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꧁𝐸𝑙 𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑧𝑜 𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑒𝑟𝑎.꧂
╚───────────────────╝Quien diria que algun dia me encontraría en esta situación tan peculiar, la mano que envuelve mi dedo es tan pequeña que solo logra tomar la mitad del mismo, con diminuta fuerza aprieta mi dedo como si fuera un gran descubrimiento para él, estoy hechizada viéndolo y no consigo las ganas de eliminar ese poder que tiene en mi.
Los profundos ojos azules revolotean en todas las direcciones confundido pero yo solo puedo reír en un tono bajo por ser tan estúpida en pensar que tenía algún tipo de posibilidades de ganar la apuesta que inocentemente hice hace menos de una semana.
Lo enrollo entre mis brazos para que esté más cómodo, Claramente no calcule que ese pequeño deslizamiento traería a toda mi parte baja un dolor insoportable, muerdo mis labios pero aun así jadeo para recuperarme un poco de esa ola de dolor captando la atención de la única persona a mi lado, que por fortuna estuvo aquí conmigo cuando todo esto empezó.
El dolor agudo en mis caderas, espalda y cabeza es insoportable pero mi recompensa está en mis brazos tan quieto que pienso que está durmiendo, la voz temblorosa de la niña a mi lado me sobresalta y por primera vez en estos minutos en donde no aparté los ojos de él terminan y le prestó atención a ella - ¿Está bien su majestad?
Le respondo - Estoy bien, gracias a ti - su tono de piel pasa a muchos colores hasta culminar en rojo rubí, no digo nada para avergonzarla más y trato de envolver al pequeño cuerpo con la tela de mi vestido procurando no rozar tanto con las paredes que nos rodean llenas de moho y otras sustancias que prefiero omitir.
Mi acompañante está tan callado y tranquilo como la situación lo requiere, los minutos pasan donde me concentro en respirar hondo para evitar desmayarme del cansancio - Su alteza, ya no escucho ruidos ni gritos - prestó atención confirmando sus palabras, el infierno que se escucha a través de nuestro techo sucio se detuvo y solo queda un escalofriante silencio que me hace suponer lo peor.
Trago saliva sin pestañear atenta a la puerta que nos separa del todo el caos - Tal vez deberíamos salir su alteza, parece que todo volvió a la normalidad - Murmura viendo lo mismo que yo.
Niego y arrullo suavemente el pequeño cuerpo cuando comenzó a quejarse en mis brazos - No; esperemos un poco más, no quiero exponerlos a ninguno de los.
Asiente claramente inconforme viendo a mi bebé y yo, porque aunque todo salió bien a pesar de todo, ambos necesitamos que nos revisen para estar tranquilos.
Si alguien me hubiera dicho que mi día resultaría así me hubiera reído en su cara con todo el gusto, en mis brazos tengo una de mis mayores alegrías pero afuera de estas infinitas paredes se hallan casi toda mi vida en riesgo, al límite de un ataque de ansiedad alejo los ojos de esa puerta y viajan a mi hijo.
Está todo ensangrentado y en un tono un poco azul pero eso no le quita lo hermoso que es, beso uno a uno sus pequeños deditos mientras me río por sus caras tan expresivas.
Es probable que no entiendan nada, así que mejor me remontó hace varias horas atrás donde esta pesadilla comenzó.
-Horas atrás-
Me duelen los pies y gran parte de la espalda; Eso no es ninguna novedad, Pero hoy precisamente no tengo paciencia para distraerme de el dolor.
Finalmente y después de mucho insistir me dejaron trabajar un poco en lo que respecta a papeleo e informes, Por supuesto. Siempre acompañada de Francis, Misma persona que en ningún momento aparta la mirada de mis movimientos, Creo que el olvida que el mismo tiene trabajo que hacer con un horario extremadamente rígido.
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The ascent to the stars|FRANCIS VALOIS
Fiksi PenggemarElizabeth Ledebev fue una mujer valiente, inteligente y astuta que gobernó la Rusia de los siglos MDXL al XVIII. Era la única hija de los reyes Felipe II y Beatriz de Habsburgo, y fue una de las primeras mujeres en utilizar la debilidad como una arm...