El Diablo Blair.

Capitulo 25

Al llegar a casa, bajé del auto patrulla con el niño agarrado de la mano, aún no se nada de el hasta entrar y leer los papeles.

- Hola cariño- Le hablé antes de entrar. El me miró sin responder- Soy Valeska y estoy aquí para ayudarte amor, en todo lo que tu necesites- El asintió levemente- ¿Cómo te llamas?

- Aaron- Contestó en un susurro.

- Que hermoso nombre Aaron- Sonreí- ¿Cuantos años tienes?

- Seis- Dijo haciendome sonreir.

- Qué grande eres- Sonreí aún mas- Esta es mi casa, ¿te gusta?- El asintió mirando toda la casa- Bien, ahora entraremos, aquí dentro está mi familia, pero no te asustes, ellos quizás te miran por un buen rato porque no te conocen, pero luego se acostumbraran a ti, son personas muy buenas- El asintió- ¿Me das la mano?- Aaron tomó mi mano y juntos ingresamos a mi hogar, ahora, nuestro hogar.

Al entrar todos se quedaron pasmados mirándome a mi y a Aaron, incluyendo a Dominic que ya se encontraba aquí.

- Aaron, ella es mi mamá, Susan- Señale a mi madre- Y el es Luke su novio- Aaron los saludó con la mano escondiéndose detrás de mi- No tengas miedo, nadie va a hacerte daño- Dije agachándome para quedar a su altura- Ella es Sam, Dominic, Steffan, Alejo, Cameron y Matew, Son todos mis amigos y cualquier cosa que tu necesites puedes hablarlo con ellos, ellos te van a ayudar- Sonreí, el asintió- ¿Tienes sueño?- Volvió a asentir- Está bien, vamos a bañarnos y luego dormirás en mi cama, ¿está bien?- Me miró volviendo a asentir- Cuando bajo les contaré todo- Dije subiendo las escaleras con Aaron de la mano- Cariño, tu puedes pasear por aquí cuando quieras, ten cuidado con las escaleras y no salgas fuera de esta casa nunca, esta bien.

- Está bien.

- Este es el baño, ¿necesitas ayuda para bañarte?- El asintió avergonzado, yo sonreí- No tengas vergüenza conmigo, yo te ayudaré en lo que necesites.

Le quité lentamente la ropa a Aaron notando ciertas quemaduras en su piel.

- ¿Quién te hizo esto?- El no respondió- Fue tu madre, ¿verdad?- Asintió levemente- Está bien, nadie va a volver a lastimarte jamás, lo prometo.

Llené la bañera de agua tibia y luego de quitarle toda la ropa lo ayude a meterse, su piel se erizó y soltó un pequeño sonido de satisfacción al mojarse con agua tibia.

- Puedes bañarte cuando quieras, pero cada cosa que vayas a hacer siempre me lo dices a mi o a alguien de esta casa, ¿está bien?

- Si, gracias por ayudarme.

- No tienes que agradecerme.

Aaron estuvo mucho tiempo dentro de la bañera, luego lo ayudé a secarse, cambiarse con ropa que me compramos con el policía antes de venir y lo arropé en mi cama.

- Descansa cariño, mas tarde vendré a verte, si tienes hambre o te ocurre algo puedes ir a buscarme o llamarme que yo vendré en seguida- El asintió.

Sin mas salí de mi habitación cerrando la puerta para luego bajar por las escaleras y sentarme con mi familia y amigos en la sala de estar.

- Bien, cuando entramos a la casa la habían desalojado hace muy poco, habían tazas calientes, la heladera estaba enchufada, entre otras cosas- Hice una pausa- En la última habitación estaba Aaron con dos cartas en la mano dirigidas hacia mi, donde dicen que el niño es mi hermano, por parte de mi padre y de aquella mujer. Junto a eso están los datos del niño y un examen de paternidad que corrobora lo dicho en esa carta, de todas formas van a estudiar si el examen es verdadero o no, mientras tanto decidí cuidar de él.