Capitulo 14.

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- La operación salió muy bien, hay que esperar a que despierte para asegurarnos de que todo haya salido correctamente.

- Muchísimas gracias- Dije abrazando al médico- Ustedes salvaron la vida de mi madre.

- No tienes nada que agradecer, es parte de nuestro trabajo- Dijo sonriendo- Puedes pasar a verla cuando quieras.

Y sin mas corrí hacia la habitación donde se encontraba mi madre, con un respirador en la nariz y una venda blanca cubriendo toda su cabeza.

- Mamá- Susurré apretando su mano.

- Amor- Susurró devolviéndome el gesto.

- Mami, despertaste- Dije feliz- Llamaré al médico.

Y sin mas corrí fuera de la habitación para luego volver a entrar junto con el doctor.

El medico la reviso y dijo que estaba en perfectas condiciones.

- ¿Cuánto tardará en mejorarse de la operación?

- En unas semanas ya podrá caminar y hacer su vida tranquila, en unos días podrán irse, cómo le dije, fue una operación de mínima invasión y todo salió maravillosamente.

Luego de unos minutos mas hablando con el médico, el se fue y yo me quedé conversando con mi madre.

- En unos días podremos irnos de aquí- Sonreí.

- Es lo que mas quiero cariño, que volvamos a vivir juntas y ahora tranquilas- Sonrió.

- Te amo mamá.

- Yo a ti cariño.

Estuvimos unas horas mas hablando hasta que se hizo de noche, las enfermeras me dijeron que en breve estaría la cena así que me despedí de mi madre y salí rumbo a mi casa.

Al llegar, me preparé un sándwich y luego de comerlo, me bañé y me acosté, mañana volvería al hospital.

(...)

Para las siete de la mañana, ya me encontraba lista para ir hacía el hospital.

Tomé las llaves de mi lambo y salí disparada por las calles de Buenos Aires.

Al llegar, entré a la habitación de mi madre saludándola como siempre.

- Buenos días mami, ¿cómo dormiste hoy?

- Buen día cariño, maravillosamente, ¿y tu?

- Igual mami, ¿quieres salir a desayunar?

- Me encantaría cariño, pero prefiero que te vayas al colegio, ya has faltado ayer, no quiero que hoy vuelvas a faltar.

- Pero mami....

- No Val, tienes que ir al colegio.

- Mírala, ya mandando- Dije riendo.

- Es mi deber como madre- Dijo sonriendo.

- Como señora madre- Contesté burlona.

- ¡Oye! señora tu- Simulo estar enfadada.

- Soy una niñita aún- Sonreí inocente.

- Ya, vete al colegio- Río.

- Está bien, pero al menos iré a comprarte un desayuno, ya luego me iré.

- Está bien cariño, aquí te espero- Sonrió.

Besé su frente para luego salir de la habitación y correr escaleras abajo.

Compré un brownie con un batido de frutilla y volví a la habitación, se lo di y luego de despedirme, me encaminé hacía el colegio.

Al llegar, puse la alarma de mi lambo y me encaminé hacia el establecimiento y luego a la oficina del director, mínimo le tenia que dar las gracias.

El Diablo Blair.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora