A esta hora los rayos del sol no deberian estar tan fuertes, o ese fue mi suponer cuando decidí salir un rato de mi habitación, la parte de arriba de mi cabeza está tan caliente por culpa del sol que arruinó por completo mi lectura.
Irritada cierro de un golpe el libro para refugiarme más debajo del inmenso arbol que no cumpliendo su papel de mantener protegida de la furia del sol, empiezo a trenzar mi cabello pero una sombra frente a mi me hizo detenerme.
Suelto algunos mechones de pelo y levantó la cabeza para ver a la persona, es un guardia real, pero no no cualquiera, si no el hombre que acompaña a mi padre durante noche y día.
— ¿Que necesitas? — El aire de incomodidad crece al compartir miradas, es obvio que el no quiere estar aquí y hablarme y menos yo al tener que escucharlo.
— Disculpe princesa, Su padre solicita su presencia en la sala de trono. — Giro mi cuello eliminando un poco la tension que existe en la zona por tener la cabeza abajo por la lectura.
Tan rápido como llegó desaparece, Respiro hondo y me levanto de césped para ir dentro de la corte, no me apresuró en llegar, camino desganada por los pasillos, casi igual como si fuera a un evento social obligatorio.
Las inmensas puertas decoradas a color blanco y dorado fue lo primero que veo, lo segundo fue a ellos esperándome en lo alto de las escaleras. — Padre se me notifico que requería mi presencia. — hago una pequeña reverencia hacia ellos.
— ¡Vaya, que milagro que te pudieran encontrar rápido! — Pongo una mano en la cintura divertida por su comentario, eso no puedo negarlo, es mi pasatiempo esconderme de los ojos de todos.
Gran parte del tiempo me la paso afuera de la corte, Cabalgando o simplemente sentada en un tronco leyendo cualquier actividad que me salve de estar todo el día encerrada en mis aposentos. — Tenemos noticias importantes que comunicarte, No es secreto para nadie que con la llegada de tu mayoría de edad los protestantes están cada vez más ansiosos - Echa un vistazo rapido a mi madre que esta callada como de costumbre.
— Tenemos que tomar medidas, El solo pensar que podemos enfrentar un ataque parecido al anterior me revuelve el estomago. — Su voz y expresión se transforman en una oscura al igual que la expresión incómoda de mi madre.
Protestantes de grandes masas se están moviendo y eso nos ha causado mucha intriga y miedo, porque por un tiempo considerado se han mantenido en silencio y quietos.
Encendieron las alarmas de una desgracia por venir, las pocas personas que sabian está informacion estuvimos de acuerdo que notificarles al resto solo aumentaria la presion, Lógicamente no pudimos callarnos para siempre, como siempre hubo una fuga de infomarcion y este tema fue expuesto.
Cosa que obligó a mi padre a comandar una reunión urgente, con la esperanza de calmar a los nobles y seguir manteniendo el perfil bajo que llevábamos. Todos nos contuvimos de decir en voz alta el responsable de los pequeños y grandes alborotos, nadie fue capaz de decirlo en voz alta, pero todos en el fondo lo sabemos.
Bajo los hombros derrotada — Lo se padre, ¿Que haremos al respecto?.
Sus largas piernas caminan hacía mi dejando atrás el incomodo asiento. — Adelantemos todo. — incredula por lo que escucho miro a mi madre para buscar una explicación, pero solo me encuentro que mi padre no está mintiendo o realizando chistes.
— ¿Que? ¡Padre con todo respeto pero no puedes adelantar todo, faltan muchos detalles que resolver! — estallo pero el es ajeno a mi estado.
— Lo entiendo, todos aquí lo entendemos, pero mantenerte en esta corte se ha convertido en un suicidó para ti. — rio por ese comentario y vuelvo a hablar.
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The ascent to the stars|FRANCIS VALOIS
FanfictionElizabeth Ledebev fue una mujer valiente, inteligente y astuta que gobernó la Rusia de los siglos MDXL al XVIII. Era la única hija de los reyes Felipe II y Beatriz de Habsburgo, y fue una de las primeras mujeres en utilizar la debilidad como una arm...