- Mami, despierta- Susurré suave para no asustarla.
Ella se removió y poco a poco fue abriendo los ojos.
- Ya hicimos la comida con Dom, vamos a almorzar- Sonreí.
- Está bien, espérenme abajo- Sonrió sentándose en la cama.
- ¿No quieres que te ayude a bajar las escaleras?
- No cariño, yo puedo- Contestó.
- Está bien mami, nos vemos abajo- Dije insegura.
Me levanté y al cerrar la puerta de mi habitación me acerqué a uno de mis empleados.
- Steve- Susurré- ¿Puedes quedarte por aquí? Mi madre va a bajar las escaleras y no quiere ayuda, mantente cerca.
- Claro que si señorita Martinez- Sonreí para luego bajar las escaleras.
- Mi madre no quiere ayuda- Suspiré acercandome a Dom.
- Es entendible cariño, tu la ayudaste mucho tiempo, ahora quiere arreglarse sola y esta bien amor.
- Si, eso creo, ¿te pregunto algo?
- Claro- Contestó sentándome sobre su regazo mientras me tomaba de las caderas.
- El abogado que tu me dijiste- Dije en un susurro- ¿Podría juntarse a hablar conmigo?
- Claro que si amor, yo te acompañaré si quieres y hablo con el para organizar un horario, luego te paso su número así ya lo tienes.
- Gracias amor- Sonreí besando sus labios.
- Voy a tener que acostumbrarme a esto- Dijeron a nuestras espaldas.
- Mamá- Reí levantándome del regazo de Dom.
- Lo lamento Susan- Dijo riendo.
- Ya, comamos- Sonrió.
Nos pasamos todo el mediodía comiendo y riendo como nunca, mi madre esta en perfectas condiciones y verla tan feliz me alegra la vida.
El timbre corta nuestras risas, es raro que alguien venga a esta hora.
-Señorita Martinez- Me llamó Lina, la ama de llaves de la casa.
- Lina, ¿Qué ocurre?
- ¿Podría hablar con usted a solas un momento?
Me levanté de mi asiento extrañada.
- ¿Todo está bien?- Pregunté en un susurro.
- Es una sorpresa para su madre, por eso la separe, disculpe haberla asustado.
- Oh, está bien, ¿quién es?
- Luke señorita, trajo muchos regalos y pidió que se acerque a la puerta.
- Está bien, vamos- Sonreí- En seguida vuelvo- Le dije a Dom y a mi madre con una sonrisa- No se muevan de aquí.
Corrí hacia la puerta encontrándome con muchísimas cajas envueltas en papel de regalo de diferentes colores y a Luke detrás con una gran sonrisa.
- Necesito ayuda pequeño diablo- Me dijo sonriendo.
Yo reí y lo ayudé entrando las cajas rápidamente para que nadie sospeche la tardanza.
Luego de acomodar todo, abracé a Luke, lo había extrañado.
- Que bueno que volviste- Sonreí.
- Estoy feliz de haber vuelto, ya luego te contaré- Sonrió.
ESTÁS LEYENDO
El Diablo Blair.
Teen FictionSoy la chica del MMA, con diecisiete años de edad tengo demasiadas peleas ganadas, ninguna perdida, familia difícil, amigos complicados y una gran sorpresa que pronto descubrirán; ojo, que sea una gran sorpresa NO quiere decir que sea una BUENA gran...