Sábado
– Minho salgamos. — sugerí, más bien ordené.
– No quiero.
– Hace rato no lo hacemos, nos vendría bien ¿No crees?
Lo miré con un puchero, él estaba recostado en el sofá.
– No creo.
– Vamos, Minho... — me acerqué hasta él para tomar su mano. Comencé a hacer más notorios los pucheros para que por fin aceptara — Además, te lo debo — le recordé.
Él me miró con detenimiento y, dando un fuerte suspiro, aceptó de mala gana.
– Bien, sólo porque quiero que dejes de hacer pucheros... Te ves horrenda. — arrugó la nariz.
Abrí mi boca completamente ofendida por sus dichos. No era necesario que me lo dijera.
Ahora, gracias a que aceptó, podré completar el plan que tengo en mente.
°°°
– ¿Puedo conducir? — pregunté.
– Bien, pero dime a dónde iremos.
– Es una sorpresa... — respondí con entusiasmo.
Él rodó los ojos para subirse en el asiento de copiloto. Me subí al auto y comencé a conducir por las calles de Gimpo.
Después de unos minutos, llegamos al centro comercial. Aparqué el auto no tan lejos de la entrada, nos bajamos y comenzamos a caminar hacia el interior. Lo guié hasta una de las tantas cafeterías, bebimos café y comimos algunos macarrones. Luego fuimos hasta el cine para ver la película "La vida secreta de tus mascotas 2". Es increíble que ya con veinte años vayamos a ver esa película, pero realmente las de terror no me agradan, y creo que a Minho tampoco. Además quiero comprobar algo.
– ¡Mira a esa gata gorda! — susurró con emoción.
Sonreí ante su dicho, me encantó verlo tan emocionado. Y pensar que no quería venir.
°°°
– ¿Te gustó la película?
– Sí, sobretodo la gata obesa — rió. — gracias por traerme, Yoonie.
– De nada — sonreí. — ven, acompáñame.
Tomé su mano y lo guié hasta una tienda en particular. Cuando Minho se percató, se detuvo en seco.
– ¿Q-qué haces?
– Ver las mascotas... — respondí con obviedad. Me dejó ver sus dientes en una hermosa sonrisa.
Entramos a la tienda, e inmediatamente Minho se fué a ver los gatos.
– Son todos muy lindos — habló mientras le acariciaba la cabeza a uno de ellos. — ¿Podemos llevarlos?
Parecía un niño pequeño, me era inevitable sonreír.
– Sólo uno, Minho.
– ¿De verdad?
Me daba risa pensar que Minho no había adoptado uno antes, es más, lo que más me divertía era el hecho de que me pedía adoptar uno cuando el departamento es de él.
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𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄𝐒 [𝐋𝐞𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨- 𝐬𝐤𝐳]
Fanfiction¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿í𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝗳𝗲𝗹𝗶𝘇? 𝗔𝗹𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗯𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝗷𝗼𝘃𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝗮𝗽𝘂𝗰𝗵𝗮. 𝗗𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗰í𝗮 𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗮ñ𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗴𝘂𝗻𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗹𝗼 𝗺𝗶...