Soy la chica del MMA, con diecisiete años de edad tengo demasiadas peleas ganadas, ninguna perdida, familia difícil, amigos complicados y una gran sorpresa que pronto descubrirán; ojo, que sea una gran sorpresa NO quiere decir que sea una BUENA gran...
Luego de dos horas mas, las clases terminaron, tomé mi mochila y salí del colegio hacía mi lambo.
Destrabé las puertas y me metí dentro poniéndome el cinturón de seguridad, bajé las ventanas y salí disparada hacía el hospital.
Al llegar, trabé las puertas de mi lindo auto y entré al establecimiento blanco.
Subí hasta el cuarto piso y al llegar entré a la habitación ciento cincuenta y tres.
- Hola mamá- Sonreí al verla.
Mi mamá sufrió muchos golpes, es una de las razones por las que nos mudamos aquí, la policía me busca así que se que aquí no me encontraran.
- Hola cariño, ¿cómo te fue en tu primer día? estas radiante- Dijo sonriendo débilmente.
Mi madre sufrió un derrame cerebral que con medicamentos se lo están tratando, le dieron pocos meses de vida.
- Bien mami, gracias, tu estas preciosa- Sonreí.
- ¿Has sabido algo de la policía?
- No, mamá, no tienes porque preocuparte, aquí estamos a salvo- Sonreí cálidamente.
- Hija, tengo miedo de que te encuentren o te pase algo.
- Estaré bien mamá, nadie sabe mi verdadera personalidad, solo tu sabes quien soy- Sonreí aún mas.
- Mi diabla preciosa- Sonrió conmigo.
- ¿Cómo te sientes?- Pregunté interesada.
- Bien cariño, un poco cansada, ya no me queda mucho tiempo, y quiero pasarlo felizmente a tu lado, segura de que me voy a ir sabiendo que estas bien cariño.
- Mamá, te amo, no digas esas cosas, tu estarás bien, eres fuerte, saldremos adelante juntas cueste lo que cueste, y quiero que estés feliz, yo estoy feliz contigo mami.
- Y yo contigo cariño- Acarició mi rostro delicadamente.
- La casa que compre es preciosa, es de dos pisos, con seis habitaciones, cuatro baños, sala de estar, una cocina gigante y hermosa, un gimnasio, cuarto de juegos y muchas cosas mas, me gustaría que estés conmigo en casa, me siento muy sola.
- Me encantaría estar contigo cariño, parece una casa muy bonita, ¿tienes fotos?- Asentí sacando mi celular del bolsillo de mi short.
- Mira- Dije pasando las fotos- Está es la parte trasera de la casa.
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- Mi dormitorio.
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