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2 meses después...

El invierno está llegando a su fin y con ello mi estación favorita del año se aproxima, la primavera. A muchos no les gusta debido a las alergias, pero a mí me encanta ya que puedo ver como las flores y los árboles vuelven a florecer frente a mis ojos.

A ratos una fría brisa golpeaba mi cuerpo haciéndome temblar mientras caminaba hacia mi nuevo trabajo.

Minho, como me había dicho hace un tiempo, estaba en el estudio o academia de baile. Últimamente se está preocupando mucho por mí, pasa a buscarme después del trabajo y siento que nuestra amistad ha mejorado y se ha fortalecido con el paso del tiempo.

La campanilla sonó apenas entré a la cafetería. Rápidamente fuí hasta detrás del mostrador para ponerme el delantal negro y la gorra del mismo color.

– Hola... — saludé al chico que solía atendernos al oficial Im y a mí, y que ahora es mi nuevo compañero de trabajo.

– Hola — hizo una leve reverencia. — ¿Eres la chica nueva, verdad?

– Sí, me llamo Soyoon. — sonreí amablemente.

– Soy Hyunjin, Hwang Hyunjin — devolvió la sonrisa. Hyunjin... — No me dijeron si debería llamarle de manera informal o formal.

– ¿Cuántos años tienes?

– 19...

– Entonces formal.

– Oh, lo siento... — sonrió apenado.

– No hay problema, ¿Podrías enseñarme a usar las máquinas?

– Por supuesto.

Y comenzó a explicarme. Bastaron unos cinco minutos para que lograra entender como usar las máquinas. Hyunjin era un chico paciente y sabía explicarme muy bien, es agradable tenerlo como compañero de trabajo. La campanilla sonó, una mujer había entrado a la cafetería, ubicándose en una de las mesas del rincón.

– Bien, ella será su primer cliente. — anunció Hyunjin, incentivándome para ir a atenderla. Sonreí en respuesta, para dirigirme hacia el rincón.

– Buenas tardes... — saludé de forma amable — ¿Qué desea ordenar?

– Buenas, un expresso por favor...

– Enseguida se lo traigo — di media vuelta en dirección a la barra, allí observé a mi compañero.— un expresso.

El chico asintió y, haciendo un ademán con su cabeza, me invitó hasta la máquina para que lo preparara por mí misma. Giré sobre mis talones otra vez, caminando con mucho cuidado para no derramar el contenido de la taza. Una vez llegado a la mesa, le acerqué la taza a la mujer.

– Gracias — habló, mientras daba un pequeño sorbo a su expresso. La observé cerrar los ojos ¿Estará malo? — está exquisito.

Sonreí de felicidad, haciendo una leve reverencia para volver al mostrador junto a Hyunjin.

– ¿Qué tal le quedó?

𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄𝐒 [𝐋𝐞𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨- 𝐬𝐤𝐳]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora