste- Hablé a Dominic.

- Tranquila, no iba a hacerle daño, solo se le calló el anillo, se lo di y nos quedamos hablando, me pareció raro verla sola.

- Cómo vez, no está sola, deja de meterte en mi vida- Dije amenazante.

- Hija, basta, tu no eres así- Reprendió mi madre.

- Tranquila señora, fue un placer conocerla- Dijo sonriéndole a mi madre para luego marcharse.

Me giré y senté al lado de mi madre.

- Valeska, no tenías que ser tan grosera, el fue muy amable.

- Madre, no lo conoces, no sabes como es.

- ¿Y tu si lo conoces?

- Va a mi colegio, no deja de hacerme problemas y perseguirme desde que comencé.

- Cariño, lo lamento, no sabía eso, de todas formas conmigo fue amable,  no te preocupes- Dijo sonriendo.

- Esta bien- Sonreí liberando tensiones- Ten tu batido.

Mi madre agarró el batido y tomó un sorbo cerrando los ojos, ya se a quien le saqué ese gesto.

- Está delicioso, gracias cariño.

- Nada que agradecer mami.

Estuvimos un buen rato charlando y tomando nuestros batidos hasta que se hizo la hora de entrar ya que dentro de poco mi mamá tiene que almorzar y yo entrenar con Jasy.

Subimos por el ascensor y con ayuda de la enfermera acostamos a mi mamá en la cama de su habitación.

- Señorita, en quince minutos vendrá el almuerzo para su madre, si gusta puede quedarse a acompañarla- Habló la enfermera con una sonrisa.

El Diablo Blair.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora