Capítulo 7: "Una inesperada noticia: Visitas del pasado"

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Una pelinegra se encontraba platicando con un hombre maduro de lentes y bigote en una pequeña habitación.

Entonces no hay avances, decía con molestia la joven.

Pues no señorita, es muy difícil obtener alguna información solo contando con un nombre y algunos rasgos que de seguro ya ni corresponden a su edad actual, respondía el hombre con calma.

Pero usted no me dijo eso cuando me pidió aquella suma enorme de dinero para la búsqueda, dijo Milk con molestia y firmeza a la vez.

Es qué..., respondía el hombre.

Es un mentiroso, devuélvame lo que me pidió, dijo con firmeza la pelinegra.

Bella señorita no se enfade, solo hay que ser pacientes, no tengo muchos datos, yo se lo dije cuando usted buscó mis servicios, a pesar de ello decidí apoyarla pues considero que puedo hacerlo, solo hay que tener paciencia, respondió el hombre.

Pues ello es lo que menos tengo, dijo con firmeza la pelinegra, haciendo una pausa para acotar: Devuélvame el dinero que le di, contrataré a otra persona más capaz.

Bella señorita, no puedo devolverle el dinero pues ello ya está invertido en las personas que contrate para que me apoyen a recolectar datos y de esa manera pueda poder hacer un retrato hablado actualizado de la persona a la que busco, respondió el hombre.

No me siga engañando, acaba de decirme que no tiene datos, solo su nombre, entonces, ¿cómo pretende obtener más datos que le permitan hacer un retrato hablado actualizado?, ya que él que elaboró con los datos que le dio mi madrina, no valieron de nada, dijo Milk con molestia.

Si valió bella señorita, ese retrato hablado me valió para hacer uno más actualizado, miré, respondió el hombre, mostrándole un papel a la pelinegra, al tiempo que acotaba: Es así como debe verse actualmente, al menos si no se ha hecho algún cambio en el rostro, este debe ser su rostro actual, como ya le mencioné, las personas con las que hable no me han dado muchas pistas, solo las que ya sabía, pero ello ya no importa con este retrato daré con él, pero deme tiempo.

¿Cuánto?, ¿cuánto tiempo?, dijo Milk con firmeza.

Ponga usted el tiempo, respondió el hombre.

3 meses, ni un mes más, dijo Milk con firmeza.

Bien señorita, si en tres meses no le tengo novedades, renuncio al caso, respondió el hombre.

En tanto:

Un joven de cabello alborotado se encontraba rodeado de un grupo de jovencitas mientras sus amigos lo miraban.

Gokú es todo un galán, decía uno de ellos.

Cierto, respondieron los otros jóvenes sonriendo.

Por cierto, chicos sabían que el maestro ya volvió del viaje con su familia, decía un joven de pañoleta blanca, haciendo que su grupo de amigos posen sus ojos en él.

Volvió con toda su familia después de dos años de ausencia, dijo Vegueta haciendo énfasis en la palabra toda.

Sí, y preguntó por Gokú, respondió Piccolo, haciendo una pausa para agregar: Creo que quiere proponerle un nuevo negocio, ya saben la internacionalización de la marca del gimnasio es una de las metas de Gokú y el maestro lo sabía, además quería invertir en la cadena de gimnasios antes de partir.

Cierto, el maestro nos lo comentó antes de irse a Gokú y a mí, pero como no sabía su fecha exacta de retorno, prefirió no hablar de ello aún, acoto Vegueta.

Aunque el maestro en todo este tiempo siempre ha estado contactado con nuestro amigo nunca más volvió a platicarle de su interés en inyectarle dinero a nuestro negocio, tal vez pensó no volver, dijo un calvo.

"MI NÚMERO DE CONTACTO ES..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora