– Y bien... ¿Qué es lo que pasó? ¿Estás bien?
– Más o menos.
– ¿Por qué? — preguntó mirándome de reojo ya que estaba conduciendo.— ¿Pudiste salir bien de la casa?
– Sí. Se estaba dando una ducha cuando salí...
– Ya veo. — hizo una pausa y luego continuó: probablemente se vuelva loco cuando se de cuenta de que no estás ahí. — asentí.
– Tengo miedo...
– Lo sé, tranquila...— posó su mano sobre la mía.— Te ayudaré a buscar un departamento y si es necesario puedes quedarte en mi casa, no tengo problema con eso.
Sonreí levemente. Volví la vista al frente y suspiré, ya un poco más calmada.
– Gracias oficial Im...
– No seas tan formal conmigo, Soyoon. Tengo 24 años, aún soy jóven. Puedes llamarme por mi nombre, Jaebum...
– Bien, Jaebum oppa. Gracias por ayudarme.
– A tu servicio. — me guiñó un ojo y continuó manejando por las calles de la ciudad. — ¿Quieres comer helado?
– Hace mucho frío, le aceptaría un café.
– Un café será... — sonrió.
Manejó por unas cuadras más para luego estacionarse frente a una cafetería. Nos bajamos de la camioneta, caminamos hacia el lugar y la campanilla sonó cuando abrimos la puerta. Un chico alto, como de la estatura de Jaebum, nos saludó para luego guiarnos a una de las mesas vacías.
– ¿Tienen pensado que van a pedir o les traigo la carta para que puedan elegir? — preguntó el chico con una gran sonrisa.
– No, está bien — respondió mi acompañante.— yo quiero un café y Soyoon quiere un...
– Capuchino, por favor.— continué.
– ¿Algo para acompañar?
– Yo no, ¿Y tú Soyoon?
– No, está bien así.
– Bien, en unos minutos regreso.— sonrió por última vez para luego marcharse hacia la barra.
Jaebum me sonrió mientras jugaba con sus manos arriba de la mesa.
Antes de hablar hizo un carraspeo de garganta para captar mi atención: y bien, ¿Me dirás exactamente qué pasó?
– Sí. — acomodé un mechón de mi cabello tras mi oreja — Todo comenzó temprano. Minho me contó que su madre vendría, que tenía miedo porque pensaba que ella lograría que me alejara de él. Literalmente, después de hablar y de decirle que no me alejaría de él, se volvió agresivo y golpeó la puerta de mi habitación, a tal punto de hacer sangrar sus nudillos. Me dió mucho miedo, porque no es la primera vez que lo veo reaccionar así. Me dice cosas como de que no está loco y yo la verdad no sé de que habla. En la universidad golpeó a un chico y no sé porqué, gracias a otros estudiantes los pudieron separar y...
– Disculpen, aquí está su café y su capuchino... — dijo el chico, haciendo una reverencia para retirarse de nuestra mesa con una sonrisa algo incómoda.
– Gracias — respondimos.
Jaebum bebió de su café y luego habló: bien, y qué más pasó.
– Después llegó su madre. Creo que se llevan mal, pero no sé la causa de ello. Minho no quería que ella hablara conmigo y mucho menos que me preguntara cosas, respondió casi todo por mi. La trató mal, levantó su voz y golpeó hasta la mesa para hacerla callar. La verdad no quería estar ahí... — mis ojos se cristalizaron.
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𝐕𝐎𝐈𝐂𝐄𝐒 [𝐋𝐞𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨- 𝐬𝐤𝐳]
Fanfiction¿𝗖ó𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿í𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝗳𝗲𝗹𝗶𝘇? 𝗔𝗹𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗯𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝗷𝗼𝘃𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝗮𝗽𝘂𝗰𝗵𝗮. 𝗗𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗰í𝗮 𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗮ñ𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗴𝘂𝗻𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗹𝗼 𝗺𝗶...