Capítulo 59

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POV Matteo
Seis meses de embarazo. No puedo, no puedo dejar de pensar en lo que sucederá dentro de un mes. No puedo aceptar que la perderé. He estado actuando distante con ella últimamente y ella se ha dado cuenta, ella sabe porque lo hago y no me reclama nada. O por lo menos no lo hace directamente.

La he escuchado llorar, llora todas las noches en el baño, llora como si nadie la escuchara para desahogarse. Me encantaría entrar y decirle que todo estará bien, que no pasará nada, pero ambos sabemos que no es cierto. Todos somos consientes de lo que pasará, todos sabemos que no puede haber dos mujeres Benson en este mundo y que es por eso que una de ellas debe irse y esa debe ser Sol.

Nadie comenta nada al respecto, se nos hace muy difícil hablar de este tema por lo que muchas veces preferimos hacer como que no sabemos nada, pero yo ya no puedo más. Sol ahora está en la habitación mientras que yo estoy el el living haciendo la tarea.

Federico: ¿Otra vez la dejaste sola? —dijo llegando a la casa.

Matteo: ¿Cómo te fue con Ludmila? —ignoré su pregunta y me miró molesto.

Federico: No desvíes el tema, Matteo.

Matteo: ¿Qué querés que haga?

Federico: Que no la abandones cuando más te necesita, en dos días ella cumplirá los seis meses de embarazo y sabes lo que significa.

Matteo: Es por eso que la dejo sola —me sentía mal al hacerlo, pero no podía soportarlo—. No puedo con la idea de que volveré a perderla.

Federico: No la perderás, nos ha dejado muy claro que esa niña será igual a ella en personalidad.

Matteo: Lo sé, tendremos una niña que será como su madre.

Federico: Una Sol Benson dentro de una Matteo Balsano —reímos—. Será raro verte como mujer y con la personalidad de Solecito.

Matteo: Lo sé.

Federico: Ve con ella.

Matteo: No puedo.

Federico: ¿Acaso no quieres estar con ella?

Matteo: Claro que sí.

Federico: ¿Y qué esperas? —miré a otro lado— Entiendo por qué quieres alejarte de ella, esta vez será de verdad y tú lo sabrás, te dolerá aún más de lo que pasó hace cinco años.

Matteo: ¿Sabés todo lo que me dolió hace cinco años?

Federico: Solamente estábamos peleados, pero aún éramos hermanos —sonrió—. Ese castigo solamente hacía que actuara que no me importaba nada de ti, no solamente fue un castigo para ti.

Matteo: ¿De qué hablás?

Federico: El castigo no solo fue para que tú perdieras a tu hermano por haber roto las reglas con Solecito. También fue para mí por ser cómplice de ella, mi castigo fue la culpa que sentí todo este tiempo.

Matteo: Pero ya no debes sentirte culpable gracias a Sol.

Federico: Ella sacrificó todo para unirnos de nuevo. Es por eso que ella no merece que le hagas esto. ¿De verdad vas a desperdiciar el tiempo que te queda con ella?

Sol: ¡Son mis piernas, no pueden hacerme esto! —se escucharon los gritos desde la habitación— ¡Son las piernas de la Gran Jefa, deben funcionar! —los dos subimos rápidamente las escaleras y vimos a Violetta en la puerta de la habitación— Vamos… —estaba llorando, me coloqué junto a ella y la vi tirada junto a León— funcionen…

León me miró y yo entré a la habitación. Me arrodillé junto a Sol y ella abrazó mientras lloraba.

León: No puede caminar —la miré y miré sus piernas. Ya no puede caminar…

Por besarte #D3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora