"MI NÚMERO DE CONTACTO ES..."

Capítulo 32: "Confesión que causa sorpresa"

Una pensativa pelinegra se encontraba absorta tras la propuesta hecha por su padre.

Milk, hija, di algo, decía el gigantesco hombre.

Yo ya tengo una vida, yo estoy acostumbrada a tener mi propio espacio, a ser independiente, respondía con calma la pelinegra.

Comprendo, lo comprendo hija, decía el gigantesco hombre, haciendo una pausa para acotar: Pero al menos podría llevarte con ellos, para que los conozcas.

¿Conocerlos?, respondía la pelinegra.

Sí, quisiera que conozcas a mi familia, que también será la tuya, quisiera que compartamos momentos juntos,..., decía el señor Ox.

No sé si sea lo correcto, yo, yo no quiero causar incomodidad...., respondía Milk.

Yoko es una gran mujer, ella ya sabe de tu existencia, ella conoce mi pasado como ya te lo dije y quiere conocerte, en cuanto a Hit y Cirys, ellos estoy seguro que te recibirán con los brazos abiertos, dijo el gigantesco hombre.

Tendría que pensarlo, acoto la pelinegra.

Bien, entonces necesito saber dónde vives, tu número de teléfono, respondía el gigantesco hombre.

¿Mi dirección y mi número de teléfono?, decía Milk.

Si hija, para estar en contacto, además como ya te dije, yo quiero que estudies y si no quieres hacerlo dime en que puedo apoyarte, tal vez algún negocio que tengas en mente, déjame compensar el tiempo que no estuve a tu lado, agregaba el hombre.

No es necesario que me lo compense, sino estuvo conmigo ni con mamá no fue porque usted así lo quisiera, yo pondré un negocio, pero lo haré con mis propios ahorros, en cuanto a decirle donde vivo y darle un número telefónico lamento no poder dárselo, decía Milk.

¿Qué?, ¿por qué hija?, respondió el señor Ox.

Por Gokú, dijo Milk, bajando la mirada al tiempo que acotaba: Creo que él no le dijo a qué me dedico, ¿verdad?, ni qué tipo de relación tenemos.

Me dijo que eras modelo y que eras la chica que le gustaba, que él estaba intentando conquistarte, y déjame decirte que desde que conocí a ese muchacho quise que él forme parte de mi familia,...., respondía el señor Ox, mientras la pelinegra lo escuchaba con atención.

Minutos después:

Pero como siempre pensé los sentimientos no se pueden forzar, Gokú solo veía a Cirys como amiga, y yo pues no podía obligarlo a que corresponda a los sentimientos de mi hija hacia él, decía el señor Ox.

¿Entonces usted no desaprobaría que entre Gokú y yo hubiera algo?, respondió Milk intrigada.

No, claro que no, Cirys es muy joven, yo pienso que solo esta ilusionada con él, además como ya te dije no se pueden forzar a los sentimientos, si Gokú no ama a mi hija, yo no puedo obligarlo, y si él te ama a ti que ahora sé que también eres mi hija, pues yo no tendría por qué oponerme a una relación si los dos se aman, por Cirys no te preocupes, ella aunque es un tanto caprichosa es una chica muy inteligente, ella sabrá comprender que no puede obligarlo a que él la ame a ella,..., decía el gigantesco hombre, mientras la pelinegra lo escuchaba con atención.

Claro, ahora que lo recuerdo Gokú menciono que su maestro desconocía del romance que él tuvo con su hija, por ello papá está aceptando tranquilamente que entre Gokú y yo haya algo, pero ¿Qué pasaría si él supiera que Gokú y Cirys fueron novios a sus espaldas?, pensaba la pelinegra.

En tanto:

Una mujer madura platicaba con un par de jóvenes en la sala de una casa.