Capítulo 2: "Frente a ti: Mi mejor inicio de año"

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Los rayos de sol entraban a través de la ventana de una habitación donde dormía profundamente un apuesto joven de cabello alborotado, quien tenía una radiante sonrisa en su rostro a pesar de estar dormido, al tiempo que entre sueños decía: Ya Mina, ya, no seas tan traviesa muñeca bella, mejor ven junto a mí.

De repente su sueño se vio interrumpido por el sonido de su ruidoso despertador, que empezó a sonar de manera insistente.

Riiiinnnnng, riiiiinnnnng, riiinnnnnng

¿Qué pasa?, ¿qué pasa?, decía Gokú sentándose de impulso sobre la cama, al tiempo que el despertador seguía sonando.

Riiiinnnnng, riiiiinnnnng, riiinnnnnng

¿Dónde estás?, ¿dónde estás?, decía Gokú, mientras buscaba con la mirada al causante de la interrupción de su sueño.

Tras algunos segundos de búsqueda, lo localizó, sobre el sofá.

Con que allí estabas condenado despertador, y yo no recordaba donde te había puesto ayer, decia Gokú, mientras bajaba de la cama y empezaba a caminar hacia el lugar donde estaba el causante de la interrupción de su placentero sueño. ¿Es que no pudiste sonar unos minutitos más tarde?, interrumpiste mi sueño y en la mejor parte, justo cuando iba a darle un beso a la bella Mina, acotaba el apuesto joven, mientras tomaba en sus manos al pequeño despertador, para segundos después apagarlo, al tiempo que su mirada se posaba en la hora que marcaba el mismo.

Pero si ya son las 10, tengo que desayunar, ya que en dos horas sale mi vuelo para Isla Fantasía tengo que llegar con tiempo de anticipación para preparar nuestro encuentro muñeca bella, pensaba Gokú.

En tanto:

Una bella pelinegra que llevaba puesto un vestido de tirantes muy fresco, una pequeña cartera al hombro y sandalias salía de un departamento, al tiempo que su celular empezó a timbrar.

La pelinegra rápidamente sacó el mismo de su cartera para contestar la llamada mientras caminaba hacia el ascensor que había en el piso.

Sí, no te preocupes Sayuri, ya estoy yendo, decía Milk, mientras entraba en el ascensor.

Luego de algunos minutos la pelinegra salió del ascensor y camino hacia la salida del edificio, al tiempo que de un auto bajaba un apuesto joven de cabello un tanto desordenado hasta los hombros que al verla fue a darle el encuentro.

¡Hola belleza! ¿vas de salida?, dijo el joven.

Sí, respondió con indiferencia Milk, continuando su camino.

Belleza espera, quiero invitarte a una fiesta, esta noche, decía el joven, tomando del brazo a la pelinegra para hacer que está detenga su avance.

No puedo, tengo planes para hoy, respondió Milk con firmeza.

Belleza, solo dame una oportunidad, decía el joven.

No, respondió Milk con firmeza.

¿Por qué?, dijo el joven con la misma firmeza.

Por qué los mujeriegos como tú no cambian, respondió la pelinegra continuando su camino.

Pero si yo no soy mujeriego, solo amable con las chicas, decía Broly, mientras caminaba tras la pelinegra.

Claro, eres tan amable que un día andas besuqueandote con una chica y otro día con otra, ¿no?, pero yo no soy como ellas, conmigo te equivocaste, respondió Milk con firmeza.

Pero si tú haces lo mismo y por dinero, y yo no te critico, dijo Broly con ironía.

Cállate estúpido, tú qué sabes de mí, nada, mejor déjame continuar mi camino que no puedo llegar con retraso a mi trabajo, respondió Milk con firmeza.

"MI NÚMERO DE CONTACTO ES..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora