Por besarte #D3

Capítulo 30

POV Federico
Estamos preparándonos para el último show del año. Todo en estos cinco días ha cambiado. Desde que Matteo se hizo novio de Emilia las peleas entre ella y Sol han aumentado.

Sol: ¿Qué le hace creer que tiene derecho a opinar en todo esto? ¿Solamente porque su novio es el jefe del grupo aliado a MI grupo cree que puede elegir? La Gran Jefa soy yo, si ni siquiera permito que tu hermano elija.

Federico: Sabés cómo es Emilia.

Violetta: Ya no te desgastes con ella.

Sol: Es molesto. Demasiado molesto.

Nina: Claro que es molesto para vos. Nadie debe de meterse en lo que controlas.

Sol: Exactamente.

Francesca: Nosotras somos muy privilegiadas de que nos permitas decidir un poco.

Camila: Super privilegiadas.

Sol: Ya basta. Es serio el asunto.

Federico: Solecito tiene razón. No podemos dejar que Emilia influya en cinco países.

Nina: En ese sí tienen razón.

Francesca: Sí, pensándolo mejor no es muy bueno.

Sol: Debo detenerla ahora mismo. Si Emilia influye, sus amigos también creerán tener ese derecho.

Violetta: No puedo permitir que Gery se meta en estos asuntos.

León: ¿Qué sucede? —dijo entrando.

Camila: Emilia sucede.

León: Está un poco intensa. El Jefe intenta calmarla.

Sol: ¿Balsano intenta calmar a su novia? ¿Desde cuándo hace eso?

León: Sabés que nunca quiso tener responsabilidades con el Blake.

Federico: Me lo dejó todo a mí.

Francesca: Creí que era por… La Gran Jefa —todos miramos a Sol.

Sol: Bien. Está muy bien que haga eso. Yo tampoco quiero que el tome parte de todo esto.

Violetta: ¿Emilia o Matteo?

Sol: Los dos.

Federico: Sol… —me acerqué a ella— Yo me encargo de que nada de esto se salga de control. Ahora todos ustedes tienen un show.

León: Ellas, yo no voy a participar. ¿Estás seguro que podrás encargarte?

Federico: ¿Querés encargarte vos?

León: Fui novio de Emilia, sé cómo encargarme de ella —Violetta lo miró mal—. No en ese modo.

Violetta: Por supuesto que no… —miró a otro lado y él la abrazó.

León: No te pongas celosa —le dio un beso en la mejilla y rió.

Ludmila: Hola —entró y quedé totalmente maravillado. Se ve muy hermosa—. Ya casi les toca, chicas.

Sol: Vámonos. Por cierto, ustedes dos —nos miró a Ludmila y a mí— encárgense de Emilia. Si no lo logran dejen a León.

Federico: Está bien.

Francesca: Adiós.

Violetta: Deseen nos suerte.

Camila: Los dejamos.

Nina: Es hora de la acción.

Los dos miramos a León. Él nos miró y se fue no sin antes guiñarnos el ojo. Cerró la puerta y reímos. Me acerqué poco a poco.