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Luego de haber trabajado y terminado mi turno, me tocaba la hora de ir a casa. Hyunjin me acompañó hasta el autobús, estaba casi convencido de subir conmigo por si llegaba a descompensarme nuevamente, pero le dije que nada malo me ocurriría, así que me dejó ir sin más.

Al bajar de aquel vehículo, caminé unas cuadras hasta llegar al edificio. Miré hacia arriba para observar los ventanales que adornaban el penthouse en donde vivía, dando un suspiro para finalmente adentrarme a la construcción. Al llegar al piso 13, entré al hogar del chico con una leve sonrisa, sin saber si estaba en casa o no.

— ¡Llegué! — dije en voz alta esperando recibir alguna respuesta por parte de Minho. Al no obtener una, fuí hasta la cocina por un vaso de agua.

Me di media vuelta para volver a la sala, encontrándome al chico impidiendo mi paso.

— Tenías que esperarme en la cafetería, como es de costumbre — habló con sus brazos cruzados y el ceño fruncido.

— Hola Minho, estoy bien — sonreí — mi día fué muy bien, gracias por preguntar — hablé con sarcasmo.

— Quedamos en qué yo te pasaría a buscar todos los días, no me esperaste — dejó de cruzar los brazos para señalarme — estoy muy moles...

— ¿Disculpa? — interrumpí — en ningún momento quedamos en que me pasarías a buscar todos los días, solo se hizo costumbre y, como no te vi en el lugar, supuse que estabas ocupado así que me vine sola ¿Algún problema? Que bueno, no me interesa — pasé por su lado pero me sujetó del brazo, logrando que un poco del líquido cayera al piso.

— No me hables así — apretó la mandíbula.

— ¿O sino qué? — lo miré desafiante — ¿Vas a golpearme cómo lo haces con todo el mundo? — odiaba este lado de Minho, a veces me daba miedo pero no quería dejarme intimidar por él.

— Sabes que soy incapaz de golpear a una mujer, mucho menos a tí Yoonie — su rostro se relajó.

— Pues deberías ser incapaz de golpear a todos, no solo a las mujeres — dije, safándome de su agarre — deja de ser violento ¿Qué sacas con eso?

— No lo entiendes, porque a tí no te llaman...

— Loco — resoplé — Minho — lo miré frente a frente — entiende que al reaccionar violentamente, lo único que logras es que el resto te llame loco por tan solo el hecho de moler a golpes a quién se te cruce enfrente... Y solo por decir o hacer algo que no te gustó. Eso está mal — traté de hacerlo entender —... Tampoco deberías impedirme el poder hablar con Seunghun, tú y yo somos amigos, nada más, no eres quién para decidir quiénes son mis amistades.

— Deja de defenderlo — frunció el ceño — estás tan cegada que no te das cuenta de que él es la causa de tus problemas.

— ¿Te estás escuchando? — reí por lo bajo — solo te estoy pidiendo una cosa e insistes en alejarme de él ¡Deja de hacer eso! — volví a ponerme a la defensiva, ya estaba harta de su actitud. Ayer ni me hablaba y ahora se molesta porque no lo esperé en mi trabajo — conozco a Seunghun desde hace años y nunca habíamos pasado por cosas malas ¡Todo empezó el maldito día que te conocí!

Pegué un grito cuando el vaso fué arrebatado de mis manos para ser golpeado contra la pared. Los vidrios rotos en el piso y el agua esparcida entre la pared y el suelo de la cocina. Debo admitir que estaba asustada, y mucho.

— ¿Qué te pasa? — grité — ¡Estás completamente loco!

— ¡No estoy loco!

— ¡Estás loco desde que tu papá murió!

𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄𝐒 [𝐋𝐞𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨- 𝐬𝐤𝐳]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora