- La operación salió muy bien, hay que esperar a que despierte para asegurarnos de que todo haya salido correctamente.
- Muchísimas gracias- Dije abrazando al médico- Ustedes salvaron la vida de mi madre.
- No tienes nada que agradecer, es parte de nuestro trabajo- Dijo sonriendo- Puedes pasar a verla cuando quieras.
Y sin mas corrí hacia la habitación donde se encontraba mi madre, con un respirador en la nariz y una venda blanca cubriendo toda su cabeza.
- Mamá- Susurré apretando su mano.
- Amor- Susurró devolviéndome el gesto.
- Mami, despertaste- Dije feliz- Llamaré al médico.
Y sin mas corrí fuera de la habitación para luego volver a entrar junto con el doctor.
El medico la reviso y dijo que estaba en perfectas condiciones.
- ¿Cuánto tardará en mejorarse de la operación?
- En unas semanas ya podrá caminar y hacer su vida tranquila, en unos días podrán irse, cómo le dije, fue una operación de mínima invasión y todo salió maravillosamente.
Luego de unos minutos mas hablando con el médico, el se fue y yo me quedé conversando con mi madre.
- En unos días podremos irnos de aquí- Sonreí.
- Es lo que mas quiero cariño, que volvamos a vivir juntas y ahora tranquilas- Sonrió.
- Te amo mamá.
- Yo a ti cariño.
Estuvimos unas horas mas hablando hasta que se hizo de noche, las enfermeras me dijeron que en breve estaría la cena así que me despedí de mi madre y salí rumbo a mi casa.
Al llegar, me preparé un sándwich y luego de comerlo, me bañé y me acosté, mañana volvería al hospital.
(...)
Para las siete de la mañana, ya me encontraba lista para ir hacía el hospital.
Tomé las llaves de mi lambo y salí disparada por las calles de Buenos Aires.
Al llegar, entré a la habitación de mi madre saludándola como siempre.
- Buenos días mami, ¿cómo dormiste hoy?
- Buen día cariño, maravillosamente, ¿y tu?
- Igual mami, ¿quieres salir a desayunar?
- Me encantaría cariño, pero prefiero que te vayas al colegio, ya has faltado ayer, no quiero que hoy vuelvas a faltar.
- Pero mami....
- No Val, tienes que ir al colegio.
- Mírala, ya mandando- Dije riendo.
- Es mi deber como madre- Dijo sonriendo.
- Como señora madre- Contesté burlona.
- ¡Oye! señora tu- Simulo estar enfadada.
- Soy una niñita aún- Sonreí inocente.
- Ya, vete al colegio- Río.
- Está bien, pero al menos iré a comprarte un desayuno, ya luego me iré.
- Está bien cariño, aquí te espero- Sonrió.
Besé su frente para luego salir de la habitación y correr escaleras abajo.
Compré un brownie con un batido de frutilla y volví a la habitación, se lo di y luego de despedirme, me encaminé hacía el colegio.
Al llegar, puse la alarma de mi lambo y me encaminé hacia el establecimiento y luego a la oficina del director, mínimo le tenia que dar las gracias.
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El Diablo Blair.
Teen FictionSoy la chica del MMA, con diecisiete años de edad tengo demasiadas peleas ganadas, ninguna perdida, familia difícil, amigos complicados y una gran sorpresa que pronto descubrirán; ojo, que sea una gran sorpresa NO quiere decir que sea una BUENA gran...