Capitulo 11.

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La Fiesta II.

Al llegar a la fiesta, me encontré con una preciosa casa de dos pisos, estaba rebalsada de gente, la música a tope que hasta a cinco cuadras se puede oír.

Bajamos del auto y nos encaminamos dentro de la casa, las personas ya estaban sudando, bailando pegadas y besándose sin ningún pudor.

No se que hicieron mis amigos, pero yo camine directo a la barra. Al llegar me senté en uno de los taburetes y pedí algo fuerte para beber durante toda la noche, no pensaba alcoholizarme demasiado ya que debía manejar a la vuelta. 

- Hola preciosa- Susurraron a mis espaldas.

Al girar me encuentro con un pelirrojo, bastante alto y fornido.

- ¿Necesitas algo?- Pregunté tajante.

- Me preguntaba si te gustaría bailar conmigo- Sonrió de costado.

- Por ahora no, pero muchas gracias.

- Vamos nena, no seas aburrida- Dijo apretando mi cintura levemente.

Golpee su mano fuertemente y empuje su cuerpo hacía atrás.

- ¿No entiendes lo que es un no?

- ¿Qué pasa, te crees tan hermosa como para andar rechazando a todos?

- Na, no me creo hermosa, soy hermosa, y no rechazo a todos, te rechazo a ti.

- ¡Perra!

Gritó levantando su mano para golpearme pero la tomé doblándola y apretándola en su espalda haciendo que se arrodille.

- ¿Perra me dijiste?- Pregunté viendo sus ojos dilatados por el grado de alcohol y drogas en su sangre.

- Lo lamento, por favor, suéltame- Sollozó.

- Vete de aquí imbécil, y no vuelvas- Dije empujando su cuerpo.

Volví a girarme hacia la barra para seguir con mi bebida, hasta que una canción me dirigió a la pista, comencé a moverme lentamente mientras acariciaba mi cuerpo y contorneaba mis caderas, hace mucho que no bailo.

Unos brazos recorren mi cintura moviéndose a mi ritmo, seguí bailando por lo menos una hora mas hasta que decidí que era momento de volver a la barra, al girar mi cuerpo, me encontré con unos ojos avellana que me miraban con cierta picardía.

- Fue un gran baile- Sonreí- Pero ya me voy.

Le di la espalda dispuesta a volver a la barra, pero su mano me detuvo de la muñeca haciendo que me gire hacia el y estampe mi pecho contra el suyo.

- ¿No quieres que tomemos algo juntos?- Susurró muy pegado a mi oído.

- Creo que no- Sonreí- Los rubios no son mi tipo- Dije para luego soltarme de su agarré y volver a la barra.

Luego de un largo tiempo, cruce mirada con mis amigos quienes se acercaban riendo.

- N..no puelo cleeerlo- Habló Sam totalmente borracha- Tu peleas hasra en festas.

- Sam, tu estas mal cariño.

- Oye, tu estas muy bien- Dijo acercándose a mi.

La agarré de los hombros y la senté en uno de los taburetes al lado mío para luego dirigir mi vista a la pista de baile.

- Morenita- Me llamó.

Al darme vuelta unos labios impactan contra los míos, haciendo que me aleje rapidamente de ella mirándola extrañada. 

- ¡Oieee! ¿por qué me reyazas?

- No te rechazo, vamonos a casa.

- ¿Soro nosstras?- Preguntó pícaramente.

El Diablo Blair.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora