𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄𝐒 [𝐋𝐞𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨- 𝐬𝐤𝐳]

21

Pov's Minho.

Había transcurrido una semana desde que no veía a Soyoon en la universidad. Estaba tan preocupado por ella que de hecho le hablé hasta a su amiga, quien solo me dijo que tenía reposo por dos días. Presencialmente estaba en clases, pero en mi mente no podía dejar de pensar en Yoonie. Decidí salir del aula importándome poco el haber interrumpido al profesor, no quería seguir con la duda de que le pasaba, además ni siquiera respondía a mis llamadas.

Fui al estacionamiento a buscar mi auto, me subí y conduje rápidamente a la casa del oficial. Maldije en cada semáforo en rojo, solamente quería llegar pronto para verla y abrazarla. Después de unos minutos llegué al lugar, estacionando el auto afuera y apresurándome en golpear la puerta para que  me atendieran. 

— ¿Dónde está Soyoon? — cuestioné, adentrándome al hogar del mayor.

— ¿Sabes qué estás invadiendo propiedad privada? Puedo detenerte ahora mismo — cerró la puerta tras nosotros.

—  No vine a robar, solo vengo a ver a Yoonie — lo miré molesto, necesitaba verla y su actitud no me ayudaba en nada.

— Ella ya no vive aquí...

— Mientes.

— Minho, ella se fue donde sus padres. Si quieres te doy la dirección para que puedas ir a verla — habló con voz calmada.

Su actitud por un momento me pareció extraña, digo, él ayudó a que Yoonie se alejara de mí ¿Y ahora me está ayudando?

— ¿Por qué me ayudas? — cuestioné, viendo como escribía la dirección de la casa en un papel.

— Minho, aunque me parezcas un chico chiflado, se muy bien que eres incapaz de hacerle daño a Soyoon — suspiró —... Además ella te extraña, te quiere y te... necesita.

Por un momento no podía creer las palabras del chico así que lo miré completamente sorprendido por lo que acababa de decir, pero también sabía muy bien que tenía razón. Tomé el papel y salí de la casa para subirme al vehículo y comenzar a conducir a la dirección dada no sin antes susurrarle un gracias por haberme ayudado. Al llegar me tranquilicé un poco y toqué el timbre, leyendo el papel y luego fijándome en el número de casa esperando no haberme equivocado. La puerta fue abierta dejándome ver a una mujer, recordando al instante que era la madre de la chica.

— Hola — saludé— ¿se encuentra Yoonie?

— ¿Minho? —  preguntó, ladeando la cabeza. Asentí en respuesta — pasa...

Se hizo a un lado dejándome entrar, susurré un permiso antes y esperé a que cerrara la puerta. Seguí sus pasos hasta el segundo piso, diciéndome que esperara un poco antes de poder verla.

— Soyoonie, tienes visitas — habló. No escuché alguna respuesta por parte de la chica, en cambio, la mujer trató de sonreírme pero mas bien se vio como una mueca. Me tocó el brazo y me dejó solo para que pudiera entrar.

Entré cerrando la puerta a mis espaldas, comenzando a caminar hacia la ventana donde se encontraba sentada abrazando sus rodillas y mirando hacia afuera con un vestido blanco. Tragué saliva, sus brazos se notaban más delgados y eso me preocupó.

— ¿Yoonie? — dije en voz baja, tratando de llamar su atención sin asustarla.

Levantó la vista y pronto giró a mirarme, estaba pálida, ojerosa y delgada, parecía una especie de zombie, bueno, la zombie más hermosa que había visto en mi vida, pero ese es otro tema. Me miró algo sorprendida, se levantó y caminó hacia mí para acariciar mi mejilla, como si estuviera comprobando que fuera real. Alejó la mano y solo pude lamentarme luego de haber recibido una bofetada en el lugar que antes acariciaba.

— ¿Por qué hiciste eso? — me quejé, alejándome de ella mientras tocaba la zona afectada.

Puso sus manos en su boca completamente asustada, acercándose luego a mí en busca de acariciar mi mejilla. Como si con eso se me fuera a quitar el dolor.

— ¡Perdóname! — exclamó para luego abrazarme fuerte — pensé que estaba soñando.

¿Acaso estaba yo soñando ahora? Me estaba abrazando después de que me pidió alejarme de ella tantas veces, si era un sueño esperaba nunca despertar. Correspondí a su abrazo de la misma forma, separándome luego para acunar su rostro entre mis manos.

— Yoonie — Minho, no la cagues ahora — te extrañé tanto, me tenías muy preocupado... te amo Yoonie, por favor — suspiré —... por favor no me vuelvas a alejar de ti.

Me declaré...

Espera... ¡Me declaré! ¡Eso no era parte del plan!

Luego de darme cuenta de las cosas que había dicho, el miedo sucumbió en mi cuerpo ya que no sabía como se lo tomaría la chica. Ella me miraba sorprendida, pero pronto rompió el hielo cuando habló al respecto.

— Yo también te amo — bajó la mirada como si le hubiese dado vergüenza decir aquello.

Sonreí al escucharla, aunque no tenía planeado declararme todo había salido bien. Como ambos sabíamos los sentimientos que teníamos por el otro por fin podríamos estar juntos de nuevo ¿No? Junté nuestras frentes por un momento, a la vez que miraba fijamente sus labios y, sin preguntar, decidí acortar la distancia que nos separaba para poder besarla calmadamente, tratando a la vez de transmitirle todos mis sentimientos. 

Después de unos segundos nos separamos, nos abrazamos y quedamos así por un tiempo, disfrutando la cercanía del otro. 

— Yoonie, no miento cuando digo que te extraño — interrumpí el momento — eres la única chica que quiero en mi vida, por favor no nos volvamos a separar nunca más.

Me encontraba feliz por todo lo sucedido, pero de alguna manera supe que algo andaba mal cuando ella comenzó a llorar.

— Hey... ¿Qué ocurre? — pregunté con preocupación — Yoonie —Tomé su rostro e hice que me mirara, secando sus lágrimas con mis pulgares. Mordió su labio inferior sin dejar de llorar y evitando por completo mi mirada—... dime que ocurre mi amor.

— Estoy enferma Minho — murmuró apenas. Ya se me imaginaba que lo estaba por como lucía, pareciera estar desgastada.

— No importa amor, me da igual resfriarme.

— No Minho — cada vez lloraba más, por lo que comencé a preocuparme demasiado — tengo leucemia...

— ¿Qué? — la escuché estallar en llanto a lo que solo pude abrazarla con más fuerza. 

¿Por qué siempre que teníamos alguna oportunidad de estar juntos, aparecía algo nuevo para arrebatarnos esa pequeña felicidad?

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